VALORES ÉTICOS
Ya conocemos cuál es su nombre, “valores éticos”, pero quizá
no conocemos con toda la claridad debida, de que trata, cuál es su tema o
contenido.
Expliquemos seguidamente de qué trata esta asignatura:
1.
El tema central de esta materia es llegar a
entender porque cada uno de nosotros, y todos los seres humanos sin excepción
somos… personas. Es por ello por lo que más allá de nuestras diferencias
naturales (raza, edad, sexo, estado de salud e integridad de nuestras
capacidades físicas…) o sociales (condición social, familia, medios económicos,
lugar de nacimiento…) consideramos que todos nosotros sin excepción somos…
iguales.
2.
El segundo tema del que trata esta asignatura es
llegar a entender qué es la democracia, es decir, llegar a comprender por qué
hoy en día consideramos que la democracia es el único modelo de organización
social y político legítimo.
Comenzamos
por la cuestión de qué significa ser persona. Cuando afirmamos que somos
personas (y que lo somos todos sin excepción) estamos afirmando que todos somos
valiosos, que todos tenemos dignidad.
¿Por qué es
tan importante creer que todos tenemos dignidad? ¿Qué todos somos dignos de
respeto y consideración, que no se nos puede tratar como meras cosas? Por esta
razón; porque a lo largo de la historia no nos lo hemos creído, y por ello, los
seres humanos se han tratado los unos a los otros como si fuesen… animales,
bestias.
La historia
de la humanidad ha sido una historia terriblemente dramática, para la mayoría
de la especie humana, trágica.
En todas las
sociedades se trata a la mayoría de sus miembros sin consideración:
-
Se les oprime
-
Se les explota
-
Se es humilla
-
Se les hiere, incluso se les arrebata la vida
Es por todo
ello por lo que decimos que la mayoría de las sociedades han sido… injustas.
Nos
preguntamos, ¿qué es una sociedad injusta?, respondemos, aquella en la que sus
miembros no son tratados como… personas. Indudablemente para vivir en una
sociedad justa es necesario:
-
Creer que todos somos personas
-
Ser tratados como tales
Veamos
brevemente como se planteó esta cuestión en las sociedades del pasado.
Las primeras
sociedades civilizadas (Mesopotamia, Egipto, Persia, Roma…) se caracterizaron
por unos altos niveles de opresión e injusticia. Fue en ellas donde hizo su
aparición una de las mayores aberraciones de la historia de la humanidad, el
esclavismo. Con el paso de los siglos, las sociedades fueron humanizándose
haciéndose más justas y menos opresivas, pero tal cosa nunca alcanzaba a toda
la sociedad, solo a algunos privilegiados (los USA s. XVIII-XIX)
Las primeras
sociedades humanas, las sociedades de cazadores y recolectores del paleolítico,
y las sociedades de agricultores y pastores del neolítico, eran muy
igualitarias, probablemente aquellas sociedades han sido las más justas que ha
llegado a conocer el ser humano, sin embargo, el modo de vida de aquellas
sociedades era tan duro (la continua lucha por la supervivencia) que en cuanto
la humanidad tuvo la más mínima oportunidad para mejorar su situación, decidió
constituir una nueva clase de sociedad. Fue así como surgió la civilización,
las sociedades complejas.
A diferencia
de lo que ocurre con las sociedades simples (cazadores y recolectores), en las
sociedades complejas se produce o se da un importante grado de desenvolvimiento
en todos los ámbitos:
-
En el ámbito demográfico y urbano: aumento de la
población y aparición de grandes ciudades
-
En el ámbito económico: desarrollo de la
ganadería y la agricultura intensiva, del comercio, oposición de la división
del trabajo.
-
En el ámbito político: aparición de los primeros
estados, aparición de grandes estados
-
En el ámbito cultural: invención de la escritura
Estas nuevas
sociedades civilizadas alcanzaron un extraordinario grado de desenvolvimiento
que hozo posible:
-
Que la supervivencia dejase de ser un problema
para la sociedad humana
-
Que algunos seres humanos viviesen cada vez
mejor
Sin embargo,
la nueva sociedad tuvo un gran inconveniente: las sociedades se volvieron
terriblemente desigualitarias (las sociedades se estratificaron, se
jerarquizaron, se organizaron de forma… piramidal.
Nos
preguntamos, ¿qué es una sociedad igualitaria?, respondemos, aquella en la que
se considera que todos sus miembros tienen el mismo valor. Solo ha habido dos
sociedades igualitarias a lo largo de la historia:
-
Las bandas de cazadores y recolectores del
paleolítico
-
Las sociedades democráticas modernas
¿Qué es una
sociedad desigualitaria?, aquella en la que hay grandes diferencias de riquezas
y de poder, y sobre todo, la que considera que sus miembros no valen lo mismo
por no ser de la misma condición. Todas las sociedades que ha habido en la
historia desde Mesopotamia hasta la SCM han sido desigualitarias, mejor dicho,
muy desigualitarias.
Nos
preguntamos qué significa esto, pues bien, que en dichas sociedades solo a unos
pocos hombres, los de alta condición, se les reconocía; valor, dignidad:
guerreros, aristócratas, sacerdotes, grandes terratenientes… El resto de la
población se les otorgaba poco valor: campesinos, pero también, artesanos y
comerciantes, pequeños propietarios. Este grupo de personas con poco valor
formaban el vulgo (ordinarios…). Sin embargo, por debajo de ellos había grupos
humanos enteros que carecían de valor alguno (llegando hasta el punto de
considerar que la pertenencia a estos grupos tenía un valor negativo quedándose
estigmatizados socialmente por pertenecer a uno de esos grupos): siervos,
esclavos, extranjeros, minorías religiosas y étnicas…
En la
historia siempre nos han enseñado que desde el nacimiento de la civilización,
todas las sociedades se organizan… piramidalmente: si se quiere representar la
sociedad mesopotámica se dibuja una pirámide, si es la de la china se dibuja
otra; la sociedad feudal también se representan deste modo.
Nos
preguntamos por qué hacemos siempre uso de este diagrama, lo que se quiere
ilustrar es que la característica fundamental de todas las sociedades es la
desigualdad. Todas las sociedades están formadas por distintos grupos de
personas (la clase de los esclavos, de los campesinos, de los artesanos, de los
comerciantes, de los guerreros, de los clérigos, de os gobernantes…) Cada uno
de estos grupo constituye un nivel, un piso de la estructura social. Estos
grupos tienen:
-
Diferente tamaño (significa que están formados
por un número diferente de personas)
-
Están jerarquizados (se ordenan verticalmente
unos encima de otros; la organización jerárquica indica que entre los distintos
grupos hay desigualdad, una relación de superioridad o inferioridad (por encima
detenta más poder, más riqueza y más estatus social)
Finalmente,
en este tipo de sociedades, los bienes sociales (riqueza, poder, estatus) se
concentran en los estratos o estamentos superiores, que son siempre los menos
numerosos.
La
desigualdad de la mujer.
Después de
esta introducción sobre el fenómeno de la desigualdad en las sociedades humanas
(hemos aprendido que las sociedades desde el surgimiento de la civilización son
sumamente desigualitarias; también hemos aprendido que solo en la sociedad
democrática moderna se han mitigado algunas de esas desigualdades), nos vamos a
centrar ahora en una de las formas de desigualdad más importante que ha habido
a lo largo de la historia: la desigualdad que históricamente ha existido entre
el hombre y la mujer, la desigualdad entre los sexos, la desigualdad de género.
Todas las
sociedades humanas, también las sociedades de cazadores y recolectores del
paleolítico consideraron que hay diferencias de género (sexo) y de edad que
deben de ser contemplados a la hora de organizar la sociedad (organizar el
trabajo, tomar decisiones…). Por ejemplo, en una banda de C.R se establece una
distinción entre 4 grupos de edad: niños, jóvenes, adultos y ancianos. A cada
uno de estos grupos se les asignan distintas funciones, distintos trabajos,
distintos deberes. La desigualdad por grupos de edad existe en todas las
sociedades humanas (también en la nuestra) y nadie discute dicha desigualdad.
Del mismo modo que se divide por grupos de edad, las sociedades también están
dividas por grupos de sexo: varones y mujeres.
Lo primero
que nos tenemos que preguntar es que si los varones y mujeres son o no,
desiguales por naturaleza. Pues bien, debemos responder afirmativamente a esta
pregunta.
Hombres y
mujeres son desiguales por naturaleza, y es que de hecho, desde una perspectiva
biológica hombres y mujeres son desiguales. Este fenómeno recibe el nombre
técnico de “dimorfismo sexual”.
Los hombres
son un 25% más corpulentos que las mujeres (más altos, más fuertes…); las
mujeres tienen senos mientras que a los varones les crece el pelo en las
mejillas…
Pero sin
lugar a dudas, la mayor diferencia entre los hombres y las mujeres está más
allá de sus genitales, en la capacidad reproductiva (mujeres se quedan en
cinta, gestan al niño, y finalmente dan a luz).
Pues bien,
la condición de madre que tienen potencialmente todas las mujeres, ha condenado
socialmente su destino. Expliquemos por qué.
Hablábamos
antes de la existencia de diferencias sociales (diferencias en el trabajo que
se realiza, en el valor y prestigio…) pero de hecho, las implica. Las han
implicado siempre, y además, lo han hecho en todas las sociedades sin excepción
(incluso en las de cazadores y recolectores)
Hablábamos
anteriormente que las sociedades del paleolítico se diferencian de las
sociedades civilizadas porque no eran tan desigualitarias como estas últimas
(en las bandas de cazadores no hay esclavos, jefes, ricos…) y sin embargo
también dichas sociedades primitivas eran desigualitarias.
¿En qué
consiste dicha desigualdad? A las mujeres se les asigna el trabajo del cuidado
de los hijos y el hogar (junto con otros trabajos compatibles con estos:
recolección de frutos, cultivo de huertos…).
En segundo
lugar, se considera que las mujeres tienen menos valor; finalmente, las mujeres
están sometidas a la autoridad del varón cabeza de familia del grupo familiar:
el patriarca. En conclusión, podemos considerar que todas las sociedades
humanas a lo largo de la historia son en mayor o menor grado: patriarcales.
¿Qué es una
sociedad patriarcal?
Aquella en
la que se considera que el varón es superior a la mujer, y por lo tanto, que la
mujer debe estar siempre subordinada al varón, como si la mujer permaneciese en
una perpetua minoría de edad.
¿En qué se
diferencian unas sociedades de otras respecto a esta cuestión?
En que hay
sociedades muy patriarcales, y otras en las que el patriarcalismo, aun siendo
existente, es mucho menor.
¿Cómo se
justificó la subordinación de la mujer al varón tanto del hogar como a nivel de
la sociedad en general? _ ¿Cómo se legitimó el patriarcalismo?
En primer
lugar, a través de mitos (cuentos y leyendas por medio de las cuales los
pueblos y las culturas se han explicado el mundo y a sí mismos). Pues bien, en
la mayoría de las sociedades y culturas podemos encontrar mitos que representan
a la mujer como un ser peligroso, responsable de los males de la humanidad (en
el mito bíblico de la expulsión del Edén, Eva, la primera mujer y madre de toda
la humanidad, se deja tentar por la serpiente e incita a Adán a traicionar a Dios, siendo la responsable de que este acabe comiendo del
árbol del bien y el mal, en la mitología griega, Pandora, una mujer, es también
responsable de todos los males que padece la humanidad).
Más allá de
las justificaciones mitológicas, es más interesante analizar las razones que se
argüían para justificar el sometimiento de la mujer. Estos argumentos están
basados en prejuicios.
¿Qué es un
prejuicio? Una creencia (referente a la sociedad) que damos por sentada como
válida sin haber llegado a examinar su validez. Un ejemplo de prejuicio sería
el prejuicio racista de que los negros (personas de raza negra) son subhumanos
y por ello han nacido para ser esclavos.
¿Cuáles son
los prejuicios más importantes referidos a las mujeres? (Todos estos prejuicios
justifican que la mujer es siempre una menor de edad, y por tanto debe estar
sometida siempre a la autoridad del varón)
1-
Las mujeres son tontas
2-
Las mujeres son histéricas
3-
Las mujeres son peligrosas
¿Son de
hecho las mujeres tontas? Siempre se ha considerado que las mujeres son menos
que los hombres (no ha habido grandes mujeres artistas, científicas…) Sin
embargo, la verdadera razón por la que las mujeres no han sobresalido tanto
como los hombres en el mundo de la cultura, no es porque sean menos
inteligentes, sino porque no han recibido la educación y formación para
desenvolver sus capacidades intelectuales como los varones.
Una de las
principales reivindicaciones del feminismo moderno, es reivindicar el derecho a
la educación de las mujeres en paridad con los varones.
¿Por qué las
mujeres son histéricas? Según este prejuicio, la mujer carece de voluntad, es
incapaz de controlar sus sentimientos, además de considerar que la mujer, por
el echo de ser mujer está inclinada a los excesos afectivos. Psicológicamente,
la mujer se mueve por los instintos y carece de razón.
¿Por qué la
mujer es un ser peligroso? Por su poder de seducción que puede empujar al varón
a contravenir las normas sociales.
HISTORIA DEL
FEMINISMO
En el siglo XVIII, el Siglo de
la Ilustración, se produjo un cambio radical en las ideas que hasta entonces
habían estado vigentes acerca del hombre y la sociedad. Los ilustrados
proclamaron que todos los hombres son iguales (fundamentalmente significaba que
no había dos tipos de hombres: por un lado, los nobles y por otro los
plebeyos). Las tres declaraciones solemnes más famosas de la época acerca de la
igualdad de los hombres son:
1º La
Declaración de independencia de Estados Unidos (redactada por Thomas
Jefferson).
2º La
Constitución de los Estados Unidos
3º La
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (Revolución francesa de
1789)
Hoy en día
se ha promulgado una importantísima declaración al respecto, una declaración
solemne que proclama los derechos del hombre: la Declaración Universal de los
Derechos Humanos (DUDH).
Pues bien, a finales del siglo
XVIII, en Inglaterra y Francia, vivieron dos mujeres ilustradas que
reivindicaron por primera vez en la historia la igualdad entre los hombres y
las mujeres: Mary Wollstonecraft y Olympe DesGouges. La primera escribió un
libro cuyo título es “Vindicación de los derechos de la mujer y ciudadana”.
El movimiento feminista tuvo
sus inicios a mediados del siglo XIX en EEUU (Mary Wollstonecraft y Olympe
DesGouges fueron las pioneras de dicho movimiento, pero no sus fundadoras). En
1848, Lucrecia Mott y Elizabeth Cody Staton organizaron en la localidad de
Seneca Falls en el Estado de Nueva York el primer congreso feminista de la
historia. Fruto de dicho encuentro fue la elaboración de una declaración en la
que se recogían las principales reivindicaciones feministas y de derechos de
las mujeres. Dicha declaración es conocida como “Declaración de Seneca Falls”.
¿Qué ocurrió
después?
El
movimiento feminista se expandió por todos los países anglosajones (Gran
Bretaña, Australia, Nueva Zelanda, Canadá) y después por los restantes países
occidentales (Francia, países germánicos, países escandinavos e incluso por los
países mediterráneos).
¿Qué es el
feminismo?
Un
movimiento formado principalmente por mujeres (aunque siempre hubo varones que
defendieron las reivindicaciones feministas) que reivindica la igualdad (de
derechos) entre los hombres y las mujeres.
¿Cuáles son
las principales reivindicaciones feministas?
1º IGUALDAD
JURÍDICA. La igualdad jurídica se reivindica en dos planos:
a) SER SUJETO DE DERECHOS JURÍDICOS.
En la
mayoría de las sociedades, la mujer no es que carezca de algunos derechos
jurídicos de los que sí disfruta el marido, sino que ni siquiera puede tener
derechos jurídicos, es decir, no es un sujeto jurídico (no tiene derechos
porque no se le reconoce siquiera la capacidad de llegar a tenerlos). Ésta es
la razón por la que, por ejemplo, en muchas sociedades las mujeres no puedan
heredar o no puedan entablar un pleito jurídico).
b) IGUALDAD DE DERECHOS.
Implica
tener los mismos derechos que los varones (en algunas sociedades, por ejemplo,
la nuestra en pasados siglos, la mujer era sujeto de derechos, pero no
disfrutaba de derechos que si poseían los varones: una mujer tenía derecho a
heredar, pero no a vender libremente, sin necesidad de autorización de su
marido, sus propiedades).
2º ACCESO DE
LA MUJER AL TRABAJO (+ DERECHO A LA EDUCACIÓN)
Ya sabemos
que las mujeres se han dedicado a la tarea de cuidar a los hijos y del hogar (y
de otras actividades compatibles con éstas). Lo que ahora reivindica el
feminismo es el derecho de poder desenvolver cualquier actividad laboral (en el
siglo XIX, las mujeres se habían incorporado al mundo del trabajo, pero sólo
como obreras o como sirvientas). Lo que se reclama es que las mujeres puedan
trabajar no sólo como operarias fuera de casa, sino desenvolviendo también
cualquier trabajo cualificado: maestras, doctoras, abogadas, funcionarias etc.
Para lograr esto, era necesario que las mujeres tuviesen DERECHO A LA
EDUCACIÓN: si no se recibe una formación previa, no se puede realizar ninguna
clase de trabajo cualificado). Es decir, el derecho a la educación no es sólo
bueno en sí mismo, sino que es para las mujeres la vía al trabajo.
Además, la
posibilidad de trabajar fuera del hogar es especialmente importante para una
mujer porque solamente así pueden emanciparse económicamente de los varones, no
depender económicamente de ellos. Si una mujer no es independiente
económicamente, le resulta imposible no estar sometida a la tutela de un varón.
3º DERECHO
AL SUFRAGIO (ACTIVO Y PASIVO)
Derecho al
trabajo cualificado y a la educación son las dos grandes reivindicaciones
sociales del feminismo. Hablemos ahora de las reivindicaciones políticas (las
que tienen que ver con la participación de las mujeres en el gobierno y la
organización de la sociedad). Las mujeres reivindican el derecho a votar
(sufragio activo) y el derecho a presentarse como candidatas en unas elecciones
(sufragio pasivo). Este derecho fue alcanzado en todos los países democráticos
en la primera mitad del siglo XX (el último fue Suiza donde las mujeres no
podían votar hasta 1971).
El
movimiento feminista que reivindicó en primer lugar el derecho al voto de las
mujeres fue el Movimiento Sufragista. Fue un movimiento que surgió a finales
del siglo XIX en los países anglosajones (Reino Unido, USA…). Para convencer a
la opinión pública de la legitimidad de su reivindicación, fundaron clubs,
editaron periódicos, revistas, manifiestos, se manifestaban pacíficamente por
las calles. Hoy en día, lo que se exige no es que las mujeres voten, sino que
ocupen puestos relevantes en el poder político: que haya mujeres diputadas,
senadoras, ministras, cancilleres, presidentas del Estado, juezas, alcaldesas …
4º EJERCICIO
EFECTIVO DE LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
a) La reivindicación del ejercicio libre de
la sexualidad femenina. Implica el derecho de la mujer a disponer libremente de
su cuerpo: el derecho al placer sexual de la mujer que ya no queda subordinado
al del varón.
b) El derecho de la mujer a decidir
libremente cuándo quiere ser madre. Esto conlleva que la mujer pueda acceder
libremente a la compra de productos anticonceptivos, que la mujer se pueda
negar a mantener relaciones sexuales con su marido y, finalmente, el derecho al
aborto dentro de un plazo (el derecho al aborto está reconocido en
prácticamente todos los países democráticos, pero no durante toda la gestación
sino dentro del plazo de los 3-6 primeros meses).
CONCLUSIÓN
DE LA UNIDAD
¿De qué nos
ha servido hablar de la desigualdad femenina?
Es un
perfecto ejemplo más de discriminación
¿Por qué
tenemos que prestar atención al fenómeno de la discriminación social?
Porque
estamos intentando comprender cuál es la causa de la injusticia en las
sociedades. A principio del curso, señalábamos que uno de los objetivos de esta
asignatura era llegar a entender qué es una sociedad justa. Decíamos entonces
que una sociedad justa es aquella que nos considera y nos trata como personas,
como seres con dignidad, con valor. Pues bien, ¿cuáles son las claves para que
una sociedad nos trate con dignidad? Que se den los siguientes requisitos:
1º que la
sociedad no sea discriminatoria. Para ello, debe prevalecer el valor moral y
jurídico de la igualdad.
2º que todos
los individuos tengan reconocidos y garantizados sus derechos: sus derechos civiles
(los referidos al ejercicio de su libertad)
3º una
sociedad justa es aquella en la que los individuos participan en el gobierno de
la sociedad (derechos políticos)
4º una
sociedad justa es aquella que resuelve los conflictos a través de las leyes (es
un Estado de derecho)
5º Una
sociedad justa es aquella en la que se considera que, aun existiendo el derecho
a la propiedad privada, la propiedad tiene que tener una función social y por
lo tanto se deben garantizar unos derechos sociales básicos a todos los
ciudadanos (nadie puede vivir en la miseria y no disfrutar de servicios básicos
de salud, educación y protección social).