domingo, 12 de enero de 2020

HOBBES




capítulo 10

Desagradable, brutal y breve
Thomas Hobbes

Thomas Hobbes (1588–1679) fue uno de los pensadores
políticos ingleses más importantes. Lo que no es tan conocido
es que también fue uno de los primeros fanáticos del ejercicio.
Cada mañana salía a dar un largo paseo y subía colinas
a rápidas zancadas hasta quedarse sin aliento. Por si se
le ocurría alguna buena idea mientras paseaba, se hizo hacer
un bastón especial con un tintero en el mango. Este hombre
alto, rubicundo y alegre que lucía bigote y una barba algo
rala había sido un niño enfermizo. De adulto, en cambio,
contó con una salud extraordinaria y jugó al tenis hasta una
edad muy avanzada. Comía mucho pescado, bebía muy
poco vino y solía cantar –cuando estaba a solas, procurando
que nadie le oyera– para ejercitar los pulmones. Y, por supuesto,
al igual que la mayoría de filósofos, tenía una mente
muy activa. El resultado es que vivió hasta los 91 años, una
edad extraordinaria para un siglo, el xvii, en el que la esperanza
de vida era de 35 años.

A pesar de su carácter cordial, Hobbes, al igual que Maquiavelo,
no tenía muy buena opinión del ser humano. Creía
que todos somos básicamente egoistas y que nos mueve únicamente
el miedo a la muerte y la esperanza de un beneficio
personal. Todos buscamos dominar a los demás, tanto si
somos conscientes de ello como si no. Si no aceptas el retrato
que Hobbes hace de la humanidad, ¿cómo es que cierras
la puerta cuando sales de casa? ¿Quizá porque sabes que
hay mucha gente que no dudaría en robarte todo lo que tienes?
Podrías argumentar que sólo algunas personas son tan
egoístas. Hobbes, sin embargo, no estaba de acuerdo. Creía
que en el fondo todos lo somos, y que sólo la ley y la amenaza
de un castigo nos mantienen bajo control.

La consecuencia de esto, argumentaba él, es que si la sociedad
se viniera abajo y tuvieras que vivir en lo que él llamaba
«un estado de naturaleza», sin leyes ni nadie que pudiera
protegerte, tú, igual que todos los demás, robarías y
asesinarías cuando fuera necesario. O, al menos, tendrías
que hacerlo si quisieras seguir viviendo. En un mundo de
recursos escasos, y en particular si tuvieras que buscar comida
y agua para sobrevivir, lo racional sería matar a alguien
antes de que te matara a ti. Según la memorable descripción
de Hobbes, la vida fuera de la sociedad sería «solitaria, pobre,
desagradable, brutal y breve».

Si eliminásemos el poder del estado para impedir que la
gente invada otros países y mate a quien quiera, el resultado
sería una guerra interminable en la cual todo el mundo se
enfrentaría entre sí. Es difícil imaginar una situación peor.
En este mundo sin ley ni siquiera el más fuerte estaría a salvo
durante mucho tiempo. Todo el mundo ha de dormir; y
cuando estamos dormidos somos vulnerables a los ataques.
Incluso el más débil, si es suficientemente astuto, podría destruir
al más fuerte.

Podrías pensar que un modo de evitar que te maten es
unirte a algunos amigos. El problema es que no podrías es
tar seguro de quién es de fiar. Aunque otros hayan prometido
ayudarte, en alguna ocasión quizá les puede convenir
romper su promesa. Sin un nivel básico de confianza, cualquier
actividad que requiera cooperación, como cultivar comida
a gran escala o construir algo, sería imposible. No sabrías
cuándo te están engañando hasta que fuera demasiado
tarde, y para entonces quizá ya te habrían clavado literalmente
un cuchillo en la espalda. Y no habría nadie que castigara
a la persona que te ha apuñalado. Tus enemigos podrían
estar en todas partes. Vivirías con el miedo constante
de un ataque: una perspectiva no muy atractiva.

La solución, argumentó Hobbes, sería poner al mando a
alguien poderoso o a un parlamento. Los individuos en el
estado de naturaleza tendrían que aceptar un «contrato social
», un acuerdo mediante el que renunciarían a algunas de
sus peligrosas libertades a cambio de seguridad. Sin lo que él
llamó una «soberanía», la vida sería una especie de infierno.
Esta soberanía tendría derecho a infligir severos castigos a
todo aquél que no siguiera unas normas. Hobbes creía que
había ciertas leyes naturales que reconoceríamos como importantes,
como que deberíamos tratar a los demás tal y
como esperamos que nos traten a nosotros. Las leyes no sirven
de nada si no hay alguien o algo suficientemente fuerte
para hacer que todo el mundo las cumpla. Sin leyes, y sin
una soberanía poderosa, la gente que viviera en el estado de
naturaleza terminaría muriendo de forma violenta. El único
consuelo es que una vida así sería muy corta.

En Leviatán (1651), su libro más importante, Hobbes
explica con detalle los pasos necesarios para pasar de la situación
de pesadilla del estado de naturaleza a una sociedad
segura en la que la vida sea soportable. El «Leviatán» es un
monstruo marino gigantesco descrito en la Biblia. En Hobbes,
es una referencia al gran poder del estado. Al inicio de
Leviatán se puede ver el dibujo de un gigante que sobresale
por detrás de unas colinas con una espada en una mano y un
cetro en la otra. La figura está hecha de muchas personas
pequeñas, que siguen siendo individuos. El gigante represen-
ta el estado poderoso y su cabeza la soberanía. Sin ésta, creía
Hobbes, todo se vendría abajo y la sociedad se descompondría
en cada uno de sus indivios, dispuestos a despellejarse
entre sí para sobrevivir.

Los individuos que vivieran en el estado de naturaleza
tendrían, pues, muy buenas razones para trabajar juntos y
buscar la paz. Sólo así estarían a salvo. Si no, sus vidas serían
terribles. La seguridad sería mucho más importante que
la libertad. El miedo a la muerte empujaría a la gente a formar
una sociedad. Hobbes pensaba que estarían de acuerdo
en renunciar a gran parte de su libertad a cambio de alcanzar
un contrato social, una promesa para permitir que la
soberanía impusiera sus leyes. Todos vivirían mejor bajo
una autoridad poderosa que peleándose entre sí.

Desde que estaba en el útero, Hobbes vivió una época
peligrosa. Nació antes de tiempo porque su madre se puso
de parto al oír que la armada española había zarpado en
dirección a Inglaterra y que probablemente invadiría el país.
Afortunadamente, eso no ocurrió. Más adelante, escapó de
los peligros de la guerra civil inglesa trasladándose a París,
pero el miedo a que Inglaterra pudiera caer en la anarquía
está presente en toda su obra posterior. Fue en París donde
escribió Leviatán, y no regresó a Inglaterra hasta poco después
de su publicación en 1651.

Al igual que muchos pensadores de su época, Hobbes no
era sólo un filósofo; era lo que hoy en día llamaríamos un
hombre renacentista. Tenía un gran interés por la geometría
y la ciencia, así como por la historia antigua. De joven se
sintió atraído por la literatura y comenzó a escribir y traducir.
En cuanto a la filosofía, no se dedicó a ella hasta llegar a
la mediana edad y era un materalista. Creía que los humanos
somos únicamente seres físicos y que el alma no existe:
sólo somos cuerpos y, en última instancia, éstos no son
más que máquinas complejas.

Los mecanismos de relojería representaban la tecnología
más avanzada que había en el siglo xvii. Hobbes creía que los
músculos y los órganos del cuerpo eran su equivalente: solía
escribir acerca de los «muelles» de la acción y de los «engranajes
» que nos mueven. Estaba convencido de que todos los
aspectos de la existencia humana, incluído el pensamiento,
eran actividades físicas. En su filosofía no había espacio para
el alma. Hoy en día muchos científicos sostienen esta idea,
pero para su época era absolutamente radical. Hobbes llegó
incluso a asegurar que Dios debía de ser un gran objeto físico,
si bien algunas personas consideraban que en el fondo esto
era una forma disimulada de declarar su ateísmo.

Los críticos de Hobbes creen que fue demasiado lejos al
permitir a la soberanía (fuera ésta un rey, una reina o un parlamento)
disponer de un poder semejante sobre el individuo
en la sociedad. Al estado que describe, hoy lo llamaríamos
autoritario: aquél en el que la soberanía tiene un poder prácticamente
ilimitado sobre los ciudadanos. Aunque la paz sea
deseable, y el miedo a una muerte violenta un potente incentivo
para someterse a los poderes pacificadores, otorgar tanto
poder a un individuo o un grupo de individuos puede ser
peligroso. Hobbes no creía en la democracia (pues no creía
en la capacidad de las personas para tomar decisiones por sí
mismas), pero quizá habría cambiado de opinión si hubiera
podido conocer los horrores cometidos por los tiranos en el
siglo xx.

Hobbes era célebre por su rechazo a la existencia del
alma. Su contemporáneo René Descartes, en cambio, creía
que la mente y el cuerpo eran cosas completamente distintas.
Seguramente por eso Hobbes creía que a Descartes se le
daba mucho mejor la geometría que la filosofía y que debería
haberse dedicado a ella.


CUESTIONARIO THOMAS HOBBES – DESAGRADABLE, BRUTAL Y BREVE
Dibuja en la portada de tu trabajo si te place el siguiente dibujo y añade la leyenda HOMO HOMINI LUPUS EST (el hombre es un lobo para el hombre)


1º Busca información en internet sobre la vida y la obra de Thomas Hobbes (mínimo 50 palabras).

2º Busca información en la wiki sobre 1º la Casa de Estuardo (mínimo 50  palabras) y 2º la Guerras civiles inglesas del siglo XVII (mínimo 50 palabras).

3º a) ¿Qué opinión guardaba Hobbes del género humano?

b) ¿Por qué?

c) ¿Qué es lo que mueve a los seres humanos a actuar?

d)  ¿Qué conclusión extrae de la respuesta de la anterior pregunta?

4º Si todos los hombres son tan egoístas y buscan por encima de todo dominar a los demás (para así no temerles y poder aprovecharse de ellos), ¿Cómo es posible la convivencia pacífica y la cooperación entre los hombre?

5º ¿Qué es el “estado de naturaleza”?

6º ¿Cómo es la vida de los individuos en el “estado de naturaleza”?

7º Traduce la siguiente shakesperiana frase lapidaria de Hobbes que describe cómo sería la vida de los hombres si viviesen en el estado de naturaleza en lugar de vivir en sociedad sometidos a leyes y a un poder estatal que controla su cumplimiento:  “And the life of man, solitary, poore, nasty, brutish and short”. ¿De qué te suena esta frase?

8º ¿Qué ocurriría según Hobbes si eliminásemos el poder del Estado (que es quien se encarga de hacer las leyes y controlar su cumplimiento por parte de los individuos)?

9º ¿Por qué esta situación de “guerra sin fin  de todos contra todos” es para Hobbes la situación peor que podamos imaginar (el infierno en la Tierra)?

10º ¿Por qué son tan importantes las promesas para la convivencia pacífica y la cooperación humana?

11º a) ¿Por qué, tal como ocurre en una asociación mafiosa criminal, no puedes sentirte seguro aunque formes con algunos amigos una banda o clan para impedir que alguien te pueda matar a traición cuando duermes?

b) ¿Por qué alguien que te ha prometido algo puede en cualquier momento traicionarte?

12º ¿Qué consecuencia tiene el que pueda haber en todas partes supuestos amigos que puedan traicionarte en cualquier momento?

13º ¿Cómo podemos librar de ese miedo constante a ser traicionados por nuestros supuestos amigos o por nuestros enemigos confesos?

14º ¿Qué es el “contrato social”?

15º ¿Cómo denominó Hobbes a ese poder que nos brinda seguridad?

16º ¿A qué tiene derecho legítimo dicha entidad soberana?

17º  Según Hobbes, todos los seres humanos son conscientes de que existe una ley natural según la cual deberían tratar a los demás como les gustaría que les tratasen a sí mismos (esta regla recibe tradicionalmente el nombre de “Regla de oro”). Sin embargo, todos los hombres se dejan llevar por su egoísmo y la incumplen. ¿Qué es lo único que a juicio de Hobbes puede hacer a los hombres “entrar en razón” y respetar a sus semejantes?

18º a) ¿De qué trata la principal obra escrita por Hobbes, el  Leviathan?

b) ¿Qué es un Leviathan?

c) Dibuja lo mejor que puedas un Leviathan

d) ¿Por qué denomina Hobbes Leviathan  al Estado, es decir, a aquellos que gobiernan a la sociedad y están investidos del poder político o poder soberano?

e) Busca la portada de la primera edición del Leviathan de Hobbes y describe el dibujo que aparece en ella (la descripción aparece en el capítulo de Warburton)

f) ¿Qué representa el gigante? ¿Qué representa su cabeza?

g) ¿Qué ocurriría si el Estado perdiese su cabeza?

19º ¿Por qué el miedo a la muerte (la busca de seguridad) es lo que empuja al ser humano a vivir en sociedad?

20º Según Hobbes, para los individuos la seguridad es mucho más importante que la libertad. En la pregunta anterior has tenido que explica la consecuencia de la búsqueda de seguridad por parte de los individuos. En esta pregunta tienes que responder qué obtienen los individuos a cambio de renunciar a la libertad sin límites de la que disfrutaban en el estado de naturaleza.

21º ¿Por qué los individuos prefieren restringir su libertad y tener que obedecer al soberano por medio de un contrato social en lugar de seguir viviendo con absoluta libertad tal como hacían en el estado de naturaleza?

22º ¿Por qué podemos describir a Hobbes como un “hombre renacentista”?

23º Hobbes era un filósofo materialista ¿Qué significa tal cosa?

24º La concepción del cuerpo humano de Hobbes era mecanicista ¿Por qué?

25º ¿Por qué algunos contemporáneos de Hobbes tildaban a éste de ateo aunque afirmaba que Dios existía?

26º Finalmente, a) ¿por qué hoy en día se considera que el Estado hobbesiano es un Estado autoritario?

b) ¿Por qué tener un Estado autoritario como el que describe Hobbes puede no ser una buena idea para esos individuos que ansían la paz y la seguridad?

c) ¿Qué prueba histórica de ello nos pone Warburton?






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