KANT, texto 8 Fundamentación de la metafísica de
las costumbres III
Pues todos los seres racionales están
sujetos a la ley de que cada uno de ellos debe tratarse a sí mismo y tratar a
todos los demás, nunca como simple medio, sino siempre al mismo tiempo como fin
en sí mismo. Mas de aquí nace un enlace sistemático de los seres racionales por
leyes objetivas comunes; esto es, un reino que, como esas leyes se proponen
referir esos seres unos a otros como fines y medios, puede llamarse muy bien un
reino de los fines (desde luego que sólo un ideal). (…) En el reino de los fines
todo tiene o un precio o una dignidad. Aquello que tiene precio puede ser
sustituido por algo equivalente; en cambio, lo que se halla por encima de todo
precio y, por tanto, no admite nada equivalente, eso tiene una dignidad. Lo que
se refiere a las inclinaciones y necesidades del hombre tiene un precio
comercial; lo que, sin suponer una necesidad, se conforma a cierto gusto, es
decir, a una satisfacción producida por el simple juego, sin fin alguno, de
nuestras facultades, tiene un precio de afecto; pero aquello que constituye la
condición para que algo sea fin en sí mismo, eso no tiene meramente valor
relativo o precio, sino un valor interno, esto es, dignidad. La moralidad es la
condición bajo la cual un ser racional puede ser fin en sí mismo; porque sólo
por ella es posible ser miembro legislador en el reino de los fines. Así, pues,
la moralidad y la humanidad, en cuanto que ésta es capaz de moralidad, es lo
único que posee dignidad.
KANT; Fundamentación de la
metafísica de las costumbres, trad. de M. García Morente, México, Porrúa, 1977,
Cap. 2 (Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las
costumbres), pp. 47-48
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de la “Fundamentación de la metafísica de las costumbres”.
Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática del texto en el
pensamiento del autor. La obra de Kant se divide en tres periodos:
precrítico, crítico y postcrítico. La obra que aquí nos ocupa pertenece a su
periodo crítico y es la más importante de todas las que escribió en el ámbito
de la reflexión moral. En ella, Kant expuso los principios fundamentales de la
moralidad desde la perspectiva de su original y novedosa concepción formalista
de la ética.
1º Todos los seres racionales deben comportarse
según la ley que manda tratar a todo ser racional como un fin en sí mismo (como
una persona) y no como un mero medio (como una cosa).
2º La sociedad que constituirían esos seres
racionales unidos por el vínculo de
leyes que regulan su relación como medios y como fines puede ser denominado el “reino de los fines”.
3º En el reino de los fines tiene precio todo
aquello que es sustituible por algo equivalente (todo bien que satisface una necesidad particular
tiene un valor relativo). Por el
contrario, tiene dignidad aquello que tiene un valor intrínseco pues es la condición para que
algo se constituya en un fin en sí mismo.
4º Un ser racional se constituye como un fin en
sí mismo cuando actúa moralmente (la moralidad le dignifica) convirtiéndose en
un miembro legislador en el reino de los fines.
5º Lo único digno en el mundo es la moralidad y
la humanidad en cuanto capaz de actuar moralmente.
Pasemos seguidamente a
aclarar algunos de los términos más relevantes que aparecen en el texto.
-
reino de los fines – hace referencia a aquella comunidad humana en la que todos sus miembros son considerados
como personas
-
precio – tiene precio aquello cuyo valor sólo puede ser económico por ser
algo meramente intercambiable e instrumental
-
dignidad – valor absoluto e incondicionado, es decir, el valor no económico
sino moral
-
miembro legislador en el
reino de los fines – todo ser humano debe
actuar conforme a reglas morales que el mismo promulgaría si fuese diputado
(legislador) en el parlamento de la humanidad.
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