PLATÓN II – ANTROPOLOGÍA, ÉTICA Y
POLÍTICA
Antropología platónica: el dualismo
antropológico
Expliquemos
seguidamente la antropología platónica, esto es, la concepción platónica de la
naturaleza humana.
1º
Profundamente influenciada por el orfismo y el pitagorismo:
-
el
hombre está compuesto por dos entidades diferenciadas: el alma y el cuerpo.
-
el
alma se encuentra encerrada en el cuerpo como si de una cárcel se tratase.
-
el
alma es divina y por ello inmortal.
-
el
lugar de las almas son los cielos.
-
el
alma que consigue purificarse (separarse del cuerpo) retornará a los cielos
tras la muerte. El alma que no lo consiga se reencarnará en otro cuerpo. Esta
es la doctrina de la transmigración de las almas o metempsicosis.
2º
El ser humano, como decíamos más arriba, está compuesto por un cuerpo y un
alma, dos substancias diferenciadas. Es el “dualismo antropológico platónico”
(expuesto en el diálogo Fedón)
3º
El cuerpo:
-
pertenece
al mundo sensible.
-
es
material.
-
es
mortal: nace y perece, se genera y se corrompe.
-
sólo
puede alcanzar el conocimiento sensible (la doxa).
4º
El alma:
-
pertenece
al mundo inteligible (no porque sea una Idea, sino porque está destinada a la
contemplación de las Ideas).
-
es
incorpórea e inmaterial.
-
es
divina e inmortal.
-
puede
alcanzar el conocimiento inteligible (la epistheme).
-
tiene
una estructura tripartita (ilustrada en “el Mito del Carro Alado” del diálogo
Fedro).
5º
La estructura tripartita del alma - El alma está compuesta de tres partes o
funciones (de tres almas): razón, ánimo y apetito
A)
ALMA
RACIONAL (razón):
-
se
ubica en la cabeza.
-
cumple
la función racional: conocimiento de las Ideas+ gobierno de las partes
inferiores del alma (autocontrol y dirección de la conducta).
B)
ALMA
IRASCIBLE (ánimo):
-
se
ubica en el pecho.
-
cumple
la función volitiva: sentir ira y valor (emociones positivas que se ponen al
servicio de la razón).
C)
ALMA
CONCUPISCIBLE (apetito):
-
se
ubica en el vientre.
-
función
apetitiva: deseo de bienes materiales y sensibles (placer, riqueza, poder,
fama).
6º
¿Por qué el alma se encuentra en el mundo sensible atrapada en un cuerpo?
Porque una de las partes inferiores
del alma, el alma apetitiva, que siente una atracción irresistible por lo
sensible y corpóreo, se ha sublevado y ha dominado a la parte racional. La
consecuencia es que el alma cae de los cielos al mundo sensible, donde quedará
atrapada en un cuerpo al que dará vida.
7º
Las almas que logren la separación del cuerpo, la purificación, retornarán a
los cielos, donde podrán volver a contemplar las Ideas. Las almas que no lo
logren purificarse, se reencarnarán.
8º
¿Cómo se logra dicha purificación?
A través de la búsqueda del
conocimiento y el ejercicio de la virtud:
-
en
el caso del conocimiento, se trata de renunciar al conocimiento sensorial y
orientarse a la contemplación de las Ideas.
-
en
el caso de la virtud, se trata de renunciar al placer, a los intereses egoístas,
y obrar en búsqueda del bien y la justicia (del interés colectivo, del interés
de la polis).
9º
En el “Fedro”, Platón explica la estructura tripartita del alma a través del “Mito
del Carro Alado”. El conjunto anímico es representado por una biga (un carro
tirado por dos caballos) con alas:
A)
las alas
simbolizan el carácter etéreo, celeste, de las almas:
B)
el
auriga (el cochero) representa la parte racional del alma humana.
C)
el
caballo blanco, noble y obediente, representa el ánimo (la parte inferior del
alma que obedece los dictados de la razón).
D)
el
caballo negro, innoble y desobediente, simboliza al indómito apetito (la parte
inferior del alma que se resiste a los designios de la razón).
La ética platónica: concepción
platónica de la virtud y de la justicia ética
Vamos a explicar la doctrina platónica sobre la virtud,
la areté. Previamente vamos a hacer un poco de historia sobre el
concepto de “areté”:
a)
Concepción aristocrática de la areté (concepción
dominante en los tiempos heroicos de los héroes homéricos y en la Era Arcaica,
la Grecia de las polis aristocráticas y predemocráticas (s. VIII-VI a.C.).
1.
La areté no tiene connotaciones ni morales ni
religiosas.
2.
Es una cualidad intrínseca de los aristócratas, de los
nobles (se hereda a través del linaje).
3.
Los nobles, por tener areté, son:
i.
Los más valerosos, los mejores en la guerra (Aquiles).
ii.
Los más sabios y prudentes, los mejores líderes de la
comunidad (Ulises).
iii.
Los más bellos: es el ideal de la kalokagathia (los más bellos y buenos).
Quien poseía
la virtud, la areté, tenía éxito (era el mejor guerrero) y fama (los aedos
cantaban sus hazañas).
b)
Concepción democrática de la areté (corresponde
a la Era Clásica: a las polis democráticas de los siglos V y IV a. C.):
1.
La areté se puede aprender (no es algo heredado a
través del linaje familiar).
2.
¿Quién la enseña? Los sofistas (para alcanzar la virtud,
es necesaria una formación, una educación, una paideia, que es lo que enseñan los sofistas).
3.
El término areté sigue sin tener connotaciones ni
morales ni religiosas: su objetivo sigue siendo el éxito, hacer triunfar al
individuo en la Asamblea, lograr que triunfen sus intereses (de ahí, el “todo
vale” y el relativismo moral característico de la sofística).
c)
Concepción socrática de la areté (aquí es
cuando la areté empieza a tener connotaciones morales; y de ahí, que se
considere a Sócrates como el padre de la ética en Occidente).
1.
La virtud deja de ser una habilidad para conseguir una
cosa a cualquier precio (como era para los sofistas). Para Sócrates, cosas como
el bien o la justicia, o el buen gobierno, no son manipulables, algo que se
puede poner al servicio de los intereses del individuo (y es por ello, por lo
que Sócrates cumple siempre las leyes de la polis, aunque ello no le beneficie
sino que le perjudique).
2.
Además, la virtud sólo se alcanza si se logra previamente
el saber acerca de qué es lo justo y bueno (es la doctrina del intelectualismo
moral).
Expliquemos seguidamente, después de esta
contextualización histórica del concepto de areté, la concepción
platónica de la virtud.
-
Para Platón, el Bien, la Justicia, el Valor son Ideas y,
como tales Ideas, tienen su propio mundo (el mundo de las Ideas). Por ello,
para Platón es necesario:
i.
el conocimiento de lo que es el bien, la justicia, etc.
(como para Sócrates), aunque no basta con su mero conocimiento (como sí le
bastaba a Sócrates) y
ii.
la purificación del alma: Platón consideraba que al alma
lo que le interesa es el éxito, pero como el alma pertenece al mundo de las
Ideas, el éxito no debe buscarse en este mundo (como lo buscaban los sofistas),
sino en el otro mundo, en el mundo inteligible, y de ahí la necesidad de
purificación.
-
Por todo esto es por lo que, para Platón, la virtud
tendrá tres significados:
1º en razón de
la influencia de Sócrates, la virtud sigue consistiendo en el conocimiento, en
alcanzar la sabiduría (y por ello, sólo el sabio puede ser un ciudadano y
gobernante virtuoso).
2º en virtud
de la influencia de las creencias religiosas del pitagorismo, la virtud
consistirá en la purificación: en la liberación del alma con respecto al
cuerpo, y en la vuelta del alma al mundo de las Ideas.
3º por su
concepción tripartita del alma (ésta es la concepción de virtud propia,
privativa de Platón), la virtud es concebida como justicia, como la justicia
del alma.
¿Qué es la justicia del alma?
La armonía o el orden de las tres partes del alma.
¿En qué consiste dicho orden o armonía anímica?
En lo siguiente:
i.
Cada parte del alma tiene que cumplir una función y
poseer una virtud:
a)
Razón: a la parte racional le corresponde 1º la función
cognoscitiva y 2º la virtud de la sabiduría/prudencia.
b)
Ánimo: a la parte volitiva, le atañe 1º la función irascible
(insuflar de energía a la razón) y 2º la virtud de la valentía o fortaleza.
c)
Apetito: a la parte concupiscente, le compete 1º la función
apetitiva y 2º la virtud de la templanza.
ii.
La virtud de la justicia (la justicia ética o justicia del
alma) consiste en el adecuado orden de las tres partes del alma:
a)
Que la razón, la parte superior del alma, rija, y que el
ánimo y el apetito, partes inferiores, obedezcan.
b)
Cuando las partes inferiores no obedecen a la parte
superior, se produce el desorden del alma y la injusticia de ésta (no la virtud,
sino el vicio).
c)
Este desorden de las partes del alma es concebido por
Platón como una enfermedad (como una enfermedad para el alma) y su equilibrio y
armonía como su salud (como la salud del alma). En todo ello, Platón se inspiró
en las doctrinas de la medicina griega de la época, la medicina hipocrática,
que consideraba que la salud y la enfermedad del cuerpo dependía del equilibrio
de los humores, de los fluidos corporales: la sangre, la flema, la bilis blanca
y la bilis negra.
La
teoría política de Platón: la justicia política
La concepción política de Platón es dependiente de su
concepción tripartita y jerarquizada del alma (un alma justa, el alma de un
ciudadano justo y virtuoso como Sócrates es, según Platón, aquella en la que 1º
cada parte del alma cumple con la función que le es específica, y 2º en la que
el alma entera está regida por la parte superior, la función racional).
Siguiendo el mismo esquema que ya aplicó al alma y
conforme al “principio de correlación estructural del alma y la ciudad”
(que establece una similar y análoga estructura entre el alma y la polis),
Platón afirmará:
1º que la ciudad, la polis, debe estar compuesta por tres
estamentos (tres clases sociales):
-
los gobernantes-filósofos.
-
los guerreros-guardianes
-
los productores
2º Cada uno de dichos estamentos tiene que cumplir una
única función social específica (este principio es conocido con el sobrenombre
de “principio de especialización funcional”):
a)
la función de los gobernantes-filósofos es gobernar con
prudencia, con sabiduría, la ciudad (el bien común debe estar siempre por
encima del bien particular). Sólo pueden ser gobernantes aquellos que son sabios
(porque sólo ellos han alcanzado el conocimiento de las Ideas y, finalmente, el
conocimiento de la Idea de Bien) y virtuosos (los gobernantes tienen que
ser ciudadanos como Sócrates, hombres íntegros dotados de un alma justa, es
decir, máximamente virtuosos, incorruptibles).
b)
la función de los guerreros es la defensa de la Ciudad y
el mantenimiento del orden social (el cumplimiento de las leyes). No cualquier
ciudadano puede ser guerrero. Los guerreros deben ser sólo los ciudadanos más
valerosos.
c)
la función social de los productores es encargarse de
producir los bienes que necesita la Ciudad (artesanos, agricultores,
comerciantes). Se les exige trabajar sacrificadamente y vivir frugalmente, con
moderación.
3º Cuando cada clase social cumple con su función específica,
se da la justicia en la Ciudad, la justicia de la polis, la justicia política.
La justicia política viene determinada, por lo tanto, por el principio de
especialización funcional.
4º ¿Quién determina a qué clase social pertenece cada
ciudadano?
La Ciudad (el Estado, la polis). ¿Por qué la Ciudad?
Según el Mito de los Metales,
los hombres están dotados por naturaleza de un tipo de alma (de bronce, de
plata o de oro) que les hace más proclives a cumplir una determinada función
social (producción, defensa o gobierno):
·
Los hombres con alma de bronce son aquellos en los que la parte
preponderante de su alma es el apetito y por ello, al estar dotados de una
naturaleza avara en la que predomina el amor a los bienes económicos (a la
riqueza), están predestinados a convertirse en productores.
·
Los poseedores de un alma de plata son los militares, aquellos en los que
sobresale el ánimo y cuya naturaleza ambiciosa (amante de los honores) les
convierte en los más apropiados para desenvolver tareas defensivas.
·
Los gobernantes, dotados de un alma de oro, son aquellos en que el
predominio de su parte racional manifiesta una naturaleza filosófica que ama el
conocimiento y les capacita para gobernar con prudencia la Ciudad.
Pues bien, los magistrados (los gobernantes) de la
Ciudad, atendiendo a la particular naturaleza de cada cual, adscribirá a cada
ciudadano a su correspondiente estamento social.
Además de estipular a qué clase social pertenece cada
individuo, la principal tarea de la Ciudad será, la educación de los ciudadanos
conforme a las virtudes que son propias de la clase social que se les ha
asignado.
5º Al igual que ocurre en el alma, finalmente se
alcanzará la justicia política cuando los estamentos sociales inferiores
(productores y guerreros) obedezcan al estamento de los gobernantes-filósofos,
el estamento social superior.
6º Conforme al principio de correlación estructural
entre el alma y la Ciudad, se da una analogía o similitud entre las partes
y funciones del alma y las partes y funciones de los estamentos de la polis:
a)
la casta de los gobernantes-filósofos cumple una función
similar en la polis a la que tiene la razón en el alma (también sus virtudes
son similares: sabiduría/prudencia).
b)
la casta de los guerreros cumple una función similar a la
del ánimo en el alma (también es común su virtud: la fortaleza/valentía).
c)
finalmente, la casta de los productores se vincula con la
parte apetitiva del alma (y de ahí que la virtud de ambas sea la misma: la
moderación/templanza).
7º Existen diferentes regímenes políticos reales (este régimen
político que acabamos de describir no es real, sino ideal, es una Idea, la Idea
de Polis o Ciudad): unos regímenes provienen de otros en virtud de un proceso
de inevitable corrupción o degeneración (el inevitable devenir que existe en el
mundo sensible):
-
ARISTOCRACIA - El primero es la aristocracia:
gobiernan los más sabios y los más justos (¡cuidado!, no los sabios y justos,
algo que sólo ocurre en la Ciudad ideal). Es el régimen que más se asemeja a la
Ciudad ideal.
-
TIMOCRACIA - Pero la aristocracia degenera y se convierte
en timocracia: gobiernan los guerreros, los más valerosos, que ya no son
ni los más sabios ni los más justos (aunque aún cumplen las leyes de la Ciudad).
-
PLUTOCRACIA - El siguiente régimen es la plutocracia:
es el gobierno de los más ricos (que ya anteponen sus interés y ambiciones privadas
al bien público).
-
DEMOCRACIA - Dicho gobierno degenera y se convierte en la
democracia: gobiernan los más pobres, la plebe, el vulgo (el demos).
-
TIRANÍA - Y finalmente, está la tiranía, el peor
gobierno imaginable, caracterizado por el despotismo y la arbitrariedad del
gobierno de un tirano.