LOS APUNTES QUE OS HE SUBIDO PARA ESTAS DOS ÚLTIMAS SEMANAS DE CLASE LOS VAMOS A CONSIDERAR UNA CONTINUACIÓN/AMPLIACIÓN DE LA UNIDAD DE ANTROPOLOGÍA FÍSICA QUE DIMOS EN EL MES DE ENERO. HAY UNA PRIMERA PARTE QUE SÓLO OS VOY A PEDIR QUE LEÁIS, Y UNA SEGUNDA QUE SÍ OS PIDE QUE PASÉIS A VUESTRA LIBRETA
Ya sé que son muchos apuntes, pero a cambio os he perdonado el último trabajo y la última recensión.
Hoy si que os he subido unos vídeos de lógica:
- tablas de verdad: negador, conjuntor
- tablas de verdad: disyuntor, condicional, bicondicional
- condición suficiente y necesaria I y II
APUNTES DE CLASE
LECTURA (esta parte no tenéis que pasarla a la libreta)
Lo innato y lo
adquirido
El estudio
del ser humano desde un punto de vista biológico, zoológico, es decir, como una
especie animal más, nos lleva ineludiblemente a preguntarnos por aquellas
conductas que no son aprendidas, es decir, que no son adquiridas del medio
social que nos rodea (esas conductas, como por ejemplo comer con cubiertos, son
culturales, no naturales ni congénitas). Nos preguntamos por lo tanto por
aquellos comportamientos que dependen de factores genéticos y que por lo tanto
están programados de un modo innato. Las cuestiones principales que se deben
tratar al socaire de este asunto son los siguientes:
1º ¿Qué capacidades psicológicas, que actitudes
(predisposiciones a obrar de un determinado modo) y que conductas pueden ser
consideradas congénitas (y por ende universales, comunes a todos los miembros
de la especie)? La investigación estrictamente científica en los campos de
la biología molecular, neurología y
sobre todo etología (la etología es la rama de la zoología que estudia el
comportamiento animal) puede dilucidar esta cuestión.
a)
Capacidades
psicológicas innatas: las más estudiadas han sido la capacidad lingüística y
lógica. Con respecto a la primera, Steven Pinker (profesor de ciencias
cognitivas del MIT) ha zanjado el debate que enfrentaba a Skinner y a Chomsky
(para Skinner la adquisición de las habilidad lingüística es aprendida mientras
que Chomski afirma que nacemos con una especie de gramática universal grabada
en nuestro cerebro) dando la razón a éste último: la mayor parte de la capacidad
lingüística es hereditaria. Por lo que respecta a nuestras capacidades lógicas,
nuestra capacidad para la conceptualización abstracta y sobre todo para el
razonamiento formal son de sumo interés las investigaciones del neurólogo
soviético Alexander Luria. Para responder a la pregunta de si existe un
razonamiento lógico universal llevó a cabo la siguiente investigación. Se
dirigió a una población remota de un territorio del Asia central de la URSS y a
sus moradores les planteó la siguiente pregunta. “En cierto pueblo de Siberia
todos los osos son blancos. Tu vecino fue a ese pueblo y vio un oso. ¿De qué
color era ese oso?”. La respuesta habitual de los encuestados fue: “¿Cómo voy a
saberlo? ¿Por qué no se lo pregunta usted mismo a mi vecino?”. La conclusión a
la que llegó es que aprendemos el lenguaje porque tenemos estructuras cerebrales
predispuestas para ello, pero no parece igual para la lógica abstracta (y así,
frente a quienes defienden que los humanos poseemos una racionalidad innata, Luria
defendió que quizá la adquisición de las herramientas formales del razonamiento
son producto del aprendizaje y la educación).
b)
Actitudes
y comportamientos: este ha sido el campo en el que la etología ha hecho sus
mayores contribuciones (se han estudiado desde el lenguaje corporal, los gestos
faciales como la sonrisa, la necesidad del contacto corporal cuando tenemos
miedo, etc. y comportamientos más complejos como son las conductas sexuales y
sobre todo la agresividad y sus mecanismos inhibidores)
c)
El
estudio de la sociabilidad humana también ha sido el campo de una nueva rama de
la etología: la sociobiología. La sociobiología (cuyos principales exponentes
son el zoólogo de Harvard Edward O. Wilson y el biólogo de Oxford Richard
Dawkins) defiende la teoría de que el comportamiento social de todos los
animales, incluido el hombre, está gobernado por la biología. La tesis central
de la sociobiología es que el sujeto, el actor o protagonista central de la
evolución natural no son los organismos (los individuos) sino los genes que
portan (los individuos no son sino máquinas al servicio de sus genes, son
marionetas cuyo comportamiento es teledirigido por su genotipo; debemos
comprender que los intereses de los genes no siempre son coincidentes con los
del individuo que los porta). Para la sociobiología toda la conducta social
(cooperación social, comportamiento altruista, las relaciones entre grupos no consanguíneos)
puede ser explicada a través de este esquema o patrón explicativo que hace del
gen la unidad central de la evolución y la selección natural (brevemente, la
doctrina sociobiológica afirma que la vida en sociedad no es otra cosa que una
estrategia evolutiva seguida por ciertos genes (los genes de las especies
gregarias) para preservar su supervivencia y así ayudar a un familiar próximo e
incluso a morir por él se explica en tanto comparto con él parte de su
patrimonio genético. Y así, a la pregunta de si se daría la vida por un
hermano, los sociobiólogos responden “Por uno no, pero sí por tres”. En efecto,
un individuo que perece por salvar a su hermano sacrifica el 100% de sus genes
para salvar el 50% (máxima cantidad de sus genes presentes en el hermano). En
cambio, morir para salvar a tres hermanos (o a nueve primos carnales) es
conveniente, no para el individuo que realiza el sacrificio pero sí para sus
genes que verían aumentada su supervivencia en un 50%. Por ello, ayudar o
salvar a sus consanguíneos es el deber primero que los genes confían al
organismo, al individuo que los porta. Esto explicaría la disposición
gradualmente decreciente a sacrificarse por los hijos, parientes, clan, tribu, nación,
raza).
También ha sido
importante los estudios de campo realizados sobre el terreno por afamados
primatólogos (los más conocidos son dos mujeres: Jane Goodall que estudio el
comportamiento social de los chimpancés del Gombe y Dian Fossey que estudió la
vida social de los gorilas en Ruanda. Ambas fueron asesinadas)
2º ¿En qué medida estos factores innatos son inmodificables o
pueden ser alterados, modificados por el aprendizaje cultural que llevamos a
cabo en nuestro entorno social? Aquí tratamos si es posible una dialéctica, una
interacción entre la naturaleza y la cultura, es decir, nos preguntamos si aún
naciendo con una programación innata para determinados rasgos psicológicos y
comportamentales, es posible llevar a cabo una reprogramación (una modificación
total o al menos parcial) de dichos elementos. En la actualidad, la mayoría de
los especialistas consideran que en el ser humano lo natural y lo cultural van
indisociablemente unidos, que ambos factores no se pueden separar nítidamente
pues a lo largo de la larga historia de la evolución natural y cultural de la
humanidad (que dura ya más de 100.000 años) se han ido retroalimentando
(condicionando) mutuamente. La conclusión a la que han llegado estos
especialistas es que en el ser humano la biología sostiene a la cultura (y por
lo tanto la hace posible) pero que ésta, la cultura, tiñe nuestra
naturaleza logrando si no modificarla,
encauzarla en una determinada dirección (ejemplo: sexualidad, agresividad). EN
CONCLUSIÓN: los seres humanos somos el resultado de la interacción
biología/cultura, fruto tanto de nuestra dotación genética (la semilla de
nuestro ser) como del ambiente (el medio social y cultural) en el que crecemos.
3º Finalmente debemos plantearnos cuáles son las
implicaciones sociales y políticas de nuestros hallazgos en este campo. Es
evidente que si una conducta está genéticamente programada, ningún aprendizaje
podrá hacer nada para modificarla. Esto tendrá implicaciones de primer orden en
nuestros sistemas educativos y médicos, en nuestras instituciones judiciales y
penales, en nuestras ideas morales y políticas. Sin embargo, esta cuestión
sigue sin aclararse porque, como decíamos más arriba, lo natural, lo innato no
se da nunca en el ser humano separado (y por lo tanto no alterado, no
condicionado) de lo cultural.
LA DIMENSIÓN SOCIAL Y
CULTURAL DE LA VIDA HUMANA
Pasemos
seguidamente a tratar la dimensión social y cultural de la vida humana, una
estructura artificial que se levanta por encima de la estructura biológica
(natural y no artificial) del hombre.
Sobre esta dimensión de nuestro ser vamos a explicar distintas cuestiones:
1º Daremos cuenta de qué es la sociedad y qué es la cultura.
2º Explicaremos por qué desde la perspectiva de la teoría de la evolución los seres humanos tenemos cultura (es la estrategia de supervivencia seguida por nuestra especie).
3º Mostraremos la relación existente entre la dimensión biológica y la cultural: la dotación genética hace posible una forma de vida, la vida cultural, que sin embargo no se puede explicar por esa dotación genética pues la trasciende, la rebasa. Por otro lado, las leyes sociales pueden ser transgredidas a diferencia de lo que ocurre con las leyes de la naturaleza
4º Demostraremos cómo la cultura es mucho más que una estrategia de supervivencia ya que la cultura busca liberarse de la lucha por la supervivencia, trascender la lógica de la supervivencia.
5º Daremos cuenta del proceso de socialización
6º Analizaremos la importancia de la tradición.
7º Estableceremos la relación entre los procesos de socialización e individuación.
8º Desenvolveremos una crítica acerca de las actitudes etnocéntricas.
Sobre esta dimensión de nuestro ser vamos a explicar distintas cuestiones:
1º Daremos cuenta de qué es la sociedad y qué es la cultura.
2º Explicaremos por qué desde la perspectiva de la teoría de la evolución los seres humanos tenemos cultura (es la estrategia de supervivencia seguida por nuestra especie).
3º Mostraremos la relación existente entre la dimensión biológica y la cultural: la dotación genética hace posible una forma de vida, la vida cultural, que sin embargo no se puede explicar por esa dotación genética pues la trasciende, la rebasa. Por otro lado, las leyes sociales pueden ser transgredidas a diferencia de lo que ocurre con las leyes de la naturaleza
4º Demostraremos cómo la cultura es mucho más que una estrategia de supervivencia ya que la cultura busca liberarse de la lucha por la supervivencia, trascender la lógica de la supervivencia.
5º Daremos cuenta del proceso de socialización
6º Analizaremos la importancia de la tradición.
7º Estableceremos la relación entre los procesos de socialización e individuación.
8º Desenvolveremos una crítica acerca de las actitudes etnocéntricas.
1ºQué es la sociedad y
la cultura:
Los seres humanos no vivimos aislados
los unos de los otros encontrándonos sólo en los periodos de apareamiento o
cría (como le ocurre a las especies no sociales) sino que vivimos juntos.
Vivimos juntos por la misma razón que lo hacen otras especies sociales como la
de las hormigas (la forma de vida social más perfecta del mundo animal; una
colonia de hormigas funciona como un superorganismo: todos los individuos que
lo forman actúan como si fuesen una entidad única) o la de los lobos: actuamos
coordinadamente y así nuestras posibilidades de supervivencia aumentan en
relación a sí actuásemos cada uno por su cuenta. La actividad que realizamos
conjuntamente tiene un carácter cooperativo, es decir, la actividad que cada
uno desarrolla contribuye a la consecución de un objetivo que es beneficioso
para todo el conjunto (por ejemplo, la obtención de alimento o la defensa ante
un ataque externo; los animales sociales son aquellos que subvienen sus
necesidades biológicas como comer o defenderse no por sí solos sino cooperando
con otros; esta forma de vida social establece entre ellos una relación de
interdependencia). En esta actividad basada en la colaboración y el auxilio
mutuo cada individuo se especializa en una función ya que ello contribuye a
optimizar el resultado obtenido (en toda sociedad existe la división del
trabajo y de las tareas: y así unas hormigas son hormigas-obreras, otras
hormigas-soldado, otras hormiga-reina, etc.). Por ello, los animales sociales
se integran en su colectividad como partes en un todo, totalidad dentro de la
cual cumplen además una función. La razón de vivir en sociedad es estrictamente
evolutiva como vimos más arriba:
1º en estas especies, los individuos disfrutan de mayores oportunidades para sobrevivir y reproducirse viviendo con otros y cooperando con ellos que no haciéndolo;
2º la naturaleza ha ido eliminando a los especímenes que no se prestaban a la cooperación social y seleccionando a aquellos que sí lo hacían.
1º en estas especies, los individuos disfrutan de mayores oportunidades para sobrevivir y reproducirse viviendo con otros y cooperando con ellos que no haciéndolo;
2º la naturaleza ha ido eliminando a los especímenes que no se prestaban a la cooperación social y seleccionando a aquellos que sí lo hacían.
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