jueves, 18 de febrero de 2021

1º BACH. DIURNO Y NOCTURNO - UTILITARISTAS (Bentham y Stuart Mill)

 Capítulo 21

Dicha práctica

Jeremy Bentham

    Si visitas el University College de Londres puede que te

sorprenda encontrar a Jeremy Bentham (1748–1832), o

más bien lo que queda de él, en una vitrina de cristal. Está

sentado, con la mirada al frente y su bastón favorito, al

que apodó «Dapple»1 sobre las rodillas. La cabeza está hecha

de cera. La auténtica fue momificada y ahora se encuentra

en una caja de madera, aunque anteriormente sí

había estado expuesta. Bentham pensaba que su cuerpo –él

lo llamaba autoicono– sería mejor monumento conmemorativo

que una estatua y cuando murió en 1832 dejó instrucciones

sobre cómo proceder con sus restos. Esta práctica,

sin embargo, no se ha extendido, si bien el cuerpo de

Lenin sí fue embalsamado y se expone en un mausoleo especial.


    Otras ideas de Bentham eran más prácticas. Como por

ejemplo su diseño de una cárcel circular, el Panóptico. Él lo

describió como «una máquina para volver honestos a los

granujas». Una torre en el centro permitía a unos cuantos

guardias vigilar a un gran número de prisioneros sin que

ellos supieran si estaban siendo observados o no. Este diseño

básico se utiliza hoy en día en algunas prisiones modernas

e incluso en algunas bibliotecas. Fue uno de sus muchos

proyectos de reforma social.


    Mucho más importante e influyente fue la teoría de Bentham

sobre cómo deberíamos vivir. Esta teoría, conocida

como utilitarismo o el Principio de la Mayor Felicidad, consiste

en la idea de que lo correcto es aquello que te produzca

la mayor felicidad. Aunque no era la primera persona en

sugerir este enfoque moral (Francis Hutcheson, por ejemplo,

ya lo había hecho), Bentham fue el primero en explicar

detalladamente cómo debía ser puesto en práctica. Quería

reformar las leyes de Inglaterra para que pudieran proporcionar

mayor felicidad.


    Pero, ¿qué es la felicidad? Personas distintas usan la palabra

de distinta forma. Bentham tenía una respuesta muy

sencilla a la pregunta. Depende únicamente de cómo te

sientes. La felicidad es placer y ausencia de dolor. Más placer,

o mayor cantidad de placer que dolor, significa mayor

felicidad. Para él, los seres humanos son muy simples. Dolor

y placer son las mejores guías para vivir que nos ha

proporcionado la naturaleza. Buscamos experiencias placenteras

y evitamos las dolorosas. El placer es la única cosa

que es buena en sí misma. Todo lo demás lo queremos

porque creemos que nos proporcionará placer o que nos

ayudará a evitar el dolor. Si quieres un helado, no es porque

sea bueno por sí mismo. El verdadero motivo es que

probablemente te proporcione placer cuando lo tomes. De

igual modo, procuras no hacerte quemaduras porque eso

resultaría doloroso.


    ¿Cómo se mide la felicidad? Piensa en un momento en el

que has sido realmente feliz. ¿Cómo te sentías? ¿Podrías ponerle

nota a tu felicidad? Por ejemplo, ¿fue de siete u ocho

sobre diez? Yo recuerdo un trayecto en taxi acuático al irme

de Venecia en el que sentí un nueve y medio o quizá incluso

un diez. El sol se ponía por detrás del maravilloso paisaje y

podía sentir el agua de la laguna salpicándome en el rostro

mientras mi mujer y mis hijos se reían emocionados. No

parece absurdo ponerle nota a experiencias como ésta. Bentham

sin duda creía que el placer se podía cuantificar y que

distintos placeres se podían compararar en una misma escala

y con las mismas unidades.


    "Felicific Calculus" es el nombre que le puso a este método

de calcular la felicidad. En primer lugar, has de valorar

cuánto placer te proporcionará una determinada actividad.

Ten en cuenta lo que durará, la intensidad, la probabilidad

de que dé pie a más placeres. Luego réstale cualquier unidad

de dolor que pueda causar. Lo que te queda es el valor

de esa actividad en términos de felicidad. Bentham lo llamaba

su «utilidad», refiriéndose a su provecho, pues cuanto

más placer proporcione una actividad más útil resulta a la

sociedad. Por eso a la teoría se la conoce como utilitarismo.

Compara la utilidad de una actividad con la puntuación de

otras posibles actividades y escoge la que proporcione mayor

felicidad. Simple.


    ¿Y qué hay acerca de las fuentes de placer? Se podría

pensar que es mejor obtener placer de algo edificante como

leer poesía que de jugar a un juego infantil o comer un helado,

¿verdad? No según Bentham. Cómo se produzca ese

placer da absolutamente igual. Para él, una ensoñación es

tan válida como una obra de Shakespeare si te hace igual de

feliz. Bentham utiliza el ejemplo del pushpin –un juego infantil

muy popular en su época– y la poesía. Lo único que

importa es la cantidad de placer que produce. Si ésta es la

misma, el valor de la actividad también: desde un punto de

vista utilitario, el pushpin puede ser moralmente tan bueno

como leer poesía.


    Como hemos visto en el capítulo 20, Immanuel Kant sostenía

que tenemos deberes, como por ejemplo «no mentir

nunca», válidos para todas las situaciones. Bentham, sin

embargo, creía que una acción es correcta o incorrecta dependiendo

del resultado que se pueda obtener de ella. Y esto

puede diferir según las circunstancias. Mentir no es necesariamente

siempre algo malo. Puede haber ocasiones en las

que sea lo correcto. Si, una vez tomados en cuenta todos los

factores, creemos que se obtendrá mayor felicidad contando

una mentira, eso es lo moralmente bueno en esas circunstancias.

Si un amigo pregunta si le quedan bien sus nuevos pantalones

vaqueros, alguien que siguiera a Kant diría la verdad

aunque no sea lo que su amigo quiere oír; un utilitario, en

cambio, pensaría antes si no se obtendría mayor felicidad

contando una mentira piadosa. Si es así, la mentira es la

respuesta adecuada.


    Para su época, finales del siglo xviii, el utilitarismo fue

una teoría realmente radical. Una de las razones es que, si se

calcula numéricamente, la felicidad de cualquiera es igual de

importante; en palabras de Bentham: «Cada uno cuenta por

uno, nadie por más de uno». Nadie obtiene un trato especial.

El placer de un aristócrata no cuenta más que el de un

pobre trabajador. No era así como estaba organizada la sociedad

por aquel entonces. Los aristócratas tenían gran influencia

sobre el uso de la tierra, y muchos incluso habían

heredado el derecho a sentarse en la Cámara de los Lores y

decidir las leyes de Inglaterra. No sorprende, pues, que algunos

se sintieran incómodos con la importancia que le daba

Bentham a la igualdad. Aunque quizá todavía más radical

para la época era su creencia de que la felicidad de los animales

era relevante. Puesto que podían sentir placer y dolor,

los animales también formaban parte de su ecuación de la

felicidad. No importaba que no pudieran razonar o hablar

(a Kant sí le habría importado); desde el punto de vista de

Bentham ésos no eran rasgos relevantes para la inclusión

moral. Lo que importaba era su capacidad para el dolor y el

placer. Ésta es la base de muchas campañas actuales para la

protección de los animales, como la de Peter Singer (ver el

capítulo 40).


    Lamentablemente para Bentham, su planteamiento general

y su énfasis en tratar por igual todas las posibles causas

de felicidad ha recibido grandes críticas. Robert Nozick

(1938–2002), por ejemplo, ideó el siguiente experimento

mental. Imagina que una máquina de realidad virtual te pudiera

proporcionar la ilusión de vivir la vida, pero sin riesgo

de dolor ni sufrimiento. En cuanto llevaras un tiempo enchufado

a esta máquina, te olvidarías de que ya no estás

experimentando directamente la realidad y quedarías completamente

enganchado a la ilusión. Esta máquina generaría

una amplia serie de experiencias placenteras. Sería como un

generador de sueños; podría, por ejemplo, hacer que metas

un gol en un Mundial o que disfrutes de unas vacaciones de

ensueño. Todo aquello que te proporcione el mayor placer

podría ser simulado. Como esta máquina maximizaría tus

estados mentales de gozo, deberías, según el análisis de Bentham,

permanecer el resto de tu vida enchufado a ella. Sería

el mejor modo de potenciar el placer y minimizar el dolor. Y

sin embargo, mucha gente, por mucho que disfrutara experimentando

con la máquina de vez en cuando, se negaría a

pasarse la vida enchufado a ella, puesto que hay otras cosas

que valoran más que una serie de estados mentales de felicidad.

Lo que esto parece demostrar es que Bentham estaba

equivocado al defender que cualquier modo de obtener la

misma cantidad de placer es igual de válido, y que no todo el

mundo se guía únicamente por el deseo de maximizar el placer

y minimizar el dolor. Este asunto lo retomó su excepcional

pupilo y posteriormente crítico, John Stuart Mill.


    Bentham estaba inmerso en su propia época y deseaba encontrar

soluciones a los problemas sociales que le rodeaban.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel aseguraba ser capaz de adoptar

una posición objetiva desde la que obtener una visión general

de todo el curso de la historia de la humanidad; historia

que se desarrollaba de acuerdo con un patrón que únicamente

los más destacados intelectos podían comprender.


CUESTIONARIO

 DICHA PRÁCTICA – JEREMY BENTHAM (CAP. 21 Warburton)

Si te place, puedes pegar en el frontispicio de tu trabajo una foto impresa del autoicono de Bentham que se encuentra en el University College of London. También puedes, si lo prefieres, dibujarlo.

1º Es característico de los británicos el ser un poco excéntricos. ¿Cuál fue la excentricidad que Bentham llevó a cabo al final de su vida?

2º Uno de sus proyectos de reforma social fue el “panóptico”.

a)      Busca el significado de este término en el siguiente enlace https://definicion.de/panoptico/ y

b)      explica luego, a partir de lo que del panóptico nos cuentan en el libro, qué es.

a)      ¿Cómo se denomina la doctrina ética de Bentham, la teoría acerca de cómo deberíamos vivir?

b)       Explica también, en segundo lugar, qué defiende dicha teoría.

c)       Finalmente, en tercer lugar, cómo pensaba Bentham llevar a la práctica esta doctrina.

4º ¿Qué es la felicidad para Bentham?

5º Explica por qué la naturaleza y la vida de los hombres es “tan simple” (es decir, por qué es tan sencillo saber en qué consiste la felicidad que ansiamos todos los seres humanos).

6º Explica qué significa que el placer es “la única cosa buena en sí misma”.

a)      ¿Por qué Bentham creía que se le puede poner nota a todo lo que hacemos?

b)      ¿Qué nombre le puso a su método para calcular la felicidad?

c)       Sigue el punto de vista de Bentham y ponle nota (del - 10 al 10) a las siguientes experiencias: de lo que se trata es de que construyas una tabla y consignes la cantidad de placer (con números enteros positivos) y la cantidad de dolor (con números enteros negativos) en dos columnas diferenciadas; finalmente, en una tercera columna, consigna el resultado final y, por lo tanto, la utilidad de la experiencia en cuestión.

-          Enamorarte y ser correspondido:

-          Comer tu plato preferido:

-          Preparar un examen de filosofía:

-          Leer poesía:

-          Jugar al fútbol:

-          Escuchar en concierto al grupo que más te gusta:

-          Escuchar al cantante que más detestas:

-          Ayudar a alguien que lo necesita (por ejemplo, un anciano que se cae en la calle):

-          Enfrentarme a la opinión de la mayoría de la clase:

-          Tocarme las narices:

-          Soñar despierto y pensar en que voy a tener un brillante futuro:

8º Explica el método de Bentham para calcular la felicidad (paso a paso; son tres pasos).

9º ¿Cómo denominó al valor de una actividad en función de la felicidad que produce?

10º Explica

a)      qué es la utilidad y

b)      para qué sirve

11º

a)      Busca el significado de la palabra “edificante”, anota su significado y  

b)      luego responde por qué para Bentham no tiene ninguna relevancia la “calidad moral” (el carácter edificante) de la actividad que produce el placer.

12º Si la “calidad” de la actividad no importa, ¿sucede lo mismo con la “cantidad” de felicidad que produce dicha actividad?

13º

a)      ¿De qué depende la corrección o incorrección moral de una acción según Bentham?

b)      Pon algún ejemplo de tu propia cosecha (de tu propia autoría; no puedes copiar el que aparece en el libro: el ejemplo de la mentira piadosa).

14º ¿Cuál es la consecuencia más importante que tiene para el individuo el cálculo numérico utilitarista de la felicidad?

15º La doctrina más revolucionaria del mundo moderno es la que afirma la igualdad de todos los hombres. Los utilitaristas fueron radicales igualitaristas.

a)      ¿A través de qué principio formularon su igualitarismo?

b)      ¿Por qué en los tiempos de Bentham, allá por finales del siglo XVIII, está doctrina era tan radical e inconformista?

16º ¿Qué relación hay entre Bentham y nuestro viejo amigo Peter Singer, un filósofo utilitarista de nuestra época?

17º

a)      Busca información en la wiki acerca de Robert Nozick (basta con una breve reseña biográfica de cinco líneas).

b)      ¿Crees que el experimento inventado por Robert Nozick convencería a Bentham de qué es irrelevante la fuente de la que obtenemos el placer?

 

 

 

 


 

Capítulo 24

Espacio para crecer

John Stuart Mill

    Imagina que durante la mayor parte de tu infancia te hubieran

mantenido alejado de otros niños. Que, en vez de pasarte

el tiempo jugando, hubieras estado recibiendo clases particulares

de griego y álgebra y manteniendo conversaciones con

adultos extremadamente inteligentes. ¿Cómo serías ahora?


    Esto es más o menos lo que le pasó a John Stuart Mill

(1806–1873). Fue un experimento pedagógico. Su padre, James

Mill, un amigo de Jeremy Bentham, compartía la opinión

de John Locke de que la mente de un niño era una pizarra en

blanco. James Mill estaba convencido de que si criabas a un

niño de una determinada manera, había muchas posibilidades

de que él o ella fuera un genio. Así pues, James decidió

darle clases a su hijo en casa, asegurándose de que no perdiera

el tiempo jugando con otros niños de su edad o aprendiendo

malos hábitos de ellos. Esto no consistía, sin embargo, en em-

pollar, memorizar a la fuerza, ni nada de eso. James le enseñaba

mediante el socrático método del interrogatorio, animando

así a su hijo a explorar las ideas que estaba aprendiendo en

vez de simplemente repetirlas como un loro.


    El increíble resultado fue que, a la edad de tres años, John

estaba estudiando griego antiguo. A los seis, había escrito una

historia de Roma, y a los siete podía entender los diálogos de

Platón en su idioma original. A los ocho comenzó a aprender

latín. Hacia los doce tenía un profundos conocimientos de

historia, economía y política, podía resolver complejas ecuaciones

matemáticas y tenía un apasionado y sofisticado interés

por la ciencia. Era un prodigio. Ya en la veintena, era uno

de los pensadores más brillantes de su época, aunque nunca

llegó a recuperarse de su extraña infancia y siguió siendo alguien

solitario y algo distante el resto de su vida.


    En cualquier caso, sí se convirtió en una especie de genio,

de modo que el experimento de su padre había funcionado.

Además de un defensor de la justicia y uno de los primeros

feministas (lo arrestaron por promover el control de natalidad),

fue político, periodista y un gran filósofo, quizá el más

grande del siglo xix.


    Mill fue criado en el utilitarismo, y la influencia que tuvo

Bentham en él fue inmesa. Los Mill solían ir cada verano a la

casa de campo que Bentham tenía en Surrey. Sin embargo,

aunque Mill estaba de acuerdo con él en que la acción correcta

es siempre aquélla con la que se obtiene la mayor felicidad,

más adelante le pareció que el planteamiento de su maestro

sobre la felicidad como placer era demasiado rudimentario.

Así pues, el joven filósofo desarrolló su propia versión de la

teoría, en la que distinguía entre placeres elevados y bajos.

Si pudieras elegir, ¿preferirías ser un cerdo feliz revolcándose

en su embarrada pocilga y comiendo en un comedero o

un ser humano triste? A Mill le parecía obvio que todo el

mundo preferiría ser un ser humano triste en vez de un cerdo

feliz. Sin embargo, eso iba en contra del pensamiento de

Bentham. Éste, como recordarás, decía que lo único importante

eran las experiencias placenteras, independientemente

de su origen. Mill no estaba de acuerdo. Pensaba que había

distintos tipos de placer y que algunos eran mejores que

otros, tanto que ninguna cantidad de placer bajo podía estar

a la altura del elevado, por pequeño que fuera éste. Los placeres

bajos, como los que puede experimentar un animal,

nunca estarían a la altura de los elevados e intelectuales,

como el placer de leer un libro o escuchar un concierto. Mill

fue más allá, y dijo que sería mejor ser Sócrates insatisfecho

que un necio satisfecho, puesto que, gracias a su pensamiento,

el primero era capaz de obtener placeres mucho más sutiles

de los que un necio podría lograr jamás.


    ¿Por qué creer a Mill? Su respuesta era que cualquiera

que haya experimentado placeres elevados y bajos preferirá

los primeros. El cerdo no puede leer ni escuchar música clásica,

así que su opinión al respecto no cuenta. Si un cerdo

pudiera leer, preferiría leer a revolcarse por el barro.


    Eso es lo que Mill pensaba, pero algunos han señalado

que no todo el mundo es como él en cuanto a lo de preferir

leer a revolcarse con el barro. Además, cuando introduce

diferentes tipos de placer (elevado y bajo) así como diferentes

cantidades, resulta verdaderamente difícil calcular qué se

debe hacer. Una de las grandes virtudes del planteamiento

de Bentham era su simplicidad; todo tipo placer y dolor se

medían con la misma moneda. Mill, en cambio, no establece

ningún tipo de cambio entre las diferentes monedas de los

placeres elevado y bajo.


    Mill aplicaba su pensamiento utilitario a todos los aspectos

de la vida. Creía que los seres humanos son un poco como

árboles. Si a un árbol no le das suficiente espacio, crecerá retorcido

y débil. En el lugar adecuado, en cambio, desarrollará

todo su potencial y alcanzará una gran altura y extensión. De

igual modo, en las circunstancias adecuadas, los seres humanos

florecen, y las consecuencias de ello son buenas no sólo

para el individuo en cuestión, sino para toda la sociedad, pues

maximizan la felicidad. En 1859, Mill publicó un libro breve

pero inspirador en el que defendía la idea de que proporcionar

a todo el mundo espacio para desarrollarse era el mejor

modo de organizar la sociedad. Este libro se titula Sobre la

libertad y todavía hoy día se lee mucho.


    Paternalismo, palabra que proviene de la latina pater,

«padre», significa obligar a alguien a hacer algo por su propio

bien (aunque bien podría haber sido maternalismo, de

mater, «madre»). Si de niño te hacían comer verduras entenderás

bien este concepto. Comer verduras sólo es beneficioso

para uno mismo, pero aun así tus padres te obligaban a

hacerlo por tu propio bien. Mill pensaba que el paternalismo

era aceptable con los niños, pues éstos necesitan que los

protejan de sí mismos y se ha de controlar su comportamiento.

Pero tratar con paternalismo a los adultos en una

sociedad civilizada le parecía inaceptable. La única justificación

para ello sería que las acciones de un adulto pudieran

causar daño a alguien o que este adulto tuviera problemas

psiquiátricos graves.


    El mensaje de Mill era simple. Se conoce como el Principio

del Daño. Todo adulto debería ser libre para vivir como

quiera siempre que con ello no dañe a nadie. Ésta era una

idea revolucionaria en la Inglaterra victoriana. Por aquel entonces,

mucha gente consideraba que, en parte, el papel del

gobierno era imponer unos valores morales a la población.

Mill no estaba de acuerdo. Pensaba que, cuanta más libertad

tuvieran los individuos para comportarse, más felices

serían. Y no sólo le preocupaba que el gobierno le dijera a

los ciudadanos lo que tenían que hacer. Odiaba lo que llamaba

«la tiranía de la mayoría», el modo en que la presión

social podía evitar que mucha gente hiciera lo que quería

hacer o fuera lo que quería ser.


    Otros pueden pensar que saben lo que te hará feliz, pero

suelen estar equivocados. Tú sabes mucho mejor que ellos

lo que realmente quieres hacer con tu vida. E incluso si no lo

sabes, creía Mill, es preferible que cada uno de nosotros cometa

sus propios errores a que nos obliguen a llevar un determinado

estilo de vida. Esto era coherente con su utilitarismo,

pues Mill creía que si se incrementaba la libertad individual

habría más felicidad general que si se restringía.


    Los genios, según Mill (que lo era), necesitan más libertad

aún que el resto para poder desarrollarse. Rara vez cumplen

las expectativas de la sociedad sobre cómo deberían

comportarse y a menudo parecen excéntricos. Si se coarta su

desarrollo, todos salimos perdiendo, pues probablemente

no harán las contribuciones a la sociedad que podrían haber

hecho. Así pues, si quieres obtener la mayor cantidad posible

de felicidad, deja que la gente haga su vida sin interferir

en ella; a no ser, claro está, que sus acciones puedan causar

daño a alguien. Ahora bien, que te parezca ofensivo lo que

hace alguien no es razón suficiente para impedirle vivir

como quiera hacerlo. Mill fue muy claro en este punto: la

ofensa no debía confundirse con el daño.


    El planteamiento de Mill tiene algunas consecuencias un

poco inquietantes. Imagina a un hombre sin familia que decide

que se beberá dos botellas de vodka cada noche. Está claro

que terminará matándose. ¿Debería intervenir la ley para detenerle?

No, dice Mill, a no ser que pueda dañar a alguien.

Puedes razonar con él, decirle que se está destruyendo, pero

nadie debería obligarle a cambiar. Es su libre elección. No sería

libre si tuviera un niño a su cargo, pero si nadie depende de

él, puede hacer lo que quiera.


    Además de la libertad de vivir como quisiera, Mill creía

que era vital que todo el mundo contara asimismo con libertad

de pensamiento y de expresión. La discusión abierta es

de gran provecho a la sociedad, pues obliga a las personas a

replantearse sus convicciones. Si nadie te desafía con puntos

de vista opuestos a los tuyos, terminarás sosteniendo tus

opiniones como «dogmas muertos»; es decir, prejuicios que

no podrás defender. Mill defendía la libertad de expresión

siempre que no incitara a la violencia. Un periodista, creía

él, debería ser libre para escribir un editorial en el cual declarara

que los «vendedores de maíz matan de hambre a los

pobres», pero si agitara una pancarta con las mismas palabras

en la escalera de la casa de un vendedor de maíz y ante

una muchedumbre furiosa, estaría incitando a la violencia,

así que el Principio del Daño de Mill lo prohibiría.


    Muchos no estaban de acuerdo con Mill. Algunos pensaban

que su visión de la libertad se centraba demasiado en

que lo que importa es cómo se siente el individuo respecto a

su vida (es mucho más individualista, por ejemplo, que el

concepto de libertad de Rousseau; ver el capítulo 18). Otros

opinaban que estaba abriendo las puertas a una sociedad

permisiva que arruinaría la moral para siempre. James Fitzjames

Stephen, uno de sus contemporáneos, sostenía que a

la mayoría de la gente no se le deberían ofrecer demasiadas

opciones sobre cómo vivir, puesto que, de tener carta blanca,

muchos terminarían tomando decisiones perniciosas y

autodestructivas.


    Un área en la que Mill era particularmente radical para

la época en la que escribía era el feminismo. En la Inglaterra

del siglo xix, las mujeres casadas no tenían derecho a la propiedad,

y carecían de protección legal contra la violencia y

las violaciones de sus maridos. En El sometimiento de las

mujeres (1869), Mill sostenía que los sexos debían ser tratados

igual por la ley y la sociedad. Algunos de sus contemporáneos

afirmaban que las mujeres eran inferiores a los hombres.

Él se preguntaba cómo podían saber eso cuando a las

mujeres se les había impedido alcanzar su máximo potencial:

no se les permitía acceder a estudios superiores ni tampoco

a muchas profesiones. Por encima de todo, Mill defendía

mayor igualdad entre los sexos. El matrimonio debía ser

una amistad entre iguales, sostenía él. Su propio matrimonio

con la viuda Harriet Taylor (ambos ya en la edad madura)

fue así y les proporcionó gran felicidad a ambos. Habían

sido amigos íntimos (y quizá incluso amantes) mientras el

primer marido de ella todavía estaba vivo. Mill tuvo que

esperar hasta 1851 para convertirse en el segundo. Ella le

ayudó a escribir tanto Sobre la libertad como El sometimiento

de las mujeres, aunque, lamentablemente, murió antes

de que ninguno de los dos fuera publicado.


    Sobre la libertad apareció por primera vez en 1859. El

mismo año que otro libro todavía más importante: El origen

de las especies de Charles Darwin.


CUESTIONARIO


CAPÍTULO 24

Espacio para crecer – John Stuart Mill

1º John Stuart Mill fue el primer gran filósofo feminista de la historia, es decir, el primero que defendió públicamente y creyó en la radical igualdad entre el hombre y la mujer, tanto moral como socialmente. Es por ello, por lo que, entre otras cosas, defendió ante el Parlamento de Westminster el derecho al voto de las mujeres.

Te invito por ello a que ilustres tu trabajo dibujando cualquier motivo relacionado con el movimiento sufragista que reivindicó a principios del siglo pasado en todos los países anglosajones el derecho al voto (al sufragio) de las mujeres.

 

2º Haz una reseña acerca de la vida y obra de Stuart Mill (mínimo, 50 palabras).

 

3º Explica  el experimento pedagógico que James Mill, el padre de Staurt Mill, llevó a cabo con su hijo.

 

4º En qué idea filosófica de un gran filósofo empirista del siglo XVII se inspiró dicho experimento.

 

  ¿Compartes la idea de James Mill de que si somos al nacer una pizarra en blanco en la que cualquier cosa puede ser escrita, una adecuada educación puede convertir a cualquiera de nosotros en un genio? Justifica tu respuesta

Respuesta personal del alumno.

6º ¿En qué doctrina ética fue educado Stuart Mill?

 

7º ¿Con que principio moral de Bentham estaba de acuerdo Mill? Para responder esta pregunta tendrás que hacer memoria de lo que leíste en el capítulo dedicado a Bentham.

 

8º ¿Por qué Stuart Mill no estaba de acuerdo con la teoría de la utilidad de Bentham?

 

9º ¿En qué no estaba de acuerdo con el padre del Utilitarismo?

 

10º ¿Por qué para Bentham es mejor ser un cerdo satisfecho que un ser humano insatisfecho?

 

11º ¿Por qué, por el contrario, para Mill es preferible ser un ser humano insatisfecho a un cerdo feliz?

 

12º ¿Qué razón aduce Mill para justificar su postura de que hay placeres que son inconmensurablemente superiores a otros (el placer que le produce a Sócrates el ejercicio del pensamiento reflexivo versus el placer que le produce a un marrano revolcarse en el lodo)?

 

13º ¿Cómo cuestionaron los críticos de Mill este planteamiento que jerarquiza los placeres entre placeres elevados y superiores y placeres bajos e inferiores?

 

14º ¿Cuál es la ventaja del planteamiento de Bentham respecto al de Mill a la hora de calcular qué placeres preferir?

 

FIN DEL PRIMER TRABAJO ...........................................................................................................

15º ¿A qué aspectos de la vida aplicaba Mill su pensamiento utilitario?

 

16º Explica la metáfora de Mill en la que compara la vida de los seres humanos con el crecimiento de una planta.

 

17 ¿Quién se beneficia de que el individuo desarrolle todo su potencial?

 

18º ¿Qué obra publicó Mill en 1859?

 

19º ¿Qué otra gran obra del pensamiento británico fue publicada en 1859? (esta pregunta podrás contestarla una vez hayas terminado de leer la totalidad del capítulo).

 

20º ¿Qué idea defiende Mill en “Sobre la libertad”?

 

21º ¿Qué crees que es ese espacio para desarrollarse del que habla Mill? (una pista para contestar esta pregunta la encontrarás en el título de la obra)

Ese espacio para desarrollarse es lo que usualmente denominamos ……………………………………

 

22º ¿A qué género filosófico pertenece Sobre la libertad?

Si la obra trata acerca del “mejor modo de organizar la sociedad”, Sobre la libertad es una obra de pensamiento ………………………….. (la contestación es propia del alumno)

 

23º Explica qué es el paternalismo

 

24º ¿Por qué Mill rechaza que la sociedad, el Estado o los gobernantes traten de una forma paternalista a sus ciudadanos?

 

 

25º ¿Cualés son los dos casos en los que está justificado que el Estado trate con paternalismo a un adulto?

 

 

26º ¿Cómo se denomina el principio ético sobre el cual se articula el pensamiento político se Mill?

 

27º Explica dicho principio

 

28º Hoy en día, el principio del daño es aceptado por casi todo el mundo (es uno de los principios fundamentales de nuestra concepción actual de lo que es una sociedad verdaderamente democrática), pero aún no lo era en la puritana sociedad en la que vivió Mill. Explica por qué era una idea revolucionaria en la Inglaterra victoriana de aquel entonces.

 

29º ¿Por qué Mill no estaba de acuerdo con que el gobierno le dictase a la gente cómo tenían que vivir?

 

30º ¿A qué denominaba Mill “tiranía de la mayoría”?

 

31º ¿Por qué odiaba Mill no solo la tiranía del Estado (la tiranía política), sino también la tiranía de la mayoría (la tiranía social)?

 

32º ¿Por qué es coherente la doctrina acerca de la libertad individual de Mill con su teoría utilitarista?

 

33º ¿Por qué crees que es mejor que decidas tú qué hacer con tu vida en lugar de que lo elijan los demás? (son dos razones)

1º razón:

2º razón:

 

34º La única razón para interferir en la vida de alguien, según Mill, es que su comportamiento haga daño a otra persona. ¿Es lo mismo el que alguien le haga daño a otra persona que simplemente resulte para alguien ofensivo su modo de vivir, por ejemplo, que no nos agraden las excentricidades de determinadas personas? O lo que es lo mismo, ¿por qué según Mill no debemos confundir el daño con la ofensa? (respuesta personal del alumno)

 

35º ¿Qué debe hacer el Estado ante el problema del alcoholismo o la drogadicción en caso de que el alcohólico no tenga ningún hijo a su cargo y en caso de que sí lo tuviese?

 

36º ¿Qué razón aduce Mill para defender la libertad de pensamiento y expresión?

 

37º ¿Cuál es la única razón para limitar la libertad de expresión?

 

38º La concepción de Mill respecto a cuánta libertad debe disfrutar el individuo frente a la sociedad (lo que prohíben las costumbres imperantes) y el Estado (lo que prohíben las leyes) recibió críticas por dos frentes. Explica cuáles son esas dos críticas y qué pensadores o intelectuales las podrían haber planteado o las hicieron de hecho

1º crítica:

-          Crítica que le podría haber hecho a Mill …………………………………..

-          Lo que se critica de la concepción de la libertad de Mill es ……………………….. 

2º crítica:

-          Crítica que le hizo a Mill su contemporáneo …………………………………..

-          Lo que criticaba de la concepción de la libertad de Mill es ………………………..

 

39º Los seguidores de Rousseau (¿Quiénes son los seguidores de Rousseau? Aquellos que desde el siglo XIX denominamos socialistas o personas de ideología izquierdista) criticaban a Mill porque consideraban que la concepción de la libertad de Mill era individualista (en términos políticos, tenía una concepción liberal, de derechas). ¿Por qué crees que para los roussonianos es criticable defender una concepción individualista de la libertad? (Respuesta personal del alumno)

 

40º Mill tenía ideas políticas muy radicales para la época como su defensa de los derechos de las mujeres. ¿De qué derechos no disfrutaban las mujeres de aquella época? (no olvides que Gran Bretaña era a mediados del siglo XIX la sociedad más moderna y avanzada del mundo)

 

41º ¿Cómo se titula la obra que escribió Mill para defender los derechos de la mujer? ¿En qué año se publicó dicha obra?

 

42º ¿Qué idea mantenía Mill respecto a cómo debía tratar la sociedad y las leyes a las mujeres?

 

43º La sociedad victoriana aún pensaba que las mujeres son realmente inferiores a los hombres (es decir, que tienen unas menores capacidades intelectuales y morales: las mujeres son tontas e histéricas). ¿Cómo cuestionó Mill esa idea comúnmente aceptada en su época?

 

44º En los tiempos de Mill la esposa debía estar totalmente subordinada a la autoridad de su marido. Las ideas respecto a la relación matrimonial también eran absolutamente revolucionarias para la época. Explica qué debe ser el matrimonio según Mill y cómo vivió su relación conyugal con Harriet Taylor conforme a dicha concepción.

 

 

 

 

 


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