En la clase de hoy nos liberamos de los liberales. Al fin!
Por cierto, la palabra "liberal" es de creación española. Es la extraordinaria contribución de nuestra gran nación al pensamiento político moderno. El término era utilizado para referirse a los enemigos del monarca absolutista Fernando VII ("el deseado" primero, hasta que se convirtió en "el aborrecido") que siempre se negaron a gritar aquello de "!Viva las cadenas!" y jamas suscribieron aquello otro de "lejos de nosotros la funesta manía de pensar"
APUNTES DE LA LIBRETA
EN CONCLUSIÓN, éstas son las características propias del
Estado liberal:
A) DERECHOS Y LIBERTADES CIVILES
(LIBERTADES INDIVIDUALES)
B) SEGURIDAD JURÍDICA (ESTADO DE DERECHO
CONSTITUCIONAL)
C) DEMOCRACIA (DEMOCRACIA PARLAMENTARIA)
D) ECONOMÍA DE MERCADO LIBRE (CAPITALISMO)
Hablemos brevemente de la relación entre el liberalismo
político y el liberalismo económico (el capitalismo). Aunque se tiende (a
veces, tendenciosamente) a confundirlos, no son exactamente lo mismo: el
liberalismo político es una teoría acerca de cómo hay que organizar el poder
público, el poder del Estado, mientras que el liberalismo económico trata
acerca de cómo hay que organizar la economía de un país para que ésta sea
eficiente y productiva.
La principal tesis del liberalismo económico fue formulada
por Adam Smith en el siglo XVIII en su obra “La riqueza de las naciones”. En
dicha obra, Adam Smith afirmaba que la principal causa de la riqueza de un país
no está en sus recursos naturales (campos, minas, metales preciosos; hoy
diríamos, reservas petrolíferas como las que hay en Venezuela) sino en sus
recursos humanos (el trabajo) y en cómo éstos están organizados (cuanta más
especialización y división en el trabajo haya, y más se fomente el comercio,
los sistemas económicos serán más eficientes). Para Adam Smith, finalmente,
quien debe regular la producción y distribución de bienes y servicios es el
mecanismo impersonal de los mercados, es decir, la libre competencia.
Finalmente, la competencia entre los agentes económicos y el afán de lucro (el
deseo de ganar más dinero) son las principales causas del progreso económico y
social de las naciones (para lograr la libre competencia había que abolir los
gremios y los monopolios estatales).
CONCLUSIÓN: aunque el liberalismo político y económico no son
lo mismo, los dos sistemas se complementan entre sí. ¿Porqué? Porque para el
liberalismo político el único sistema económico que no coarta la libertad de
los individuos (sino que incluso la fomenta) es la economía de mercado libre
(libertad de empresa, libertad de competencia, libertad de trabajo). Para los
teóricos del liberalismo económico, el único sistema político que no es un
peligro (existe la seguridad jurídica necesaria para hacer negocios) y fomenta
la libertad de mercado es el parlamentarismo liberal.
Sin embargo, como veremos seguidamente al hablar del
socialismo, esta complementariedad no está exenta de problemas. El problema
principal es que, aunque los liberales afirman que todos somos iguales, lo
cierto es que la sociedad liberal se vuelve muy desigualitaria (una nueva forma
de desigualdad muy diferente a las desigualdades existentes del pasado, del
esclavismo y la servidumbre). ¿En qué consiste la nueva desigualdad? La
sociedad se va a dividir de hecho en dos nuevos tipos de personas (en dos
nuevas clases sociales): los ricos propietarios y los asalariados. Pues bien,
pronto se comprobará que el nuevo modelo social (político y económico) sólo
beneficia a los propietarios, mientras que a los asalariados les toca padecer y
sufrir las consecuencias negativas del nuevo sistema: migración, largas
jornadas laborales, durísimas condiciones laborales, inseguridad, accidentes
laborales, paro…).
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