jueves, 1 de diciembre de 2022

2º BACH - DESCARTES Y LA FIL.SIGLO XVII

 


DESCARTES Y EL RACIONALISMO

CIVILIZACIÓN MODERNA

En el siglo XVII asistimos a la aparición del mundo moderno, cuyas bases se pusieron en el siglo XVI. El mundo moderno se caracteriza por:

a.       un nuevo modo de concebir la realidad física: la ciencia moderna con su materialismo, matematicismo y mecanicismo característicos (las tres M).

 

b.       una nueva forma de organización política de las sociedades: el Estado moderno (la organización política más centralizada, efectiva y poderosa de la historia; ejemplo: USA).

 

c.        el desarrollo del capitalismo, que hará posible la implementación de un sistema económico, eficiente y productivo en Europa: la economía de mercado.

 

d.       la aparición de nuevas actitudes o creencias del hombre ante el mundo: creencia en el progreso (creencia en la mejora continua de la vida humana)

 

e.       la descristianización de la sociedad: la secularización.

SIGLO XVII

El siglo XVII es el siglo del Barroco. En su primera mitad contemplamos que Europa cae en una profunda crisis económica-demográfica y política (debido a las guerras de religión y entre estados; es la época de la devastadora Guerra de los Treinta Años). Pero termina el siglo XVII con el definitivo arranque de la modernidad, de la sociedad y civilización moderna, con la conclusión de la revolución científica (Newton vence a Aristóteles) y el triunfo del racionalismo filosófico (Descartes vence al pensamiento escolástico aristotélico).

La era moderna comienza no en el Renacimiento como tendemos a creer, sino en 1648. ¿Qué ocurrió en esa fecha? Se firmó la Paz de Westfalia, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años. Por efecto de dicho tratado, Europa se constituyó definitivamente como un sistema (como un conjunto) de Estados soberanos (no sometidos ni al poder temporal del emperador, ni al espiritual del papado). Los Estados (el reino de Francia, de Inglaterra, de Suecia, de España, de Portugal, de Austria, de Prusia, de Rusia…) serán los protagonistas principales (y durante el primer período, únicos) de la política en la modernidad.

CIENCIA Y FILOSOFÍA MODERNA

Coinciden ciencia y filosofía en considerar que el saber es una construcción de la mente humana. En la filosofía moderna, de la mano de Descartes, se produce lo que podríamos denominar el giro subjetivista o idealista de la filosofía occidental: la realidad objetiva no se puede conocer directamente (este es el planteamiento de Descartes; el de Kant será que la realidad objetiva no se puede siquiera conocer). Para la filosofía moderna sólo se puede conocer directamente aquello que se da en la mente: las representaciones mentales, las ideas (ahora ya sí, “idea” hace referencia a los conceptos, a las representaciones mentales, y no a las Formas o Ideas platónicas). Por ello la filosofía moderna defiende una concepción “representacionista” del conocimiento: no conocemos las cosas (la forma de las cosas), sino su representación mental (la representación mental de las cosas: las ideas). En conclusión, la ciencia y la filosofía moderna coinciden en considerar que el ser de las cosas es una creación de la mente humana. Para el pensamiento moderno, además:

1.       La matemática es a la vez:

- el lenguaje de la ciencia,

- la más alta construcción de la mente humana (la forma de conocimiento más perfecto),

- y finalmente, la estructura de lo real.

2. Como el conocimiento es un producto o construcción de la mente, la verdad ya no será como para los antiguos, la adecuación entre la mente y la cosa, sino el resultado de que la mente funcione correctamente (la adecuación de la mente consigo misma).

3. El ser humano es concebido como sujeto (como constructor, como sujeto constructor) frente al cual el mundo pasa a ser objeto (lo construido, el objeto construido que no es sino el objeto del conocimiento): implicará que el ser humano, su razón, su inteligencia sea el soporte de la realidad (su sustancia), la sustancia de los objetos, que son su proyección, su construcción.

¿Quiénes fueron los científicos más importantes del siglo XVII?

Descartes; Fermat; Huygens, el primero en afirmar que las estrellas del universo son soles; Robert Boyle; Pascal; Torricelli; Leibniz y, sobre todo, Isaac Newton.

¿Por qué Descartes es el fundador de la filosofía moderna?

Fue el primer filósofo que afirmó que la estructura de la inteligencia define la estructura del mundo.

¿Qué es la inteligencia para Descartes?

La inteligencia es la capacidad de elaborar hipótesis matemáticas acerca del mundo.

En el siglo XVII hay dos grandes corrientes filosóficas: el Racionalismo cartesiano (dominante en el continente) y el Empirismo británico. Ya en el siglo XVIII, Kant intentará sintetizar las dos corrientes en una doctrina filosófica única: el idealismo trascendental.

 

RACIONALISMO/EMPIRISMO DEL SIGLO XVII

Las dos principales y antagónicas corrientes filosóficas del siglo XVII (y la primera mitad del XVIII) fueron:

1º El Racionalismo cartesiano (su principal representante fue Descartes; también Spinoza y Leibniz).

2º El Empirismo británico (su fundador fue Locke; Berkeley y Hume, ya en el siglo XVIII, fueron sus más prominentes figuras).

La cuestión filosófica principal para el Racionalismo c. (y de la filosofía moderna toda; por eso se considera a Descartes padre de la filosofía moderna) ya no es qué es la realidad (realismo antiguo), sino cómo se alcanza el conocimiento verdadero (idealismo moderno).

¿Por qué este cambio de planteamiento?

 Para los antiguos el problema del conocimiento es importante, pero secundario, ya que el problema principal sigue siendo comprender qué es la realidad, qué es el ser: ¿qué son las formas? Para los filósofos modernos desde Descartes, su fundador, se tiene conciencia de que es imposible conocer qué es la realidad sin saber previamente cómo funciona el conocimiento humano. Por ello, para la filosofía moderna la gran cuestión es ¿qué es el conocimiento?, ya que sólo después de haber respondido a esa pregunta podremos preguntarnos ¿qué es la realidad?

 Ésta fue la manera de proceder de los racionalistas:

1º Explican en qué consiste y cómo funciona el conocimiento humano, para después

2º explicar metafísicamente (y también científicamente) qué es la realidad.

 

La obra de gran corriente del pensamiento del siglo XVII, el Empirismo británico, responderá también a la pregunta acerca de qué es el conocimiento, pero llegará a la conclusión, a diferencia de los racionalistas, de que es imposible explicar la realidad metafísicamente, ya que sólo puede ser ésta explicada, parcialmente, por la nueva ciencia. Este punto de vista empirista será el que a partir del siglo XVIII triunfe en el mundo moderno (sus publicistas serán los ilustrados).

¿Cuál es el axioma fundamental del racionalismo del siglo XVII?

La razón humana (la inteligencia) es la única fuente de conocimiento verdadero. En aquella época, aún las fuentes de la verdad eran:

1º la fe;

2º la autoridad de los antiguos, de Aristóteles;

3º la experiencia (como veremos inmediatamente, para el empirismo británico la única fuente de verdad será la experiencia).

¿Qué significa que la razón es, para los racionalistas, la única fuente de conocimiento?

1º INNATISMO - Según Descartes, encontramos en la razón unas ideas a partir de las cuales, como fundamento, se puede alcanzar el conocimiento científico y metafísico de la realidad. Las ideas son innatas a la mente: el innatismo significa que hay ideas que son consustanciales a la mente humana, verdades que no aprendemos, sino que nacemos conociéndolas ya, poseyéndolas.

2º CERTEZA - Estas ideas innatas son absolutamente verdaderas para el entendimiento y por ello el entendimiento experimentará el fenómeno psicológico de la certeza, la seguridad absoluta de estar ante la verdad.

3º DEDUCCIÓN - Con estas ideas innatas, claras y distintas para el entendimiento, la inteligencia va a construir deductivamente su comprensión, primero científica y después metafísica de la realidad.

La corriente opuesta al Racionalismo cartesiano, el Empirismo británico, cuyo fundador fue John Locke, negaban la existencia de las ideas innatas, así como la certeza (la verdad absoluta) de dichas ideas:

1º NO AL INNATISMO - Para los empiristas, en el momento del nacimiento el entendimiento humano está vacío de ideas, es una “tabula rasa”, que significa “pizarra en blanco”.

¿Cómo, según los empiristas, el entendimiento puede llegar a conocer la realidad?

Procesando la información que obtiene a través de los sentidos: la experiencia, “empireia” (y de ahí lo de “empiristas”). La inteligencia reelabora los datos de los sentidos, la información sensorial (a través de procesos psicológicos de asociación: de combinación de sensaciones) para así forjar una imagen, una explicación de la realidad.

2º NO A LA CERTEZA DEL CONOCIMIENTO HUMANO - Ahora bien, esa explicación de la realidad elaborada a partir de la información sensorial, sólo tiene validez cuando se presenta como conocimiento científico. ¿Por qué? Porque a partir de los datos de la experiencia no se puede elaborar una explicación metafísica (una explicación completa y final) de la realidad. En otras palabras, toda explicación científica del mundo no tiene el carácter de verdad cierta, sino de explicación hipotética, falible, sujeta a error.

Vida y obra

Descartes nace en el centro de Francia en el 1596 y muere en Estocolmo en 1650. Estudió con los jesuitas en el mejor colegio de Francia, La Fléche. Participó como soldado en la Guerra de los Treinta Años. Vivió la mayor parte de su vida retirado en Holanda (en el siglo XVII en una Europa sometida a toda clase de conflictos políticos y religiosos, Holanda era el país más tolerante y libre). Finalmente, viajó a Estocolmo donde había sido invitado por la reina Cristina, contrajo una pulmonía y murió con 50 años de edad.

Obras:

-          “Discurso del método”: exposición de su método científico-filosófico y de su sistema filosófico.

-          “Meditaciones metafísicas”: profundiza en algunos temas ya planteados en el “Discurso del método”

-          “Principios de la filosofía”: exposición de la totalidad de su sistema filosófico (Descartes aspiraba a que se convirtiese en el nuevo manual de enseñanza en lugar de los anacrónicos manuales escolástico-aristotélicos aún en boga en su época).

-          “Las pasiones del alma”: su última obra, es la más completa exposición de su concepción dualista (cuerpo/alma) del ser humano.

 

El proyecto filosófico cartesiano

Sabemos que el racionalismo cartesiano y el empirismo británico son las dos grandes corrientes el siglo XVII: coincidían en su diagnóstico acerca del saber de la época (todo el saber procedente del pasado, es decir, toda la filosofía y ciencia griega + todo el pensamiento escolástico medieval es un error). El propósito de los racionalistas como el de los empiristas es elaborar un nuevo saber que sustituya al de los antiguos y al escolástico medieval, y que tenga garantía de ser cierto, de ser verdadero. La discrepancia entre racionalistas y empiristas, es cómo se construye ese nuevo saber cierto sobre la realidad (y el grado de certeza que se pueda llegar a alcanzar: para los racionalistas una certeza absoluta, mientras que para los empiristas una certeza relativa):

-          para los empiristas ha de elaborarse a partir de los datos sensibles, de la experiencia;

-          para los racionalistas, y de ahí su nombre de “racionalistas”, el conocimiento se elabora a partir del contenido o ideas que la razón encuentra en sí misma.

Expliquemos ahora el proyecto filosófico cartesiano:

1.       Descartes está convencido de que la razón, la inteligencia humana, es capaz de alcanzar un saber universal, único y total, sobre la realidad entera. Éste saber es tanto científico como metafísico:

- científico en las cuestiones particulares;

- y metafísico a la hora de determinar las líneas maestras últimas de la realidad.

 

Este saber es descrito por Descartes como un gran árbol y por eso es uno (un saber y no una pluralidad de saberes), con una unidad orgánica: las raíces del árbol son la metafísica, el tronco la física y las ramas las distintas ciencias particulares: la medicina, la mecánica, etc.

 

Este saber universal recibe el nombre de “mathesis universalis” (mathesis en griego significa “saber”, no “matemáticas”).

 

2.       Este saber universal tiene el rango de saber necesario, cierto, verdadero.

 

3.       El fundamento último de este saber es la razón humana.

El método cartesiano

Acabamos de ver que el proyecto de Descartes consiste en alcanzar un saber unitario sobre la realidad, un saber universal (el árbol del saber tiene su raíz en la metafísica y las distintas ciencias particulares en sus ramas). Ese saber universal es posible porque la razón humana puede alcanzar la verdad a través de un mismo proceder de la mente, a través de un método universal (según Descartes ese método llevaba siendo utilizado desde hacía veinte siglos por los matemáticos; ese mismo método era el que estaba empezando a ser utilizado por los físicos en su siglo, produciendo la revolución científica; finalmente, Descartes, y en esto consiste el proyecto filosófico cartesiano, quiere aplicar éste método en el ámbito de la metafísica). El uso de este método asegura la obtención de la verdad. Su aplicación en la metafísica conllevará:

1.       El descubrimiento del fundamento epistemológico último del saber humano: las ideas innatas (ejemplos de ideas innatas: las ideas de mente y materia; la idea innata primera es la existencia de mi mente -“cogito ergo sum” - y que mi mente no es materia, no es material, no es un cuerpo). En conclusión, para Descartes el fundamento del saber está en la razón humana y en su contenido: las ideas innatas.

2.       Descubrimiento y demostración racional del fundamento ontológico de la realidad entera (mi inteligencia incluida): Dios (la diferencia entre Descartes y la tradición cristiana es que Descartes no afirma esto por fe, sino como si fuese la demostración de un teorema matemático; otro racionalista llamado Spinoza hizo algo similar, pero de índole contraría: demostró matemáticamente el ateísmo; Spinoza fue el primer gran filósofo ateo desde la Antigüedad). 

¿En qué consiste el método cartesiano?

Para Descartes lo primero que hay que hacer es descubrir cómo funciona la razón, cuál es su proceder. Las operaciones de la razón son dos:

1. Intuir.

2. Deducir (no abstraer).

¿Qué es intuir?

Intuir es la captación directa por parte de una inteligencia de una verdad (es la comprensión intelectual básica). Ejemplos:

-          en el ámbito de la matemática, intuimos qué es un punto, qué es la unidad, qué es la suma o adición;

-          en el de la física, intuimos que los cuerpos son sólo materia, es decir, que lo único que les puede suceder es moverse en el espacio por efecto de fuerzas mecánicas;

-           en el de la metafísica intuyo que Dios existe, o que mi mente no es materia, sino que es una cosa pensante.

¿Qué es deducir?

A partir de estas verdades primeras o simples (de estos elementos o átomos del conocimiento sobre los que recae la intuición), la deducción no consiste en pasar de lo general a lo particular (esa es la deducción silogística aristotélica), sino en ir de lo simple a lo complejo (ejemplo: ir de la noción de línea a la de ángulo, etc.).

Sucede que la mayoría de las ocasiones para poder entender un fenómeno de la realidad (por ejemplo, el movimiento de un proyectil) es necesario un análisis previo que descomponga lo complejo en lo simple.

Veamos cuáles son las cuatro regles del método:

1.       REGLA DE LA EVIDENCIA: establece que mi mente alcanza el conocimiento/verdad cuando intuye (o deduce, a partir de lo previamente intuido). Las pistas que le indican a mi mente que está intuyendo adecuadamente son la claridad y la distinción: cuando mi mente capta algo como claro y distinto, está ante una verdad, está conociendo.

 

2.       REGLA DEL ANÁLISIS: cuando nos encontramos ante una realidad compleja (ejemplo, el movimiento parabólico de un proyectil) hay que analizarla hasta reducirla a sus elementos simples (en el caso del proyectil, a las fuerzas que componen dicho movimiento), estos ya sí claros y distintos.

 

3.       REGLA DE LA SÍNTESIS: reconstrucción deductiva de lo complejo a partir de los elementos simples (en la física, es un proceso de construcción matemática).

 

4.       REGLA DE LA ENUMERACIÓN: repaso del proceso de análisis y síntesis para comprobar que no se han cometido errores.

 

Un método similar era el que utilizaba Galileo, el padre de la ciencia moderna. Dicho método se denomina “método resolutivo-compositivo”: resolver es analizar; componer es sintetizar (segunda y tercera regla del método cartesiano).

 

La metafísica cartesiana

LA DUDA METÓDICA

La duda cartesiana no es una duda escéptica (porque no se trata de dudar por dudar), sino una duda metódica (porque se duda para así poder alcanzar la certeza, alcanzar una verdad de la que ya no se puede dudar).

1. Descartes busca el punto de partida del conocimiento metafísico: hay que encontrar una primera verdad que sea el fundamento del saber metafísico y que además sea una verdad absoluta, indubitable: una certeza (certeza=algo que es imposible que sea falso).

2. ¿Cómo encontrar una verdad absoluta? Para empezar, dudando de todo, aplicando la duda metódica. Se trata de analizar (2º regla del método) si hay alguna razón, por extravagante que parezca, para dudar de lo que creo que es verdadero.

3. ¿De qué puedo dudar?

a) DEL TESTIMONIO DE LOS SENTIDOS

En primer lugar, puedo dudar de que el mundo sea tal y cómo me lo presentan los sentidos. No me puedo fiar de la información sensorial porque, aunque normalmente no me engaña, a veces sí lo hace (por ejemplo, toda la astronomía durante 2000 años ha estado engañada por el movimiento aparente del Sol y las estrellas).

b) DE LA EXISTENCIA DE UN MUNDO EXTRAMENTAL

En segundo lugar, puedo dudar de la existencia del mundo, de la realidad extramental. No solamente puedo dudar del aparente movimiento del Sol, sino que puedo dudar de la existencia del Sol mismo y, por ende, del mundo. Es un tema muy barroco: quizá todo lo que experimento como real es un sueño, una alucinación, un producto de mi mente, de mi fantasía (“La vida es sueño” de Calderón).



c) DEL FUNCIONAMIENTO DE LA RAZÓN

 En tercer lugar, también puedo dudar del funcionamiento de mi inteligencia. Por ejemplo, la verdad 2+2=4 es verdadera tanto despierto como dormido. Sin embargo, también puedo dudar de esto, según Descartes. ¿Por qué? Porque no sé si mi inteligencia funciona correctamente, es decir, si ha sido diseñada para alcanzar la verdad. Es la hipótesis del genio maligno (de un dios creador diabólico, y no benevolente como el cristiano): imaginemos que mi inteligencia no ha sido diseñada por un dios bondadoso, sino por un genio diabólico que quiere que siempre me engañe, que viva en la falsedad (el colmo del engaño consiste en que experimente que estoy ante una certeza, como por ejemplo que 2+2=4, cuando en realidad estoy ante un error).

 

LA PRIMERA VERDAD

Duda que te duda, Descartes se sentía abocado al escepticismo, pero de repente se topó con una verdad indubitable. Puedo dudar de todo menos de que estoy dudando. Y si dudo, pienso. Y si pienso, es que soy una mente y esa mente indubitable existe. La primera verdad, la única indubitable, es que mi “yo” existe, Es el famoso “cogito, ergo sum”, “pienso, luego existo”.

Consecuencias de este descubrimiento:

1.       Puedo afirmar que soy una cosa pensante, una substancia pensante (una mente, un yo) y

 

2.       que dicha substancia pensante existe en la realidad (quizá en la realidad no haya nada más, pero que en ella hay mi yo, eso es seguro, cierto).

Por lo tanto, la primera verdad de la teoría de la realidad cartesiana (de la metafísica cartesiana) es: en la realidad existe seguro al menos un ser, una sustancia (mi mente, mi yo pensante).

EL CRITERIO DE VERDAD (LA CERTEZA): CLARIDAD Y DISTINCIÓN

Este debería haber sido el punto final de la metafísica cartesiana (la indubitable existencia de mi mente pensante), pero no fue así.  Descartes continuó adelante con su investigación metafísica, más allá de esta primera verdad.

¿Y qué descubrió?

·         En primer lugar, que el “cogito, ergo sum” no es sólo la primera verdad, sino que es el modelo de la verdad, de lo evidente, de la certeza (1º regla del método). Es verdadero aquello que se presenta a mi mente como evidente, con claridad y distinción, como sucede con el “cogito, ergo sum”. Es verdadero aquello que mi mente comprende perfectamente, lo indubitable, la certeza. En Descartes, verdad = certeza.

 

 

 

 

TIPOS DE IDEAS

·         En segundo lugar, la substancia pensante no sólo existe, sino que su existir consiste en pensar. ¿Y qué piensa? Piensa ideas (idea=cualquier representación mental: sensaciones, recuerdos, fantasías, conceptos).

 

Hay muchos tipos de ideas:

1.       Adventicias (accidentales, sobrevenidas, que nos vienen dadas): son las impresiones sensibles (ej., la percepción de una manzana).

2.       Facticias (artificiales): representaciones que crea la imaginación humana (ej., la idea de un marciano, la idea, quizá, de Dios).

3.       Innatas: aquellas que las encontramos en nuestra inteligencia ya que son un producto de la inteligencia, no de los sentidos ni de la imaginación (ej., las ideas de número, de movimiento como cambio de posición en el espacio, de sustancia mental, de existencia…)

La diferencia entre ellas es que no tienen el mismo contenido objetivo (el mismo valor y contenido cognoscitivo, epistemológico, y, quizá, ontológico). Las ideas menos valiosas son las facticias, pues son fruto de la imaginación; las adventicias tienen un mayor contenido objetivo, pues no son creaciones de mi fantasía, sino parecen proceder del mundo exterior: son las ideas de impresiones sensibles y cosas particulares; ideas de colores, sabores, objetos, etc. Finalmente están las ideas innatas, aquellas que tienen su origen en la inteligencia y, por ello, la inteligencia las comprende con absoluta claridad y distinción (por ejemplo, la idea de substancia como aquello que existe por sí mismo, no el compuesto hilemórfico).

 

LAS DEMOSTRACIONES DE LA EXISTENCIA DE DIOS

Entre todas estas ideas innatas, a Descartes le llamó especialmente la atención la idea innata de “infinito”, de un ser infinito, de un ser perfecto. Considera que esta idea de un ser infinito perfecto es la idea de Dios. También afirmará que esta idea es una idea innata, convencido de que no es mera una idea facticia, una creación de la imaginación (para un ateo la idea de Dios puede darse en la mente, pero es una idea facticia, una creación de la imaginación).

Una vez admitidito que Dios es una idea innata, Descartes demuestra la existencia de Dios a partir de dos argumentos:

1.       ARGUMENTO ONTOLÓGICO

Descartes hace uso del argumento ontológico de San Anselmo: se demuestra la existencia de Dios a partir de su definición como ser infinito y perfecto (la diferencia de Descartes con San Anselmo es que Descartes no es un teólogo, es decir, la demostración de la existencia de Dios no está al servicio de la fe).

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2.       ARGUMENTO GNOSEOLÓGICO

Este argumento no lo toma prestado como el anterior, sino que es de su propia cosecha. Descartes se pregunta por la causa (la causa real proporcionada) de dicha idea, de la idea de Dios, concluyendo que la causa de la idea de un ser perfecto no puede ser mi mente imperfecta. La causa proporcional de la idea de un ser perfecto, solo puede ser una mente perfecta, la mente divina. Ergo, Dios existe.

En consecuencia, a partir de ahora, Descartes ya está seguro de que en la realidad ya no existe sólo mi mente, sino también la mente divina: Dios.


 

DIOS COMO GARANTE DE LA VERDAD

·         En tercer lugar, Dios es perfecto, es una mente infinita perfecta. Si es perfecto, no sólo existe necesariamente (como acabamos de demostrar más arriba), sino que también es omnipotente y bondadoso (ya que el no poderlo todo y la maldad son imperfecciones). Por ello, Dios no puede ser el genio maligno. Dios es bondadoso, y por ello tiene que ser veraz (no mendaz, como el genio maligno), es decir, Dios no puede permitir que mi mente se engañe en todo aquello que concibe con claridad y distinción. Dios es el garante de que todo aquello que mi mente piensa como cierto (claro y distinto) sea verdadero (sea objetivamente real). En conclusión, Dios es el garante de la certeza: de la verdad (queda así anulada la hipótesis del genio maligno; para Descartes queda demostrado que mi mente, razón, está bien diseñada).

 

CONSECUENCIAS METAFÍSICAS FINALES

1. Existe el mundo (físico, corpóreo, extramental). ¿Por qué? Dios no puede permitir que me engañe al respecto, que el mundo que experimento con mis sentidos sea sólo una alucinación.

2. Dios no puede permitir que me equivoque cuando comprendo la realidad extramental aplicándole mis ideas innatas (algo que hago cuando explico científicamente la realidad material a través de la nueva mecánica, de la física-matemática; también uso mis ideas innatas para construir esta gran teoría metafísica de la realidad). Cuando, por el contrario, intento comprender la realidad haciendo uso no de las ideas innatas, sino de ideas adventicias fruto de mi experiencia sensorial, Dios no me garantiza la verdad de aquello que creo que estoy conociendo.

 

DEFINICIÓN Y TIPOS DE SUSTANCIA

3. En la realidad existen sólo dos tipos de substancias:

·         la mente: RES COGITANS (las cosas pensantes)

·          la materia: RES EXTENSA (los cuerpos con extensión espacial).

¿Qué es la sustancia?

Aquello que existe por sí mismo y que no requiere de ninguna otra cosa para existir” (la definición cartesiana de sustancia es, junto a la de Aristóteles, la más famosa e importante de la historia del pensamiento).

Hay dos clases de substancias mentales (de RES COGITANS):

·         RES COGITANS FINITA: mi yo (mi mente finita+ las mentes finitas de los otros hombres)

·         RES COGITANS INFINITA: Dios (la mente infinita de Dios).

Rigurosamente hablando, sólo Dios es substancia porque sólo Dios existe por sí mismo (tanto mi mente como las substancias materiales requieren de Dios para existir, porque son criaturas, seres creados). Sin embargo, aunque tanto mi mente como los cuerpos materiales requieran del concurso de Dios para existir porque es Él quien los ha creado, Descartes acepta considerar a los cuerpos materiales y a las mentes finitas humanas como verdaderas sustancias.

¿Por qué?

Porque la mente y la materia no se requieren la una de la otra para existir: la mente no requiere de un cuerpo para pensar y la materia no requiere de un alma para moverse (hete aquí 1º el punto final del organicismo vitalista griego, pues los cuerpos no requieren ya de un alma para moverse, pues lo hacen mecánicamente, y 2º el punto de arranque de la psicología moderna, ya que la mente, a la que equívocamente Descartes sigue denominando alma, es ya sólo lo mental, lo psíquico, no cumpliendo función vital alguna). 

Si la mente es la RES COGITANS, la cosa que piensa, la substancia corpórea es la RES EXTENSA, la cosa que es sólo extensión, cantidad, magnitud (volumen y movimiento espacial). Todas las cosas de la naturaleza física, del universo, se reducen a mera materia:

-          la materia es extensión, volumen;

-          los cuerpos extensos sólo pueden moverse en el espacio;

-          lo único que puede ponerlos en movimiento es el choque (el “choquismo”, el mecanicismo).


CONCLUSIONES METAFÍSICAS FINALES

Hasta ahora hemos explicado la metafísica cartesiana.

¿Cuáles son las consecuencias de esta metafísica?

Esto no es fácil de entender. Descartes es la modernidad, el mundo moderno ya está aquí.

¿Qué es la modernidad?

Aquella época en la que se considera que el fundamento de la verdad (del conocimiento humano) ya no es:

-           ni el Mundo de las Ideas de Platón,

-          ni el orden de la naturaleza, de las esencias o formas como en Aristóteles

-          ni tampoco la fe, es decir, Dios, la revelación divina de la teología cristiana.

 El fundamento de la verdad para la modernidad se encuentra en el individuo mismo, en su inteligencia, en su razón (en Descartes ese fundamento son las ideas innatas, la mayoría de las cuales son formas matemáticas; en el empirismo inglés el fundamento de la verdad, un fundamento no absoluto sino relativo, es la experiencia humana).

¿Qué función cumple Dios?

Dios es aquello que hace que la filosofía de Descartes no sea tan moderna. Para los filósofos anteriores, por ejemplo para los filósofos griegos, Dios era 1º el ordenador del universo, el demiurgo platónico, o 2º el principio activo de éste (el Logos cósmico de los estoicos) o 3º el motor de éste (en tanto que fin del cosmos para Aristóteles). Para los teólogos cristianos, Dios es el Creador del universo entero y, sobre todo, el salvador de la humanidad.

¿Y para Descartes?

 Dios también es el creador del universo, quién lo ordena y lo gobierna, incluso el salvador de la humanidad (Descartes era un católico sincero), pero la función principal de Dios en la filosofía cartesiana es, ante todo, ser garante de la verdad, es decir, aquello que garantiza o asegura 1º la objetividad de mis ideas innatas (el que mis ideas innatas, pero no las adventicias ni las facticias, representan fidedignamente lo que las cosas son) y 2º el buen funcionamiento de la razón (frente a la duda).

Como bien veremos seguidamente, este recurso a la divinidad es lo que hace que Descartes no sea aún plenamente moderno. Por el contrario, el empirismo ingles será la primera corriente filosófica de la historia en la que ya no se postulará al ente divino como fundamento de nada: ni del orden del universo, ni de su movimiento, ni de su existencia, ni de la verdad siquiera.

La física cartesiana

Finalmente, expliquemos cómo concibe la realidad Descartes. Empecemos por la realidad física, corpórea, aquella que Descartes denominaba substancia extensa.

1º Toda la realidad física es materia y toda la materia es, a lo largo y ancho del universo, homogénea.

2º Lo más importante es saber qué es la materia: la materia es extensión, espacio condensado.

3º ¿Qué le pasa a la materia?

La materia por sí misma no puede hacer nada, es inerte (el “principio de inercia” fue formulado explícitamente por primera vez en la historia por Descartes, aunque implícitamente ya estaba en Galileo). Esto significa que no hay principios activos en la materia (es decir, contra todo el pensamiento de los antiguos, para Descartes dentro de la materia no hay ningún espíritu, alma, inteligencia, forma, naturaleza o “cualidad oculta” que la mueva; la concepción griega de la naturaleza, el organicismo griego, concibe la materia como si estuviese animada, viva).

4º Sin embargo, sabemos que los cuerpos se mueven.

¿Cuál es la causa del movimiento de la materia, de los cuerpos?

Todo movimiento, todo cambio (sustancial, cualitativo, cuantitativo), se reduce a movimiento de materia en el espacio, a movimiento local. Y todo movimiento local puede ser explicado en términos puramente mecanicistas, es decir, a través del contacto y del choque (el movimiento se comunica de un cuerpo a otro a través del choque; no es necesario hablar de fuerzas como luego hará Newton en su dinámica; también, desaparecen las causas finales ya que dicho movimiento local no tiene un sentido predeterminado y, por lo tanto, no habrá nada más que la causalidad eficiente).

5º Si la materia es inerte, ¿de dónde procede el movimiento?

In principium (en el inicio de los tiempos), después de crear la materia, Dios imprimió en ésta (le transmitió o transfirió) una cantidad de movimiento: es el papirotazo, la patada divina que puso a la materia y al universo en movimiento y que transmitiéndose de un cuerpo a otro (conforme a unas leyes matemáticas estrictas establecidas por Dios) se conserva eternamente. Para Pascal y otros filósofos de la época (como los platónicos de Cambridge que tanto influirán en Newton), esta concepción cartesiana de la divinidad y del papel que cumple en el funcionamiento del universo es “la antesala del ateísmo” (pues ya no es necesario el concurso directo y constante de la divinidad para explicar el orden y dinamismo del universo físico).

 

La cosmología cartesiana

Acabamos de explicar cómo funciona el universo (como opera la res extensa; la mecánica). Describamos ahora al universo, es decir, expliquemos la cosmología cartesiana:

1º PLURALIDAD DE MUNDOS - Para Descartes el universo ya no es, no se reduce, como aún se pensaba en aquella época, al sistema solar, sino que es una sucesión de sistemas solares-planetarios.

2º NO AL ATOMISMO – Aunque la materia se presenta siempre en forma de corpúsculos (de partículas), la materia es de hecho infinitamente divisible, no existiendo por lo tanto ninguna clase de partícula última indivisible, ninguna clase de átomo

3º HIPÓTESIS DEL CONTINUUM - El universo está lleno de materia, no existiendo el vacío. Para Descartes el universo es un continuo de materia, no existiendo la discontinuidad materia-vacío. ¿Por qué? Su concepción es efecto de que rechaza la posibilidad de la existencia de los átomos (como acabamos de ver más arriba) y del vacío: la idea de vacío es una idea absurda, oscura y confusa, y, por ello, falsa.

4º MECANICISMO - También eran imposibles las interacciones a distancia, como será la gravedad newtoniana. La física cartesiana es un mecanicismo estricto, un “choquismo” (las únicas interacciones posibles entre los cuerpos se producen a través del choque, nunca a distancia; para Descartes, las fuerzas que actúan a distancia operan de un modo similar a como lo hacían las “cualidades ocultas” de los antiguos)

¿Qué clases de materia hay?

Hay tres tipos de materia:

1. Materia gruesa: compone las estrellas y los planetas.

2. El éter: materia más sutil, fina y ligera que ocupa los espacios interestelares.

3. La luz: materia aún mucho más sutil (sutil significa muy delgado) que el éter, y que atraviesa éste colándose entre los intersticios de la materia etérea.

Todo este continuo de materia se mueve como un vórtice (un vórtice es un torbellino, el movimiento en remolino de un fluido como el del agua en un fregadero antes de marcharse por el sumidero). Y así, con la imaginería (no matemática) de los vórtices, Descartes creía dar cuenta del movimiento planetario.  

Finalmente, la biología es una parte de la física: los seres vivos no tienen alma (no tienen ningún tipo de principio vital que los anime) y son puros sistemas mecánicos, son máquinas (también el cuerpo humano es sólo una máquina). En conclusión, todo cuerpo físico, aunque aparentemente esté vivo, no es otra cosa que una gran máquina; incluso los animales no son otra cosa que un ser inerte carente de verdadera sensibilidad (Descartes debería ser considerado también “avant la lettre”/”ante litteram” como el padre de la biología moderna…y como la bestia negra del ecologismo).

Adiós para siempre, por lo tanto, al paradigma organicista griego vigente durante más de dos mil años

 

EL DUALISMO MENTE/MATERIA: EL DUALISMO ANTROPOLÓGICO CARTESIANO

¿Y las mentes?

La mente es lo único que hay en el universo que no es materia y que no funciona como una máquina. Su esencia, su actividad es el pensamiento (y de ahí, lo de res cogitans o cosa pensante; la esencia de la materia, por el contrario, es la extensión y, de ahí, lo de res extensa), es decir, pensar; pero también querer, desear, y de ahí que Descartes diferencie en la mente entre “percepciones del entendimiento” y “operaciones de la voluntad” (sin concebirlas exactamente como facultades, al modo de los escolásticos).

¿Cuáles son los modos de percepción del entendimiento?

Son los modos del entendimiento: sentir, recordar, imaginar, concebir (concebir es pensar conceptualmente, la actividad misma de la inteligencia, el puro entender).

¿Cuáles son los modos de la voluntad?

Querer (desear y sentir pasiones), dudar, asentir…

¿Y cuáles, aprovechando que estamos explicando los modos de la res cogitans, son los modos de la res extensa?

El número, la figura, el tamaño y el movimiento (lo que Galileo y Boyle denominan “cualidades primeras”).

EL PROBLEMA DE LA COMUNICACIÓN MENTE-CUERPO

¿Cómo es posible que interactúen la mente y el cuerpo siendo substancias heterogéneas?

 Las mentes se encuentran alojadas en los cuerpos de los hombres, pero la interacción mecánica entre ellos es imposible (la mente y el cuerpo no chocan entre sí). Sin embargo, ante la evidencia incontestable de que dicha relación existe (por ej., cuando mi mente le ordena levantarse a mi brazo, éste se levanta; y cuando alguien pellizca mi brazo, yo siento el dolor), Descartes defendió que dicha interacción se producía, e incluso localizó en el cerebro el lugar donde tal cosa acontecía: la glándula pineal (le epífisis; la glándula que hoy sabemos que simplemente segrega la serotonina, la hormona que regula el sueño)


CONCLUSIÓNES FINALES – LAS TRES VERDADES CARTESIANAS

Toda la filosofía cartesiana puede ser resumida en las tres siguientes tesis:

            1º YO EXISTO Y SOY UNA MENTE PENSANTE                          

            2º DIOS EXISTE Y ES BUENO Y VERAZ

3º EL MUNDO FÍSICO ES TAL COMO LO DESCRIBE LA NUEVA CIENCIA (MATERIALISMO Y MECANICISMO)

 

 

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