lunes, 19 de septiembre de 2022

2º BACH - SOFISTAS Y SÓCRATES

 





El giro antropológico del pensamiento griego: la sofística y Sócrates

La formación de la polis griega

La polis griega, el modelo de organización sociopolítico que conocemos con el sobrenombre de polis griegas, es la mayor contribución de Grecia a la historia de la civilización (el término polis significa ciudad, pero no se refiere a una aglomeración urbana, sino a un modelo de organización sociopolítico; por ello, deberíamos denominarla “república”, Ciudad-Estado).

¿Qué es una polis?

Una comunidad de ciudadanos (los estados modernos, las repúblicas de hoy en día, por efecto de su gran tamaño, no son comunidades de ciudadanos sino sociedades de ciudadanos):

·         Sociedad: mero agregado de individuos asociados por vínculos externos de carácter legal.

·         Comunidad: grupo de individuos unidos por estrechos lazos (políticos, religiosos, culturales, sentimentales) que hace que se sientan miembros de un mismo cuerpo, de un mismo cuerpo social que se experimenta como si se tratase de un cuerpo vivo. El individuo se identifica tanto con su comunidad que no puede concebirse a sí mismo como un átomo aislado, fuera de la comunidad y contrapuesto a ella.

-          COMUNIDAD - Las polis griegas eran comunidades porque sus miembros se sentían unidos por lazos de vida y muerte, compartiendo un mismo destino. Las consecuencias de que la polis sea una comunidad son las siguientes:

·         El bien de la comunidad (el bien común) está por encima del bien individual.

·         Dentro de la comunidad no puede haber intereses particulares.

·         Todos los miembros de la polis tienen que vivir de un mismo modo, compartir una misma forma de vida, un mismo ethos (tener las mismas costumbres, creencias religiosas, etc.).

-          DE CIUDADANOS

¿Qué es la ciudadanía?

La consideración de que todos los miembros de la comunidad son iguales, políticamente iguales (se decide poner entre paréntesis, sin eliminarse, las desigualdades económicas y sociales, y sobreponer a ellas la igualdad política de la ciudadanía).

¿Qué implica la ciudadanía?

Implica dos cosas:

·         Isonomía: todos somos iguales ante la ley (mismos derechos y deberes).

·         Isegoría y parresía: todos los ciudadanos están llamados a participar en el autogobierno de la ciudad. ¿Cuáles son los canales o vías de participación?

-          El desempeño de las magistraturas (se sorteaban y se rotaban; las más importantes, como la del “estrategos”, se elegían por votación en la Asamblea de ciudadanos).

-          La participación en los tribunales populares de justicia.

-          La participación directa en la Asamblea de ciudadanos: allí es donde se llevan a cabo las deliberaciones y donde se decidirá entre todos cuál es el bien común de la polis (al derecho del ciudadano a intervenir en la Asamblea con libertad de palabra se la denominaba isegoría, y a que pudiese hacerlo con total franqueza, es decir, sin censura de ningún tipo, lo denominaron parresía).

CONCLUSIÓN: ¿Qué es lo que hace tan importantes a las polis griegas?

Los griegos descubrieron:

1º que sólo los hombres que viven en repúblicas (en polis) son libres y

2º que la libertad política (la ciudadanía, el derecho a la participación en el gobierno de la ciudad) es la libertad humana suprema.

Y es que el más bello ideal legado por Grecia a la posteridad fue éste: la idea de que es posible vivir en una comunidad política en la que ciudadanos iguales ante la ley hacen uso de su razón para determinar en qué consiste el bien común.

 

LA SOFÍSTICA

Fue el movimiento cultural característico del s. V a.C. También es conocido con el sobrenombre de “Ilustración sofística” (por su parecido con el movimiento ilustrado del s. XVIII).

Los sofistas eran profesores, maestros ambulantes que iban de una polis a otra enseñando a hablar persuasivamente (retórica) y a argumentar correctamente (dialéctica y erística) a todos aquellos jóvenes que podían pagarles (cobraban por su magisterio) y que querían triunfar en la vida pública, en la política. ¿Cómo? Convirtiéndose en líderes en la Asamblea. Por eso se dice que los sofistas eran “maestros de virtud”: el término “virtud” aquí no tiene connotaciones morales, sino que se refiere a aquellas habilidades y destrezas que tenían que tener aquellos que querían no sólo participar en política, sino alcanzar el éxito (es decir, convertirse en líderes de los ciudadanos).

¿Qué “virtudes” enseñaban los sofistas?

·         Retórica: hablar persuasivamente

·         Dialéctica: arte de dialogar

·         Erística: arte de disputar, discutir y triunfar en las disputas

¿Cuál es el contenido de la enseñanza de los sofistas?

1º GIRO ANTROPOLÓGICO DEL PENSAMIENTO GRIEGO

Con los sofistas, se produce lo que se denomina “el giro antropológico del pensamiento griego”: si los filósofos presocráticos especulaban sobre el cosmos y la physis, los sofistas reflexionarán sobre la vida en la polis, sobre la vida en sociedad (y por extensión, sobre el ser humano en general).

PHYSIS/NOMOS

Los sofistas contrapusieron la physis al nomos, estableciendo una distinción entre:

·         el campo de la physis (ámbito de la naturaleza, de todo aquello que es como es independientemente de la voluntad humana; por ej., la caída de una piedra o la tendencia de los animales y los hombres de buscar el placer y huir del dolor) y

·         el campo del nomos (aquello que existe por convención, que es obra humana artificial; todo aquello que no es obra de la naturaleza sino de la cultura y cuya manifestación más sobresaliente para los griegos eran las leyes, las normas, las costumbres y las instituciones de la polis).

Si para los presocráticos, todo era physis, para los sofistas hay que distinguir entre lo que es por physis y lo que es por nomos. Ej.: las vacas sagradas de la India son por physis vacas, y por nomos sagradas; los Pirineos son por physis una cordillera de montañas, y por nomos la frontera entre Francia y España; la búsqueda del placer y la evitación del dolor es una comportamiento natural del ser humano, mientras que el arrojo y la valentía del ciudadano en el campo de batalla es fruto del nomos, de la convención, de la arraigada creencia y costumbre de que no hay mayor honor y gloria que morir por la patria en el campo de batalla (“dulce et decorum est pro patria mori”).

Para los sofistas, el nomos (las leyes y costumbres sociales) es fruto de un acuerdo, de un pacto entre los hombres. Por ello, las leyes son convencionales, el resultado de una convención (y no sagradas, mandatos divinos, como se creía en aquel entonces). Las leyes por nomos se contraponen a las leyes por physis, las leyes y normas ajenas a todo acuerdo y convención (los dictámenes de la naturaleza o instintos: la búsqueda del placer, el dominio del más fuerte).

EN CONCLUSIÓN:

Si para los presocráticos la physis era la realidad primigenia de la que se generan y a la que vuelven, cíclicamente, todas las cosas que existen en el universo, para los sofistas, physis se contrapone a nomos

    1º la physis se refiere, en general, al universo físico, a todo aquello que es natural y no artificial, que existe necesariamente ahí en el mundo y que no es el resultado del trabajo u obrar humano (de todo aquello que, por el contrario, forma parte del nomos, del universo humano, de todo lo que es cultura).

    2º Physis se refiere también, en particular, a aquellas leyes y normas que rigen la vida humana, como por ejemplo la búsqueda del placer, el dominio del más fuerte, que son ajenas a todo acuerdo o convención y que   no se pueden cambiar, ya que pertenecen al orden necesario de la naturaleza pues tienen     su     origen     en la propia naturaleza humana. A estas leyes o dictámenes de la naturaleza, hoy en día, no del todo correctamente, los denominamos "instintos": de ahí que se hable de una persona dominada por su instinto de poder, de dominar a los demás (esta es la physis de la que hablaba Calicles, la physis como el derecho del más fuerte), o por el instinto de placer, de supervivencia, etc.

        Estas leyes por physis se contraponen a las leyes por nomos, a las leyes y normas convencionales. ¿Qué leyes son por nomos?

- todas aquellas leyes establecidas por acuerdo o decisión humana y que expresan "el parecer de la colectividad", es decir, el interés colectivo.

- todas aquellas leyes que, al no ser naturales, podrían ser siempre de otro modo. ¿Cuál es la razón por la que podrían ser cambiadas y sustituidas por otras? El que tal cosa se estimase conveniente y beneficioso para aquellos que crean dichas leyes convencionales y a ellas se someten (este "aquellos" se refiere a todos los ciudadanos de una polis, de una comunidad humana organizada políticamente, una comunidad de hombres que viven civilizadamente porque lo hacen bajo leyes que ellos mismos han creado por la utilidad y beneficio que tales normas les reportan).

3º PAIDEIA O EDUCACIÓN 

Los sofistas defendían que la virtud es enseñable, y que, por lo tanto, no es sólo patrimonio exclusivo de los nobles.

Recordemos que la virtud o areté era el conjunto de destrezas y habilidades que debía poseer el buen ciudadano (había que ser un buen ciudadano, un ciudadano bien formado políticamente porque todos los ciudadanos estaban llamados a participar activamente en el autogobierno de la ciudad), sobre todo aquellos que aspiraban al ejercicio del liderazgo político. Y es que tenemos que comprender que, para los griegos, poseer virtud no es tener “bondad” (esté es el concepto judeo-cristiano de virtud), sino el conjunto de cualidades que era indispensable que tuviese el buen ciudadano, el ciudadano que interviene en política.

Por lo tanto, a diferencia de lo que se creía en la Grecia de la Era Arcaica, no sólo los aristócratas de cuna poseen determinadas virtudes imprescindibles para la vida pública (prudencia, justicia, valor y coraje guerrero; retórica, erística…), sino que cualquier ciudadano las podía adquirir a través de una adecuada paideia o educación. Los sofistas eran quienes, a cambio de un estipendio, impartían esa educación.

4º RELATIVISMO EPISTEMOLÓGICO/MORAL

Abandono de la búsqueda de la verdad, tanto en el ámbito del conocimiento (relativismo epistemológico), como en el ámbito de la moral y de las leyes (relativismo moral).

·         Relativismo epistemológico: no existe una verdad objetiva acerca de las cosas y, por lo tanto, no hay una verdad común (universal) a todos los hombres. Cada individuo tendrá su propia visión de las cosas (la verdad no es ya objetiva, sino subjetiva) y de ahí la importancia que tendrá para los sofistas la retórica y la erística: de lo que se trata no es de alcanzar la verdad, sino de convencer a otro hombre de tu visión de las cosas.

·         Relativismo moral: tampoco hay ningún fundamento objetivo que determine qué leyes o costumbres son mejores que otras (no habría posibilidad de decidir, por ejemplo, que costumbre es mejor: si la de enterrar a los padres como hacemos nosotros, quemarlos en una pira como hacían los griegos, o devorarlos en un ritual caníbal necrófilo como hacían los escitas). El relativismo moral es una consecuencia ineludible del descubrimiento del carácter convencional del nomos.

¿Quiénes fueron los sofistas más sobresalientes?

Hay dos generaciones de sofistas:

1)      De la primera generación: Protágoras y Gorgias (vivieron en los tiempos de Pericles).

 

·         PROTÁGORAS: natural de Abdera, la patria de Demócrito, formó parte del círculo de Pericles, y sufrió un proceso por impiedad por efecto del cual fue expulsado de la ciudad.

Creador de la “doctrina del hombre-medida” (es, por lo tanto, el padre del relativismo epistemológico), fue él, el que dijo, “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son, y de las que no son en tanto que no son” (es la primera y más famosa formulación del relativismo epistemológico: las cosas no son en sí mismas ni frías ni calientes, ni dulces o amargas, sino que son lo que son dependiendo de cómo son para mí, no de cómo sean en sí).

Respecto al nomos, defendió que, aunque las leyes de la ciudad sean convencionales, se justifican o legitiman por su utilidad para los hombres (ya que hacen posible la paz y la cooperación social).

 

·         GORGIAS: natural de Sicilia, fue considerado por los griegos como el padre de la retórica, como el defensor del poder de la palabra. Su doctrina se resume en tres tesis:

1º TESIS: Nada es

2º TESIS: Si algo fuese, sería incognoscible

3º TESIS: Si fuera cognoscible, sería incomunicable

 

2)      De la segunda generación: Hipias, Trasímaco, Pródico y Calicles.

De ellos tenemos que saber dos cosas:

                                I.            Radicalizaron el relativismo epistemológico de Protágoras, llevándolo hasta el escepticismo: el conocimiento es imposible (no hay ninguna verdad, ni verdades relativas).

                              II.            Radicalizaron también el relativismo moral y defendieron el nihilismo o cinismo moral: no existen los valores morales (ni los relativos y convencionales, los propios de una comunidad humana y que son resultado de un pacto al que llegan sus integrantes y que están justificados por su utilidad, tal como defendía la sofística de la primera generación) y por ello al individuo todo le está permitido (ergo, a los más fuertes, todo les debe ser consentido)

 

SÓCRATES

Nace en Atenas en el año 470 a.C. Muere a los 71 años, en el año 399, ejecutado por la democracia ateniense. No interviene en política (no asistía a la Asamblea), no escribe nada. Practica una enseñanza directa por medio del diálogo. Parece un sofista pero, a diferencia de éstos, no cobra por sus enseñanzas. Sólo le interesa la reflexión filosófica sobre cuestiones morales y políticas (reflexionó en su juventud sobre el cosmos, siendo seguidor de Anaxágoras, pero abandonó estas reflexiones en la edad adulta por considerarlas fútiles; este Sócrates cosmólogo fue ácidamente retratado por el comediógrafo Aristófanes en su comedia “Las nubes”). Se le considera, por ello, el inventor de la moralidad en Occidente. Condenado a muerte por impiedad, se negó a huir por respeto a las leyes de la polis (había dedicado toda su vida a enseñar ese respeto a la ley).

PUNTO DE PARTIDA: para Sócrates, la causa de la crisis de Atenas (la pérdida de la Guerra del Peloponeso, la Tiranía de los Treinta, la corrupción de los demagogos) es que ya no hay buenos ciudadanos, ciudadanos que cumplan y respeten las leyes de la polis, que asuman como propio el bien de la ciudad y cumplan por ello con sus deberes cívicos.

¿Quién es el principal responsable, a juicio de Sócrates, de todo ello?

Los sofistas. ¿Por qué? La sofística ha inoculado el veneno del relativismo moral, una doctrina disolvente que terminará justificando como natural el que los individuos antepongan sus intereses privados al bien de la polis y al cumplimiento de las leyes.

Por ello, la filosofía de Sócrates tiene como punto de partida la crítica del relativismo sofístico.

 

CRÍTICA DEL RELATIVISMO SOFÍSTICO

Sócrates muestra que la postura relativista de los sofistas respecto a los conceptos morales conduce a una paradoja.

¿Qué paradoja?

1.       Los sofistas defendían que cada individuo entiende una cosa distinta por:

-          el bien (aquello que nos hace felices),

-          lo justo (las leyes que hacen posible la convivencia civilizada),

-          lo preceptivo (los deberes del ciudadano respecto de su comunidad),

-          lo valioso (lo que es digno de aprecio), o

-          la virtud (en qué dónde reside la excelencia del ser humano).

 

2.       Si lo antedicho es cierto, la comunicación entre los humanos es imposible y la posibilidad de entenderse nula.

 

3.       Sin embargo, y hete aquí la paradoja, hay hechos que contradicen lo establecido en el punto anterior:

 

-          En la asamblea de una polis, se decide cuál es el deber de los ciudadanos.

-          En los tribunales de justicia, se acuerda si un acusado quebrantó las leyes (la justicia).

-          Un grupo de amigos es tal porque comparten un concepto de bondad.

-          Una polis es una comunidad y no un mero agregado de individuos porque sus miembros comparten un concepto de lo que es valioso para todos sus integrantes.

Por todo ello, Sócrates concluye: si estos hechos se producen, entonces los conceptos morales no pueden ser relativos (tal como mantenían los sofistas), pues los individuos demuestran en distintos contextos que logran entenderse con significados más o menos comunes. Los equívocos, las ambigüedades y las opiniones dispares nacen del hecho de que no han sido bien definidos. La misión de Sócrates, la misión del filósofo consistirá en intentar definirlos.

 

EL MÉTODO DIALÉCTICO SOCRÁTICO

¿Cómo se puede lograr definir los conceptos morales?

Para Sócrates, la tarea principal del filósofo es definir correctamente los conceptos morales y, gracias a ello, acceder al saber moral (un saber que, como veremos más adelante, es imprescindible para alcanzar la virtud, para que el ciudadano pueda actuar con rectitud y cumplir las leyes)

Para lograr definir los conceptos morales, Sócrates propone un método.

¿Qué método?

El método dialéctico, es decir, la reflexión filosófica llevada a cabo a través del diálogo.

El método dialéctico de Sócrates se despliega en tres momentos: ironía, mayéutica y definición.

                    I.            LA IRONÍA SOCRÁTICA

El punto de partida del método socrático es la ironía.

 ¿En qué consiste la ironía?

Sócrates pregunta a su interlocutor acerca de qué es la virtud, la belleza, la justicia, la piedad… y finge ignorancia, un no saber la respuesta (ese fingimiento de ignorancia es la ironía). A través de sus preguntas, muestra que el ignorante es su interlocutor (normalmente un sofista).

 

                  II.            LA MAYÉUTICA

La mayéutica es la obstetricia, el arte de las comadronas de ayudar a dar a luz (la madre de Sócrates era partera).

Una vez reconocida la ignorancia por parte de su interlocutor, Sócrates intenta conducirlo hacia la verdad. Sócrates no enseña la verdad (como hacían los sofistas con sus discursos), porque afirma no tenerla (“sólo sé que no sé nada”, afirmaba), sino que por medio de su hábil interrogar ayuda a su interlocutor a dar a luz la verdad que reside dentro de él (dar a luz ideas, y de ahí lo de mayéutica).

En conclusión, Sócrates ayuda a aquellos con quienes dialoga a encontrar la verdad por sí mismos, esto es, a pensar autónomamente, críticamente.

 

               III.            LA DEFINICIÓN

La verdad para Sócrates consiste en la definición universal:

- una definición que sea válida para todos los casos (que sea una significación objetiva),

- y que sea válida para todas las personas que hacen uso de ese término (que sea una significación común).

Ejemplo: “lo justo es cumplir las leyes de la polis

 

Sócrates busca la definición universal de lo que es la virtud, la belleza, la justicia, la piedad… Sin embargo, esta tarea queda siempre inacabada al no poder alcanzar nunca Sócrates y sus interlocutores una definición definitiva de los conceptos morales (“¿es justo el cumplimiento de las leyes de la polis cuando éstas han sido promulgadas por un tirano o por una asamblea de ciudadanos manipulados por demagogos?”.

Sócrates justifica esta paradójica situación 1º reconociendo de nuevo los límites del conocimiento humano (que busca el saber de las cosas pero que nunca lo alcanza), y 2º proclamando que sólo “el dios es sabio”.

 

Más, a pesar de estos inconvenientes, en el ejercicio del diálogo nos ejercitamos en la virtud, porque la mera búsqueda de la verdad a través del diálogo hace mejor al ser humano:

-          sea porque le hace consciente de su ignorancia (“sólo sé que no sé nada”).

-          sea porque le libera de las falsas creencias, de los prejuicios y de la opinión común, acercándole a la verdad.

-          sea porque el individuo, buscando la verdad dentro de sí, alcanza el autoconocimiento (conforme al precepto délfico “conócete a ti mismo”).

-          sea porque le descubre su libertad interior al empujarle a pensar autónoma y críticamente

Por esta búsqueda de la verdad objetiva, de la definición universal, se considera a Sócrates el padre del racionalismo occidental, el primero que defendió conscientemente la objetividad del conocimiento humano (aunque fuese un ideal inalcanzable). Y porque esta búsqueda lo fuese de la definición de los conceptos morales, se le considera el padre de la ética en Occidente, el primero en empezar a comprender en qué consiste la verdadera esencia de la moralidad (de la acción moral).

EL INTELECTUALISMO MORAL

El intelectualismo moral es la principal doctrina filosófico-moral de Sócrates.

¿Qué es el intelectualismo moral?

Aquella concepción de la moralidad que identifica la virtud con el saber.

Esta doctrina moral identifica la virtud con el saber por dos razones:

1º porque sólo el que sabe lo que es el bien (lo que es justo, bueno, preceptivo y valioso), actuará virtuosamente (es decir, como un buen ciudadano, con justicia, bondad, y responsabilidad).

2º porque el saber es la virtud o excelencia suprema del alma (cuando el alma alcanza el saber, logra su máximo grado de desarrollo y su perfección).

Esta identificación llega hasta el punto de considerar que el saber es condición no sólo necesaria sino también suficiente de la virtud, es decir, que el saber es la única causa de la virtud, la única fuente de la acción correcta (a la vez condición suficiente y necesaria).

 El conocimiento del bien es:

-          condición necesaria de la virtud: sólo si se sabe lo que es lo justo, se puede obrar con justicia.

+

-          condición suficiente de la virtud: basta con saber lo que es lo justo para actuar inexorablemente de un modo justo.

En conclusión, el saber es condición necesaria y suficiente de la virtud ya que sólo el que sabe qué es la justicia puede obrar con rectitud:

-          No: “sólo si sabes que es lo justo, obrarás rectamente” (condición necesaria).

-          Tampoco: “si sabes que es lo justo, obrarás con rectitud” (condición suficiente).

-          Sino: “sólo el que sabe lo que es justo, obrará con rectitud” (condición suficiente y necesaria: si y sólo si).

Consecuencias de esta doctrina:

1.       Sólo los sabios (los conocedores del bien) podrán ser virtuosos (buenos ciudadanos).

 (Platón explorará está tesis, extrayendo las conclusiones pertinentes: sólo los sabios, por ser los únicos ciudadanos verdaderamente virtuosos, deben acceder al gobierno de la polis)

2.       El que obra mal lo hace por ignorancia, por desconocer el bien. Los criminales no pueden ser acusados de nada, excepto de ser ignorantes (las cárceles deberían ser cerradas y reconvertidas en escuelas donde se les enseñase lo que es el bien). No existe por lo tanto ni el pecado ni la culpa.

Según Sócrates, nadie es malo por dejarse arrastrar por sus bajas pasiones, sino sólo por ignorancia. El individuo no es malo de por sí ya que nadie, en su sano juicio, podría no querer obrar bien: nadie quiere renunciar a la felicidad que significa vivir una vida verdadera.

Es por todo ello por lo que Sócrates afirmó: “sólo hay un bien: el conocimiento; sólo hay un mal: la ignorancia”.



Tema A.B.A.U.: DIALÉCTICA SOCRÁTICA Y RELATIVISMO DE LOS SOFISTAS

GIRO ANTROPOLÓGICO DEL PENSAMIENTO GRIEGO

En el siglo V a.C., tras las Guerras Médicas, se produce lo que tradicionalmente ha venido llamándose “el giro antropológico del pensamiento griego”. La reflexión sobre la naturaleza se retira a un segundo término, pasando las cuestiones directamente relacionadas con la vida humana a ocupar un lugar preponderante en el panorama intelectual de la época. ¿Por qué? La razón es que ha surgido un nuevo contexto socio-político: la democracia ateniense.

¿QUIÉNES ERAN LOS SOFISTAS?

Los sofistas eran profesores ambulantes que recibían dinero de sus alumnos. Transmitían una enseñanza que tenía por finalidad la formación del individuo o paideia. Los sofistas enseñaban principalmente a sus discípulos retórica y dialéctica, es decir, las técnicas y habilidades (“virtudes”; de ahí que se les denomine “maestros de virtud”) que les permitían hablar con elocuencia ante la Asamblea y vencer en las disputas públicas.

CLASIFICACIÓN DE LOS SOFISTAS

Agrupamos a los sofistas en dos generaciones. Pertenecen a la primera los más interesantes, Protágoras y Gorgias (Protágoras formó parte del círculo de allegados de Pericles, el gobernador de Atenas en su periodo más glorioso, y defendió una doctrina de profundo calado humanista que afirma que “el hombre es la medida de todas las cosas”). En la segunda generación incluimos a Hipias, Antifonte, Pródico y Calicles.

PRINCIPALES DOCTRINAS

La sofística postuló dos doctrinas, una en la que defendía el carácter relativo de todo conocimiento y otra en la que afirmaba el carácter convencional (es decir, cultural, artificial y no natural) de las leyes e instituciones sociales.

RELATIVISMO EPISTEMOLÓGICO

1º Carácter relativo del conocimiento: los sofistas consideraban que no hay conocimiento objetivo posible ya que todo conocimiento es subjetivo (conforme a la afirmación de Protágoras de que “el hombre es la medida de todas las cosas”) y está sometido a las vicisitudes de la historia y las circunstancias. Por todo ello, para la sofística el saber se diluye en una perpetua discusión o erística, en la que triunfa no la opinión más verdadera, sino la más fuerte, convincente y persuasiva, aunque sea falsa y contradictoria.

CONVENCIONALIDAD DEL NOMOS (contraposición physis/nomos)

2º Descubrimiento del carácter convencional de las leyes e instituciones sociales y políticas, esto es, descubrimiento de un ámbito distinto y ajeno a la naturaleza (al reino de la physis), al que la sofística denominará el reino del nomos: para los sofistas en general, los valores ético-políticos (las ideas acerca de qué es lo justo y bueno) al igual que las leyes e instituciones que sobre ellos se sustentan no pertenecen al reino de la physis, no son realidades naturales, absolutas e inmutables y por lo tanto incuestionables, sino meras convenciones sociales, acuerdos que establecen entre sí los ciudadanos y que responden siempre a un interés de éstos:

I - para los sofistas de la primera generación entre los que cabe destacar a Protágoras, los pactos que los miembros de la ciudad logran alcanzar acerca de lo que es justo y bueno tienen como finalidad el beneficio de la comunidad entera ya que las leyes e instituciones sociales y políticas hacen posible la convivencia pacífica y la cooperación social.

II - para los sofistas de la segunda generación, el nomos de la Ciudad no sólo es convencional, sino también antinatural. Entendían que, en el ser humano, aun viviendo dentro de la sociedad y por lo tanto sometido a las convenciones y artificialidades del nomos, seguía existiendo una dimensión no convencional, no cultural ni artificial, sino estrictamente natural y por ello perteneciente al reino de la physis: sus impulsos e instintos naturales. Al conjunto de esos instintos lo denominaron la naturaleza o physis humana. Para ellos, lo único absoluto e inmutable era esa naturaleza o physis humana, naturaleza que se caracteriza por dos grandes impulsos: la irrefrenable búsqueda del placer y del dominio. Pues bien, el nomos es una traba y freno indeseable de dichos impulsos y por ello, en la confrontación (que dentro de sí experimenta el individuo) que se produce entre los dictados de la naturaleza (la ley de la physis) y las convenciones sociales (la ley del  nomos), esta segunda generación de sofistas se inclina por la prevalencia de la primera, esto es, que el interés egoísta individual se anteponga siempre al interés de la colectividad, de la polis.

 

SÓCRATES

 

PUNTO DE PARTIDA

 

Para Sócrates, la causa de la crisis de Atenas (la pérdida de la Guerra del Peloponeso, la Tiranía de los Treinta, la corrupción de los demagogos) es que ya no hay buenos ciudadanos, ciudadanos que cumplan y respeten las leyes de la polis, que asuman como propio el bien de la ciudad y cumplan por ello con sus deberes cívicos.

 

¿Quién es el principal responsable, a juicio de Sócrates, de todo ello?

 

Los sofistas. La sofística ha inoculado el veneno del relativismo moral. Por ello, la filosofía de Sócrates tiene como punto de partida la crítica del relativismo sofístico.

 

CRÍTICA DEL RELATIVISMO SOFÍSTICO

 

Para Sócrates, los conceptos morales no pueden ser relativos (tal como mantenían los sofistas). Los equívocos, las ambigüedades y las opiniones dispares nacen del hecho de que no han sido bien definidos. La misión de Sócrates, la misión del filósofo consistirá en intentar definirlos.

 

EL MÉTODO DIALÉCTICO SOCRÁTICO

 Para lograr definir los conceptos morales, Sócrates propone un método: el método dialéctico, es decir, la reflexión filosófica llevada a cabo a través del diálogo.

El método dialéctico de Sócrates se despliega en tres momentos: ironía, mayéutica y definición.

                    I.            LA IRONÍA SOCRÁTICA

Sócrates pregunta a su interlocutor acerca de qué es la virtud, la belleza, la justicia, la piedad… y finge ignorancia, un no saber la respuesta (ese fingimiento de ignorancia es la ironía). A través de sus preguntas, muestra que el ignorante es su interlocutor (normalmente un sofista).

 

                  II.            LA MAYÉUTICA

Una vez reconocida la ignorancia por parte de su interlocutor, Sócrates intenta conducirlo hacia la verdad. Sócrates no enseña la verdad (como hacían los sofistas con sus discursos), porque afirma no tenerla (“sólo sé que no sé nada”, afirmaba), sino que por medio de su hábil interrogar ayuda a su interlocutor a dar a luz la verdad que reside dentro de él (dar a luz ideas, y de ahí lo de mayéutica).

 

               III.            LA DEFINICIÓN

La verdad para Sócrates consiste en la definición universal:

- una definición que sea válida para todos los casos

- y que sea válida para todas las personas que hacen uso de ese término

 

Ejemplo: “lo justo es cumplir las leyes de la polis

 

Sócrates busca la definición universal de lo que es la virtud, la belleza … Sin embargo, esta tarea queda siempre inacabada al no poder alcanzar nunca Sócrates y sus interlocutores una definición definitiva de los conceptos morales.

 

EL INTELECTUALISMO MORAL

El intelectualismo moral es la principal doctrina filosófico-moral de Sócrates, la concepción de la moralidad que identifica la virtud con el saber. Esta doctrina moral identifica la virtud con el saber por dos razones:

1º porque sólo el que sabe lo que es el bien (lo que es justo, bueno, preceptivo y valioso), actuará virtuosamente (es decir, como un buen ciudadano, con justicia, bondad, y responsabilidad).

2º porque el saber es la virtud o excelencia suprema del alma (cuando el alma alcanza el saber, logra su máximo grado de desarrollo y su perfección).

Esta identificación llega hasta el punto de considerar que el saber es condición no sólo necesaria sino también suficiente de la virtud, es decir, que el saber es la única causa de la virtud, la única fuente de la acción correcta (a la vez condición suficiente y necesaria).

Consecuencias de esta doctrina:

1.       Sólo los sabios (los conocedores del bien) podrán ser virtuosos (buenos ciudadanos).

2.       El que obra mal lo hace por ignorancia, por desconocer el bien.

Es por todo ello por lo que Sócrates afirmó: “sólo hay un bien: el conocimiento; sólo hay un mal: la ignorancia”.

FIN DEL TEMA ABAU                                                                                                        

 

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