viernes, 25 de noviembre de 2022

2º BACH - 1º EXAMEN FIL. CRISTIANA (texto san agustín)

 



A.B.A.U. - TEMA 7: EL PROBLEMA RAZÓN/FE EN LA FILOSOFÍA MEDIEVAL

TEXTO SAN AGUSTÍN 

1.     Esta ventaja sobre los animales debemos cultivarla con esmero grandísimo, reesculpirla en cierto modo y reformarla en nosotros; pero ¿quién ha de poder hacerlo sino el artífice que la formó? Nosotros pudimos deformar en nosotros la imagen de Dios; reformarla no podemos. Resumiendo lo dicho en breves palabras, tenemos existencia como los árboles y las piedras, vida como los árboles, sensación como las bestias y entendimiento como los ángeles. Con los ojos discernimos los colores, con los oídos los sonidos, con el olfato los olores, con el gusto los sabores, con el tacto los calores, con la inteligencia las acciones. Todos los hombres quieren entender; nadie hay que no lo quiera, mas no todos quieren creer. Se me dice: “Entienda yo y creeré”. Yo le respondo: “Cree y entenderás”. Habiendo, pues, surgido entre nosotros una como controversia por decir uno: “Entienda yo y creeré”, y responder yo: “Más bien cree y comprenderás”, llevemos el pleito al juez, y ninguno de los dos presuma fallar en causa propia. ¿A qué juez iremos? Examinando uno a uno a todos los hombres, no veo podamos hallar otro superior al hombre por quien Dios habla. No vayamos, pues, en esta controversia y asunto a los autores profanos; sea nuestro juez no un poeta, sino un profeta. AGUSTÍN DE HIPONA; “Sermón 43”,

 

Contextualización del texto

El texto que seguidamente comentaremos fue escrito por san Agustín. Daremos comienzo a nuestro comentario contextualizando dicho texto en el marco ideológico característico de la época en el que fue escrito.

San Agustín de Hipona es la figura más relevante de la patrística latina u occidental. La patrística fue la encargada de iniciar el pensamiento filosófico cristiano, justificando los dogmas de la Iglesia y combatiendo las desviaciones de la ortodoxia llevada a cabo por los primeros movimientos heréticos. Se caracterizó por su defensa racional del cristianismo y por su aceptación de las verdades filosóficas, sobre todo platónicas o neoplatónicas, que coincidían o no contradecían la revelación bíblica.

Contextualicemos ahora  la temática del texto en el marco del pensamiento del autor. Los “Sermones” de san Agustín son, a diferencia de sus grandes obras filosóficas, morales o dogmáticas como “La Ciudad de Dios”, “Confesiones” o sus tratados (sobre distintos temas), piezas donde se debate “retóricamente” una cuestión determinada, en el este caso, la relación entre la razón y la fe.

Analicemos el seguidamente el contenido del texto:

1º Este texto de San Agustín procedente de su Sermón 43 trata de resolver una controversia de carácter epistemológico: la de si en el orden que debe existir en el pensamiento, la prioridad corresponde a la fe (al saber revelado por Dios) o al entender (al saber obtenido a través de la razón), esto es, si la fe es anterior y condición del entender o si, por el contrario, es el entender el que debe anteceder a la fe.

2º De lo que se trata, por lo tanto, es dilucidar si la fe cristiana sólo es posible tras un acto de comprensión de aquello a lo que dicha fe se refiere (Dios y la salvación) o si por el contrario el creer antecede y es condición de posibilidad del entender.

3º Dicha controversia aparece planteada a través de dos fórmulas lapidarias: “Entienda yo para que pueda creer” y “Cree para que puedas entender”.

4º Finalmente, resuelve la controversia apelando a la misma autoridad divina expresada por boca del profeta. Dicha sentencia indiscutible, dictada por el Juez Supremo (no recogida en el texto que estamos comentando), no es otra que las palabras del profeta Isaías “Si no creéis, no entenderéis” donde queda  definitivamente corroborada la preeminencia de la fe sobre la razón

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