LA
ILUSTRACIÓN
¿Qué
es la Ilustración?
Denominamos
así al movimiento de ideas dominante en el siglo XVIII. Se caracterizó por su
confianza, por su fe, en el ser humano para:
1. resolver por sí mismo,
sin la ayuda de Dios (o sea, de los príncipes y las Iglesias), los problemas
sociales y políticos que lo aquejaban.
2. para avanzar en el
desarrollo del conocimiento científico (Newton) y técnico (los oficios de los
que tanto se hablaba en la Enciclopedia) en los cuales se fija, a la postre, el
progreso humano.
¿A
qué se debe dicha capacidad? A la posesión por parte del ser humano de la razón
(de la inteligencia). Sin embargo, la idea de qué sea la razón para los
ilustrados difiere de pensadores anteriores (sobre todo del Racionalismo
cartesiano dominante en el siglo XVII).
La
razón ilustrada
Para
los ilustrados, la razón, la razón ilustrada, queda definida por los siguientes
rasgos:
1.
Es autónoma, es decir, independiente de cualquier instancia ajena a sí
misma (fundamentalmente la religión, el poder político y la tradición). Ser
autónoma significa que la razón tiene su propia legalidad que la rige. La razón
ilustrada sólo se siente dependiente parcialmente de la experiencia (la razón
ilustrada proviene de la razón empirista, no de la cartesiana). Esta
dependencia de la experiencia es efecto de que la razón ilustrada, a diferencia
de la cartesiana, no es autosuficiente, no es infinita, no puede saberlo todo
ya que es limitada y falible.
2.
Es crítica. Su función será poner en cuestión lo que considera la causa
de todos los males que padecen los hombres y las sociedades: la ignorancia y el
despotismo político. Por ello, los grandes enemigos de la Ilustración serán: 1º
la superstición religiosa y los que la promueven (las Iglesias); de ahí el “ecrasez
l’infame de Voltaire y 2º el absolutismo de los príncipes.
Para
los ilustrados, si los males de la sociedad se deben a la ignorancia y los
prejuicios, el aumento del saber (gracias al continuo ejercicio de la razón),
fundamentalmente el saber científico-técnico, pero también el moral y político,
conducirá directamente al progreso de la sociedad y al mejoramiento de
los hombres.
Principales
ideas de la Ilustración
¿Cuáles fueron las
principales nuevas ideas de la Ilustración?
1.
Naturaleza: Los ilustrados estaban convencidos de que
la armonía y el orden de la naturaleza es el resultado de unas pocas leyes que
desenvuelven en el mundo un plan racional:
- Ese plan es para los
deístas, el producto de una divinidad impersonal (¿qué es el deísmo? ¿quiénes
son los deístas? la mayoría de los filósofos ilustrados aún no eran ateos pero
profesaban el deísmo, no el teísmo cristiano: creían en la existencia de una inteligencia
divina, pero a diferencia de los teístas cristianos, que creen en una divinidad
del carácter personal, esa divinidad era impersonal). Para los ateos de la
época, los libertinos, ese plan es inmanente a la misma naturaleza.
- ¿En qué consiste dicho
plan? En que cada ser de la naturaleza contribuya al beneficio de la totalidad (al
bienestar, armonía y equilibrio del conjunto, del cosmos entero) ateniéndose a
su interés propio (como podemos ver, una concepción muy similar a la que va a
defender el liberalismo político y económico acerca del funcionamiento de la
sociedad y de la economía: el individuo, atendiendo sólo a su interés egoísta
es como mejor contribuye al bien colectivo; tal como aseveraba Adam Smith
cuando afirmaba “No es por la
benevolencia del carnicero por lo que podemos contar con nuestra cena sino por
su propio interés”).
Por
otra parte, los naturalistas ilustrados (los biólogos de la época) van a
superar el mecanicismo cartesiano e incluso el newtoniano, en su visión de la
naturaleza para abrirse a una concepción transformista de ésta (el Transformismo
del siglo XVIII, cuyo principal representante fue el conde de Buffon, el mayor
naturalista junto a Linneo del siglo XVIII; es el germen de aquello que en el
siglo XIX se va a convertir en el Evolucionismo darwiniano). El Evolucionismo
esto es, la aparición de formas de vida nuevas a partir de otras más
primitivas, fue defendido en primer lugar como doctrina filosófica por Diderot.
2.
Ser humano: Superación definitiva de la concepción
antropológica cristiana del ser humano como la de un ser en pecado (malvado y
desdichado) que requiere ser redimido por Cristo (no se puede redimir a sí
mismo). Para los ilustrados, el destino del hombre ya no es la salvación
sobrenatural alcanzada en el otro mundo. Por el contrario, el destino del ser
humano se encuentra aquí, en este mundo. Y para alcanzar junto a los demás
hombres (junto a los que constituye una sociedad) la felicidad en la Tierra es
por lo que ha sido dotado por la naturaleza (no por el Dios teísta cristiano)
de razón.
Es
también reseñable que los ilustrados defendieron por primera vez en la historia
la igualdad y dignidad de todos los hombres (también de los miembros del 3er
Estado, incluso de los esclavos), efecto y consecuencia de tomar en
consideración que la razón (y la dignidad que le es intrínseca) es patrimonio
de todo individuo en cuanto ser humano.
3.
Progreso: La idea de un mejoramiento incesante de
la sociedad a lo largo del tiempo, de la historia, aún con sus momentos de
estancamiento o retroceso (frente a las concepciones de la historia cíclicas de
los griegos, o abocada a un juicio final escatológico característica del
pensamiento cristiano), es otra de las ideas principales de la Ilustración y la
que en mayor medida expresa el optimismo de la época. Por efecto de ella, ante
la humanidad se abrirá un espacio abierto e infinito para el avance y la mejora
constante: la historia.
4.
Civilización: La idea de civilización hace referencia
al conjunto de creaciones de la razón humana, es decir, a la obra que la razón
humana ha desplegado en el mundo. De ella forman parte, las ciencias, las
técnicas, las artes (entre ellas cabe destacar y diferenciar a las que a partir
del siglo XVIII conocemos con el nombre de bellas artes: puntura, arquitectura,
música, etc.). Pero por civilización entienden fundamentalmente todo aquel
conjunto de instituciones sociales y políticas que hacen posible que el ser
humano viva conforme a la racionalidad que le es propia.
Como
decíamos, la civilización es el resultado de la acción que el ser humano como
ser racional desarrolla en el mundo y cuya máxima cristalización es la
constitución de una sociedad en la que los hombres emancipados de todos los
despotismos que hasta entonces les oprimían, puedan vivir como seres iguales y
libres, esto es, en el seno de una sociedad justa (es decir, acorde con las
exigencias de la racionalidad humana). La civilización es, por ello, el fin y
el motor del progreso histórico.
5.
Educación: La educación es otra de las grandes
ideas de la Ilustración, porque ésta creía en el progresivo mejoramiento de la
humanidad, del individuo en particular y de la sociedad en su conjunto. La gran
herramienta de transformación social y personal es la educación, que no es otra
cosa que la activación de la racionalidad que potencialmente anida en todo
individuo y en la sociedad humana en su conjunto (educación de la humanidad).
La
educación fue por ello otra de las grandes metas del proyecto ilustrado:
-
“educación” será el nombre que Lessing le
dará al proceso de constante mejoramiento que la humanidad desenvuelve en la
historia.
-
“educación” será la nueva función que para
Cesare Beccaria tendrá el derecho penal y las instituciones penitenciarias
conducentes ya, no a castigar al reo exclusivamente, sino a reeducarle, a
redimirle.
-
“la educación del niño” es el tema central
de una de las principales obras del genio intelectual del siglo, Rousseau,
quién en el “Emilio”, defendió el derecho de los niños a ser tratados y
educados como tales y no como adultos (por ello se considera a Rousseau el
padre de la pedagogía moderna).
-
finalmente, “educación” (al fin y al cabo,
“ilustración”) es el fin de la mayor empresa cultural de la época, “La
Enciclopedia” de Diderot Y DÁlambert, cuyo objetivo era dar a conocer y
extender críticamente todos los conocimientos, todos los saberes y todas las
ideas que habían sido alumbradas por el Iluminismo, por el Siglo de las Luces.
Enlightenment
– La Ilustración británica
La
Ilustración apareció en primer lugar en Gran Bretaña, tanto en Inglaterra como
en Escocia, justamente cuando esos dos países se unen (al unirse sus dos
parlamentos). La capital de la Ilustración británica fue Edimburgo, la Atenas
del norte. Los principales ilustrados británicos fueron los filósofos
empiristas. Por ello, podemos afirmar que:
Ilustración
Británica = Empirismo
Filosófico = Liberalismo
Político = Liberalismo Económico
Las
figuras señeras de la Ilustración británica fueron: David Hume, Adam Smith,
Edward Gibbon y Samuel Johnson
Les
Lumieres – La Ilustración francesa
Desde
Gran Bretaña, la Ilustración pasó a Francia. El encargado de llevar las ideas
ilustradas de Inglaterra a Francia fue Voltaire. Lo hizo al publicar sus
“Cartas inglesas”, obra donde exponía al público culto de Francia las nuevas
ideas: filosóficas (empirismo, frente al cartesianismo aún imperante en
Francia); políticas (liberalismo frente al absolutismo aún imperante en Francia);
económicas (mercado libre frente al mercantilismo); y científicas (la mecánica
newtoniana frente la cartesiana). Otro representante muy importante de la
Ilustración francesa fue Montesquieu. Su principal obra fue “El espíritu de las
leyes” donde abogaba por la división de poderes. La principal empresa de la
ilustración francesa fue la Enciclopedia. Fue un proyecto dirigido por Diderot
y D’Alambert. Intentó reunir y exponer de modo crítico y sistemático todo el
saber de la época (fundamentalmente el científico y el técnico, pero también
las nuevas ideas filosóficas, económicas, políticas, etc). A través de la
Enciclopedia fue como el espíritu de la Ilustración se extendió por toda
Europa.
Es
importante también reseñar la aparición de una nueva figura que va a sustituir
(mejor dicho, a complementar) al filósofo, a la figura del sabio tradicional
(de los que son preclaros ejemplos Descartes y Spinoza). Esa nueva figura es el
intelectual (en Francia a los intelectuales se los denomina “philosophes” y en Inglaterra “freethinkers”).
¿Qué
es un intelectual? Es un pensador que sin estar al servicio de ningún poder (ni
del Estado ni de las iglesias) tiene capacidad para influir en la opinión pública.
La opinión pública es otra de las nuevas realidades de la época, efecto del
surgimiento de un público, de un nuevo sector social, culto y formado, en la
sociedad: la burguesía (formada por comerciantes, empresarios y personas que
ejercen profesiones liberales).
¿Cuáles
son los lugares donde se expresa la opinión pública? En los periódicos, los
cafés y los salones (los salones de París estarán regentados por las mujeres ilustradas, todas ellas grandes
damas; con ellas dará comienzo la historia de la emancipación femenina).
Jean Jacques Rousseau
El
ilustrado francés más importante, el filósofo del siglo y quizás el pensador
más influyente de toda la historia de la humanidad fue Rousseau. Escribió el
“Emilio” y “El Contrato Social”. En esta última expone sus ideas políticas tras
llevar a cabo una reelaboración de las teorías contractualistas de Hobbes y de
Locke. Frente al contractualismo absolutista de Hobbes y frente a la concepción
liberal de Locke, Rousseau propone un contractualismo democrático. Rousseau es
la figura más importante en la consideración de que el único régimen político
legítimo es la democracia.
Su pensamiento democrático
se resume en estas dos afirmaciones:
1. La soberanía reside en
el pueblo (no en el monarca como defiende Hobbes, no en el Parlamento, una
cámara aún elitista, como defiende Locke).
2. Un gobierno sólo es
democrático si en él la voluntad general (el interés común de todo el pueblo)
prevalece por encima del interés individual (frente al liberalismo de Locke
para el que el interés del individuo, su derecho, es sagrado).
¿Por qué es tan
importante Rousseau?
1. Todos los líderes de
la Revolución Francesa y Americana van a ser rousseaunianos, de Robespierre a
Jefferson.
2. Rousseau fue el primer
defensor de la existencia de lo que él llamaba “los derechos sagrados de la
humanidad”, germen de los derechos humanos actuales.
3. Su defensa del
sentimiento y la imaginación frente a la fría razón lo convirtió en el padre
del Romanticismo.
4. Su contractualismo
democrático lo convierte en padre de la democracia moderna.
5. Su afirmación de que
la voluntad general está por encima de la individual le convirtió en el
inspirador, en el padre del socialismo del siglo XIX (todo izquierdista es
rousseauniano por definición). También algunos han considerado que Rousseau es
el padre del totalitarismo moderno (del comunismo y del fascismo) por aquello
de que la voluntad general (cuyo propósito es interpretado, salvaguardado y
ejecutado por el Estado) debe prevalecer siempre sobre los derecho del
individuo.
L´illuminismo
– La Ilustración italiana
Pasemos
a hablar de la Ilustración italiana. Aaunque éste es el siglo en el que Italia deja
de ser el centro del mundo, la Ilustración italiana es también importante por
Cesare Beccaria. Escribió a los 24 años una obra titulada “De los delitos y las
penas”. Gracias a esta obra, que convenció a los espíritus ilustrados y a la
opinión pública de la época, se humanizó el derecho penal: desde entonces y
sólo desde entonces, 1º no practicamos la tortura; 2º el único castigo es la
privación de libertad; 3º se considera que los presos no pierden sus derechos
en la cárcel; finalmente, 4º también defendió que las cárceles dejaran de ser
lugares sórdidos e inhóspitos y que tuviesen una función reeducadora.
Aufklärung
– La Ilustración alemana
Hablemos
ahora de la Ilustración alemana. En el siglo XVIII Alemania (el mundo de habla
alemana de Centroeuropa) estaba a punto de eclosionar, pero aún era un país
atrasado en lo cultural y económico y social. Estaba dividida en 300 mini estados,
el único importante era Prusia (y Austria). Los principales ilustrados alemanes
fueron Lessing, Moses Mendelssohn (abuelo de Felix Mendelssohn) y Kant.
Gotthold
Ephraim Lessing
Lessing fue el padre del teatro alemán
moderno. Su principal obra, “Nathan, el sabio” en la que aboga por la
tolerancia religiosa. También escribió obras teóricas: la más importante de
ellas fue “La educación del género humano”. Lessing es muy relevante
desde finales del siglo XVIII porque a partir de él todos los grandes filósofos
(filósofos metafísicos) van a ser alemanes (el Idealismo alemán: Fichte,
Schelling y Hegel) y se van a inspirar en su pensamiento (también en el de
Kant). Según Lessing, en la Ilustración la humanidad ha entrado en una nueva
era: la Edad del Espíritu (la edad de la razón y la libertad) el momento en el
que los hombres podrán vivir conforme a lo que les dicta su razón, su
conciencia (no sus iglesias o sus príncipes) en libertad y fraternidad. Lessing
vivía en un país profundamente religioso. Animó a los alemanes a abandonar la
religión tradicional, el cristianismo creacionista y a sustituirlo por una
nueva filosofía, una nueva religión en realidad: esa nueva religión/filosofía
no va a poner a Dios fuera del mundo, sino que afirma que el mundo, es decir,
la naturaleza primero y la humanidad después, no son sino el despliegue, la
epifanía de Dios. Su filosofía, su metafísica, se inspira en Spinoza y es un
panteísmo. Todos los grandes idealistas alemanes posteriores (con la excepción
de Kant), Fichte, Schelling, Hegel se convirtieron al spinozismo a través de
Lessing.
En
esta obra Lessing explica que la humanidad se ha ido educando a sí misma (es
Dios autoeducándose) a lo largo de la historia, y en esa educación las
religiones positivas (como el judaísmo, el cristianismo y el islam) han sido
fundamentales: en un primer momento, la primera era del mundo, la Era del Padre
que corresponde con el Antiguo Testamento, con el judaísmo, los hombres obraban
virtuosamente a la búsqueda de premios y castigos terrenales (la promesa de la
tierra prometida de los judíos); en la segunda era (esta segunda era se denomina
la Era del Hijo) que corresponde con el Nuevo Testamento, con el cristianismo,
los seres humanos obran virtuosamente a la espera de un premio, de una
recompensa ultraterrena (el cielo). Finalmente, según Lessing, en su época, el Siglo
de la Ilustración, la humanidad entra en la Edad del Espíritu, edad en la que
el hombre obra virtuosamente no en la procura de premios o castigos sino por
amor a la virtud misma (por amor al
verdadero Dios, esto es por amor a la Humanidad; Humanidad=Dios; el “Deus sive
natura” de Spinoza podrá ser sustituido por el “Deus sive homine”, “Dios o sea
la Humanidad”).
Inmanuel
Kant
LA IDEA KANTIANA DE LA
ILUSTRACIÓN
Kant
escribió un artículo en una revista de Berlín titulado “¿Qué es la Ilustración?”. En dicho artículo Kant expone su
concepción de la Ilustración. En él explica que la Ilustración no es sólo el
nombre de su época (del siglo XVIII) sino el estado final de la historia de la
humanidad. ¿Qué estado? Aquel en el que la humanidad alcanza al fin su mayoría
de edad porque ya es capaz de hacer uso por sí misma (uso autónomo) de la razón
(de una inteligencia que la naturaleza ha depositado en sus manos). Hasta ese
momento, los hombres habían vivido según Kant en una minoría de edad (la
infancia de la humanidad) en la que, incapaces de hacer uso de su inteligencia
a la par que temerosos y desconfiados de dirigir por sí mismos su propia vida,
se entregaban a una autoridad ajena: a la la autoridad ideológica y moral de
las iglesias, y al despotismo de los príncipes (los individuos se sometían a
estos dos tipos de “tutores”: a las iglesias que han tutelado la conciencia de
los hombres como si fuesen débiles mentales, y al despotismo de los príncipes a
los que, a cambio de su protección, se veían obligados a soportar su tiranía y
sus abusos de poder). Pero a juicio de Kant, ese tiempo de minoría de edad de
la humanidad ha llegado a su fin. El paso, el salto a la mayoría de edad, ya se
ha dado. ¿Cuándo? Responde Kant: en su época, en el siglo de la Ilustración,
que en Prusia era el Siglo de Federico (de Federico II El Grande, el más
importante monarca ilustrado del siglo).
¿De
qué manera según Kant, ahora que la humanidad ya ha alcanzado la mayoría de
edad, se puede contribuir al avance continuo en la Ilustración del género
humano? ¿Cuál es el motor de la
Ilustración?
Para
Kant la ilustración no es un estado cerrado, final, acabado, que puede ser
alcanzando en algún de la historia y conquista para siempre, sino un estado
abierto, progresivo, en avance y marcha continua, en el que cada vez la
humanidad va alcanzando y conquistando cotas más altas de vida civilizada: mayor
conocimiento y mayor bienestar, pero por encima de todo, mayor igualdad,
justicia y libertad. ¿Cuál es el motor de la Ilustración, el motor del progreso
cívico, del avance en la humanización de las sociedades? Kant responde: la
reivindicación y el ejercicio en todos los ámbitos de la vida social, también
en el religioso y en el político, de la libertad de crítica, esto es, del
continuo ejercicio del derecho a la libertad de pensamiento y expresión. A este
ejercicio del derecho a la crítica (del derecho a la libertad de pensamiento y
expresión pública de las propias opiniones) Kant lo denomina “uso público de la
razón”. Este derecho a la crítica pertenece a todo individuo, pero debe ser
fundamentalmente reclamado y ejercido por la élite pensante de la sociedad: por
los intelectuales (los filósofos ilustrados de la época: “philosophes” o
“freethinkers”) y por los científicos. Kant remata afirmando que ningún poder
político ni religioso (ningún príncipe ni ninguna iglesia) tiene derecho a
coartar el ejercicio del uso público de la razón, porque tal cosa atenta no
sólo contra los derechos e intereses de los individuos, sino contra el progreso
histórico de la humanidad: su avance continuo en la Ilustración.
LA FILOSOFÍA POLÍTICA
KANTIANA
A
nivel político, Kant fue un fervoroso defensor de la Revolución Francesa (un
acontecimiento que incluso después del Terror jacobino, a su juicio, seguía
provocando la admiración del mundo. ¿Por qué? Porque la Revolución Francesa es
la señal, el signo de la posibilidad del progreso humano) y profesó el
republicanismo. ¿En qué consistía su republicanismo? En que consideraba que el
régimen republicano constitucional (a semejanza del que se estaba diseñando en
aquel entonces en EEUU) era el único sistema de gobierno acorde con la dignidad
y la autonomía moral de los individuos. ¿Por qué? Todo régimen no republicano
es despótico, y por ello paternalista (manteniendo al individuo en un perpetuo
estado de minoría de edad); por el contrario, un régimen constitucional (fruto
y resultado de un contrato, el contrato constitucional) hace compatible el
respeto por la autonomía individual con el mantenimiento del orden, la paz social,
y la gobernabilidad del conjunto de la sociedad (reconciliándose así la
aspiración humana a la libertad y la necesidad de preservar el orden social). ¿Cómo
logra esto? A través de la instauración del Estado de Derecho, aquel Estado en
el que los gobernantes están limitados por el derecho (por la Constitución, por
las leyes constitucionales de las que procede su poder) y en el que la
ciudadanía se somete sólo a la autoridad de unas leyes que se da a sí misma
(ejercicio de la autonomía política).
Finalmente,
Kant estaba convencido (ésta era toda la confianza que estaba dispuesto a
depositar en la humanidad y en el curso de la historia; Kant era optimista,
estaba esperanzado respecto a la posibilidad de un mundo mejor para el género
humano en su conjunto, pero no era un iluso) que si todos los países se dotasen
de constituciones republicanas, se pondría fin a la lacra de las guerras entre
estados (las repúblicas constitucionales, hoy en día diríamos las democracias,
no guerrean entre sí), a la par que se promovería la cooperación entre los
pueblos y las naciones. ¿Cómo se lograría esto? Creando una federación
internacional de estados libres (una sociedad o asociación de naciones, “una
sociedad cosmopolita” o trasnacional que favoreciese y fomentase la cooperación
entre las naciones y que sobre todo impidiese los enfrentamiento bélicos,
haciendo real el ideal moral de una “paz perpetua” entre los hombres.
A MODO DE CONCLUSIÓN
La
reflexión kantiana sobre la Ilustración nos da pie, finalmente y para concluir,
para establecer una comparación entre dos posibles tipos de sociedades humanas
desde la perspectiva del conocimiento y la cultura, así como del ideal moral
que las anima: las sociedades creyentes
(las sociedades tradicionales) y la sociedad pensante (la sociedad moderna):
-
Las sociedades creyentes son aquellas que
mantienen y tienen una concepción dogmática no sólo del conocimiento sino de la
vida humana en su conjunto. Son aquellas sociedades que creen que el orden
social solo puede mantenerse si éste se apoya sobre ciertas verdades absolutas
que se asumen acríticamente. En dichas sociedades, los garantes del orden
social (los príncipes) y los intérpretes y administradores de dichas verdades
absolutas (las iglesias) se constituyen en los tutores de la humanidad, de los
individuos y de las naciones.
-
Frente a esta sociedad creyente (el tipo
de sociedad dominante en Occidente hasta la Era Moderna, sobre todo durante el
largo periodo de dominio ideológico del cristianismo que duró desde el 300 d.C.
hasta el siglo XVIII), se presenta, como opción alternativa para los seres
humanos, la sociedad pensante. El siglo XVIII, el siglo de la Ilustración,
alumbró un nuevo tipo de sociedad, una sociedad que quiso llegar a ser (porque
de hecho, nunca lo fue) pensante, crítica. Esa sociedad debería haber sido la
sociedad moderna. ¿Qué es una sociedad pensante? Aquella formada por individuos
autónomos (libres, no tutelados) que confían su destino a su inteligencia
crítica, a su razón moral autónoma de todo poder secular (el Estado) y
religioso (las iglesias).
ÉTICA KANTIANA
En la “Fundamentación de la metafísica de las costumbres” y
en la “Crítica de la razón práctica”, Kant desenvuelve su original concepción
de la ética (probablemente la parte de su pensamiento que tiene hoy en día más
vigencia; el jurista francés Pierre Cassin se inspiró en ella cuando redactó la
“Declaración universal de los derechos humanos).
¿Por qué? Fue el primer filósofo que defendió (y que logró
elaborar una doctrina ética mejor fundamentada al respecto) que toda la ética
pivota sobre un gran valor: el reconocimiento de la igual dignidad de todos los
seres humanos sin excepción, esto es, la afirmación categórica de que todo ser
humano es, desde una perspectiva mora, una persona. ¿Qué es una persona según
Kant? Un ser capaz de autodesarrollo o autónomo (y por lo tanto alguien que
puede dirigir su propia vida haciendo uso de su propia razón sin necesidad de
ser tutelado por el Estado o por las iglesias) y dotado de una valor absoluto,
de dignidad (al tener el ser humano dignidad y no precio, no debe ser nunca
instrumentalizado, convertido en medio, ya que es un fin en-sí mismo).
La argumentación que desenvuelve Kant para justificar su
original concepción de la moral es un poco alambicada y como veremos más
adelante, también se le ha acusado a Kant de defender una ética rigorista y
abstracta.
¿Por qué rigorista? Porque su obra parece que cumple el
adagio latino “fiat iustitia, pereat mundus” (“hágase la justicia aunque
parezca el mundo”), el desentenderse la ética kantiana de varios factores que
intervienen en la acción humana y que condicionan la acción moral como son:
1.
El carácter teleológico de la acción humana, el
que ésta se estructure como una secuencia continua de medios y fines (la
mayoría de cosas que hacemos, las hacemos con vistas a conseguir un fin).
2.
El hecho de que toda acción humana es un suceso
físico que acontece en el mundo y que como tal tiene múltiples consecuencias y
efectos.
¿Por qué abstracta? Porque el principio moral Kantiano, el
imperativo categórico, no indica lo que tenemos que hacer (no robar, no mentir,
cumplir las promesas) sino sólo cómo debemos proceder para actuar moralmente.
Expliquemos más detalladamente, paso a paso, la ética
kantiana.
1.
EL SER Y
EL DEBER SER: Según Kant, la razón humana tiene dos usos, el uso teórico y
el uso práctico. Por el uso teórico, la razón nos sirve para conocer y por su
uso práctico, la razón dirige la conducta. Por el uso teórico, conocemos cómo
es el mundo, cómo son las cosas. El uso teórico está vinculado al ámbito de lo
necesario, de aquello que no puede ser de otra manera de cómo es (las leyes de
la naturaleza). Este ámbito necesario se da en la dimensión fenoménica de la
realidad, en la experiencia.
El uso práctico, por el contrario, no sirve para conocer, sino para dirigir la conducta, para orientar a la voluntad. Este uso práctico de la razón se vincula no a cómo las cosas son, sino a cómo las cosas deberían ser.
En conclusión, la realidad tiene dos planos (dualismo kantiano): el ámbito del ser (del conocer, de la ciencia) y el ámbito del debe ser de (de la ética). Ejemplo: pertenece al campo del ser, el hecho de que en el mundo haya guerras; pertenece al campo del deber ser, la obligación del ser humano de contribuir a la extinción de dicha lacra.
El uso práctico, por el contrario, no sirve para conocer, sino para dirigir la conducta, para orientar a la voluntad. Este uso práctico de la razón se vincula no a cómo las cosas son, sino a cómo las cosas deberían ser.
En conclusión, la realidad tiene dos planos (dualismo kantiano): el ámbito del ser (del conocer, de la ciencia) y el ámbito del debe ser de (de la ética). Ejemplo: pertenece al campo del ser, el hecho de que en el mundo haya guerras; pertenece al campo del deber ser, la obligación del ser humano de contribuir a la extinción de dicha lacra.
2.
LA ÉTICA:
La ética (y no la ciencia que trata del ser) trata el campo del deber ser. El
deber ser no puede expresarse en juicios, sino que lo hace mediante
imperativos. ¿Qué es un imperativo? Un mandato, una orden, que establece que
hay que ejecutar una acción “S es P” (S, agente moral. P, acción). Ejemplo:
Carlos debe cumplir la promesa que ha hecho.
Para Kant, en la ética no conocemos nada, pues todo conocimiento es fenoménico de lo dado en la experiencia, un conocimiento determinado por las condiciones trascendentales de la razón humana (las categorías) en el que es imposible la existencia de la acción moral, de la acción libre.
Para Kant, en la ética no conocemos nada, pues todo conocimiento es fenoménico de lo dado en la experiencia, un conocimiento determinado por las condiciones trascendentales de la razón humana (las categorías) en el que es imposible la existencia de la acción moral, de la acción libre.
3.
EL
IMPERATIVO MORAL: No todo imperativo, todo mandado, es moral. ¿Por qué?
Existen dos tipos de imperativos: categóricos e hipotéticos. El imperativo
hipotético no es moral, el categórico sí lo es. ¿Qué es un imperativo
hipotético? Aquellos que ordenan algo como medio para conseguir un fin. Por
ejemplo:
1. Si quieres la felicidad, compórtate con prudencia, valentía moderación y sé justo.
2. Si quieres la salvación, ama a tus semejantes tal como te mandó Jesucristo.
¿Por qué el imperativo hipotético no es un imperativo moral?
1. Porque es condicionado: el imperativo moral tiene que tener una validez absoluta y por ello se le exige ser incondicionado; la validez del imperativo hipotético, por el contrario, no es absoluto sino condicionado. ¿Condicionada a qué? A la consecución de un fin, al hecho de que la acción que manda sirva de medio adecuada para la obtención de un buen (de un fin) y así por ejemplo: “si quieres vivir una larga vida, entonces vive con moderación y no cometas excesos”. Aquí la orden que se nos da es vivir morigeradamente. Ese es el imperativo, la orden, ¿pero qué es hipotético? Porque vivir con moderación solo tiene sentido si quiero vivir una larga vida. Pero, ¿qué ocurriría si no quiero una vida de este tipo, una vida larga pero aburrida? Que la orden que me exige templanza que emanan los imperativos hipotéticos solo son válidos si acepto como válido previamente aquello que es su condición, el fin al que se encaminan.
2. Porque es contingente (ni universal, ni necesario): lo que manda el imperativo hipotético hacer no es una regla con validez universal y necesario. ¿Por qué? Porque se fundamenta en la experiencia. ¿Cómo sé que para vivir una larga vida debo vivir con moderación? Porque la experiencia nos lo enseña así. Pero la experiencia sólo fundamente verdades contingentes, tácticas como bien probó Hume).
3. Porque un imperativo hipotético no es una norma moral sino una norma técnica aplicada a la vida humana, es decir, una regla de habilidad, una simple instrucción que nos indica cómo debemos actuar para conseguir determinadas metas.
Ejemplos:
Si quieres que tu coche dure muchos años, no fuerces el motor.
Si quieres vivir muchos años, vive con moderación.
Si quieres que el motor funcione bien, utiliza aceite de calidad.
Si quieres ser feliz, mantén relaciones gratificantes con personas merecedoras de tu confianza (personas de buena calidad).
1. Si quieres la felicidad, compórtate con prudencia, valentía moderación y sé justo.
2. Si quieres la salvación, ama a tus semejantes tal como te mandó Jesucristo.
¿Por qué el imperativo hipotético no es un imperativo moral?
1. Porque es condicionado: el imperativo moral tiene que tener una validez absoluta y por ello se le exige ser incondicionado; la validez del imperativo hipotético, por el contrario, no es absoluto sino condicionado. ¿Condicionada a qué? A la consecución de un fin, al hecho de que la acción que manda sirva de medio adecuada para la obtención de un buen (de un fin) y así por ejemplo: “si quieres vivir una larga vida, entonces vive con moderación y no cometas excesos”. Aquí la orden que se nos da es vivir morigeradamente. Ese es el imperativo, la orden, ¿pero qué es hipotético? Porque vivir con moderación solo tiene sentido si quiero vivir una larga vida. Pero, ¿qué ocurriría si no quiero una vida de este tipo, una vida larga pero aburrida? Que la orden que me exige templanza que emanan los imperativos hipotéticos solo son válidos si acepto como válido previamente aquello que es su condición, el fin al que se encaminan.
2. Porque es contingente (ni universal, ni necesario): lo que manda el imperativo hipotético hacer no es una regla con validez universal y necesario. ¿Por qué? Porque se fundamenta en la experiencia. ¿Cómo sé que para vivir una larga vida debo vivir con moderación? Porque la experiencia nos lo enseña así. Pero la experiencia sólo fundamente verdades contingentes, tácticas como bien probó Hume).
3. Porque un imperativo hipotético no es una norma moral sino una norma técnica aplicada a la vida humana, es decir, una regla de habilidad, una simple instrucción que nos indica cómo debemos actuar para conseguir determinadas metas.
Ejemplos:
Si quieres que tu coche dure muchos años, no fuerces el motor.
Si quieres vivir muchos años, vive con moderación.
Si quieres que el motor funcione bien, utiliza aceite de calidad.
Si quieres ser feliz, mantén relaciones gratificantes con personas merecedoras de tu confianza (personas de buena calidad).
4.
IMPERATIVO
CATEGÓRICO “Haz Y”, “Debes hacer Y”
¿Qué es? Aquel que ordenada algo como un fin absoluto, es decir, sin condiciones. Ejemplo: “no debes robar” (no “si no quieres ir a la cárcel no debes robar”. Aquí la orden de no robar no es categórico sino hipotética.).
¿Por qué el imperativo categórico puede ser el imperativo moral?
1. Porque su validez es absoluta no está condicionada a su utilidad para conseguir sus fines. Por ello, lo que afirma el imperativo categórico es “no se debe robar, bajo ninguna condición”.
2. Es un tipo de imperativo cuya validez es universal y necesaria ¿Por qué?
a. Como vimos antes, su validez no depende de un fin (es incondicionada).
b. No se fundamente en nada a posteriori, en ninguna experiencia contingente, sino en algo a priori, en la misma razón práctica: los imperativos categóricos son una orden de la razón práctica.
¿Cuál es el problema de los imperativos categóricos?
Imperativo moral (el categórico) es condiciones necesario pero no suficiente de la acción moral, es decir, obrar con forma de imperativo moral no basta para que la acción sea moral, y así el que alguien no robe, cumpliendo el imperativo categórico “no robar”, no implica que su conducta sea moral, porque quizá su conducta está influenciada por el cálculo (por el miedo a que lo cojan y terminan por ello en la cárcel o perdiendo la buena fama que tiene entre sus amigos).
No basta para que el individuo se comporte moralmente que actúe al directamente de un imperativo categórico (no robar). ¿Por qué? Porque hay que tomar en consideración el factor subjetivo de la acción moral (el factor objetivo es el imperativo categórico, la orden que cumplo). ¿En qué consiste ese factor subjetivo? En la motivación subjetiva o intención que hay detrás de la acción. Según Kant, la acción sólo es moral cuando está motivada por el cumplimiento del deber. ¿Por qué no robo? Porque es mi deber (mi debe de ser racional) no hacerlo (no por las consecuencias que me podría acarrear robar).
Según Kant, las acciones que se ajustan al imperativo categórico pueden ser:
1. Acciones conforme al deber (legales pero no morales). Ejemplo: el carnicero que no cobra precios abusivos por miedo a perder su clientela.
2. Acciones por deber (morales). Ejemplo: el carnicero que no cobra precios abusivos porque es su deber no hacerlo.
Las acciones conforme al deber se ajustan a la norma, imperativo categórico, pero sólo por las consecuencias, no por la norma misma, es decir, por los efectos que puede acarrear su incumplimiento. Ejemplo: no robo porque me pueden pillar, no porque robar esté prohibido. Las acciones de este tipo pueden ser legales pero no morales.
Las acciones por deber. Ejemplo: no robo porque está prohibido, porque mi conciencia me dicta que no robe. Son las únicas que son morales. ¿Qué es el deber? Aquella acción que el individuo ejecuta impulsado, motivado, exclusivamente por el respeto a la ley moral. Sólo el individuo que actúa por deber tiene una buena voluntad y ésta es lo único absolutamente, incondicionalmente bueno en el universo (esto es lo que convierte al ser humano en una persona, en un ser dotado de dignidad).
¿Qué es? Aquel que ordenada algo como un fin absoluto, es decir, sin condiciones. Ejemplo: “no debes robar” (no “si no quieres ir a la cárcel no debes robar”. Aquí la orden de no robar no es categórico sino hipotética.).
¿Por qué el imperativo categórico puede ser el imperativo moral?
1. Porque su validez es absoluta no está condicionada a su utilidad para conseguir sus fines. Por ello, lo que afirma el imperativo categórico es “no se debe robar, bajo ninguna condición”.
2. Es un tipo de imperativo cuya validez es universal y necesaria ¿Por qué?
a. Como vimos antes, su validez no depende de un fin (es incondicionada).
b. No se fundamente en nada a posteriori, en ninguna experiencia contingente, sino en algo a priori, en la misma razón práctica: los imperativos categóricos son una orden de la razón práctica.
¿Cuál es el problema de los imperativos categóricos?
Imperativo moral (el categórico) es condiciones necesario pero no suficiente de la acción moral, es decir, obrar con forma de imperativo moral no basta para que la acción sea moral, y así el que alguien no robe, cumpliendo el imperativo categórico “no robar”, no implica que su conducta sea moral, porque quizá su conducta está influenciada por el cálculo (por el miedo a que lo cojan y terminan por ello en la cárcel o perdiendo la buena fama que tiene entre sus amigos).
No basta para que el individuo se comporte moralmente que actúe al directamente de un imperativo categórico (no robar). ¿Por qué? Porque hay que tomar en consideración el factor subjetivo de la acción moral (el factor objetivo es el imperativo categórico, la orden que cumplo). ¿En qué consiste ese factor subjetivo? En la motivación subjetiva o intención que hay detrás de la acción. Según Kant, la acción sólo es moral cuando está motivada por el cumplimiento del deber. ¿Por qué no robo? Porque es mi deber (mi debe de ser racional) no hacerlo (no por las consecuencias que me podría acarrear robar).
Según Kant, las acciones que se ajustan al imperativo categórico pueden ser:
1. Acciones conforme al deber (legales pero no morales). Ejemplo: el carnicero que no cobra precios abusivos por miedo a perder su clientela.
2. Acciones por deber (morales). Ejemplo: el carnicero que no cobra precios abusivos porque es su deber no hacerlo.
Las acciones conforme al deber se ajustan a la norma, imperativo categórico, pero sólo por las consecuencias, no por la norma misma, es decir, por los efectos que puede acarrear su incumplimiento. Ejemplo: no robo porque me pueden pillar, no porque robar esté prohibido. Las acciones de este tipo pueden ser legales pero no morales.
Las acciones por deber. Ejemplo: no robo porque está prohibido, porque mi conciencia me dicta que no robe. Son las únicas que son morales. ¿Qué es el deber? Aquella acción que el individuo ejecuta impulsado, motivado, exclusivamente por el respeto a la ley moral. Sólo el individuo que actúa por deber tiene una buena voluntad y ésta es lo único absolutamente, incondicionalmente bueno en el universo (esto es lo que convierte al ser humano en una persona, en un ser dotado de dignidad).
5.
¿Hemos llegado ya a la conclusión de la
reflexión moral kantiana? No, aún nos queda lo más difícil de explicar, razón
de por qué se tachó y se tacha a la
ética kantiana de abstracta. Antes de desenvolver estos aspectos, tenemos que
explicar qué es una máxima: las máximas son las reglas de comportamiento que
cada individuo utiliza en su vida ordinaria para orientarse y saber cómo tiene
que actuar. Son reglas de comportamiento subjetivas, no objetivas, ya que cada
individuo particular, no su razón, se la da a sí mismo. Son reglas con
contenido que indican cómo hay que obrar. Ejemplo: no debo copiar en los
exámenes nunca y aunque tuviese la oportunidad de hacerlo; no debo copiar, a no
ser que no me puedan pillar. Pues bien, Kant afirmaba que su ética era formal y
no material (como por el contrario habrían sido todos los sistemas éticos
anteriores al suyo). ¿Qué es una ética material? ¿Qué es una ética formal?
Según Kant, en toda ley moral hay que distinguir entre su materia y su forma.
¿Qué es la materia de la ley? Su contenido, la acción concreta que prescribe
(no robar) ¿Qué es su forma? Su carácter de ley, el que establezca una
obligación (universal y necesaria) y que dicha obligación ha de ser respetada
por deber (no por cálculo o utilidad o miedo). Pues bien, según Kant, el IMPERATIVO
CATEGÓRICO MORAL, el imperativo categórico de la moralidad, tiene que ser
puramente formal porque los imperativos categóricos materiales (no robar, no
mentir) tienen contenido y están ligados de un modo u otro a la experiencia (y
por lo tanto a sus contingencias) y a la facultad de apetecer (al mundo
subjetivo de los deseos y las emociones del individuo).
Por ello, el imperativo categórico kantiana no nos va a indicar qué tenemos que hacer (no mentir, no robar) sino que va a establecer las dos condiciones (las condiciones trascendentales de la moral, el a priori de la moralidad) que se tienen que dar siempre para que mis máximas de acción (las reglas ya sí con contenido que de hecho orientan al individuo en su vida) puedan considerarse como adaptables desde una perspectiva moral (es decir, que sea moralmente legítimas). Estas dos condiciones son:
a. La exigencia del deber: significa que sólo el deber puede motivar mi acción (si mi acción está motivada por mi compasión, mi generosidad, mi agradecimiento, o por cálculo, o por miedo, no es moral; sólo lo es si lo único que me mueve a actuar es el cumplimiento de mi deber como ser racional).
b. La exigencia de universalidad: significa que mis máximas (que son de mi uso particular, es decir, individuales) tienen que poder ser universalizables (es decir, que cualquier sujeto racional tiene que poder suya la máxima que dirige mi acción).
¿Por qué habla Kant de máximas? Porque las máximas sí tienen contenido. La máxima es una norma de acción subjetiva, ciertamente, no objetiva, como el imperativo moral, pero con contenido. El problema de la ética kantiana es que el imperativo moral es puramente formal, es decir, no tiene ni puede tener contenido. Ejemplo: “bajo ninguna circunstancia debo copiar”, no es un imperativo moral, sino una máxima de acción que yo me doy a mí mismo, pero que se ajusta a las condiciones trascendentales, a priori, del imperativo categórico puramente formal (universalidad y deber) y por ello mi máxima es legítima, correcta, válida éticamente. Es por todo ello por lo que se dice que el imperativo categórico es un criterio que nos sirve para comprobar, para testar, la moralidad de mis máximas procedimental porque no nos da ningún tipo de institución acerca de cómo debemos vivir (algo que por otro lado sería contrario a nuestra dignidad de seres autónomos) sino que establece sólo un procedimiento para que podamos evadir la moralidad de nuestras máximas.
Veamos las distintas formulaciones dadas por Kant del imperativo categórico formal, el único imperativo moral, universal y necesario (porque si tuviese contenido, ya no podría serlo; ya no podría ser ni universal ni necesario).
1) “Obra de tal modo que puedas querer que la máxima que dirige tu conducta se convierta en una ley universal (de la naturaleza)”.
¿Qué afirma dicha formulación? Dos cosas:
1. Que si puedo pensar en la universalización de mi máxima sin contradicción, entonces ésta es moral.
2. Que si por el contrario no puedo hacer (esto es, si me contradigo cuando intento universalizar mi máxima) entonces son lo es (mi máxima no es moralmente válida, legítima). Ejemplo: ¿puedo sin contradicción afirmar que “no debo copiar a no ser que tenga oportunidad de ello”? En el primer caso la universalización de la máxima es posible, pues puedo afirmar sin contradicción que nadie debe copiar. Tal cosa nos sucede con su máxima contraria. Si intento universalizar la máxima que me permite copiar, si puedo salir impune de tal hecho, en caso de ser universalizada, hará posible que todo el mundo copiase y por lo tanto (he aquí la contradicción) que el propio valor de las notas (y la utilidad de los exámenes) desapareciese. Kant nos invita a pensar, cuando nos exigen universalizar nuestras máximas, lo siguiente “¿Qué ocurriría si todo el mundo hiciese lo mismo?”, si el resultado fuese el caos (el desorden de la vida humana) nos encontraríamos ante una máxima inmoral.
Kant formuló el imperativo categórico de otros dos modos ya no tan abstractos:
2) “Obra de tal modo que trates a tu semejante siempre con un fin en sí mismo, y no sólo como un medio”.
En esta formulación del imperativo categórico, se establece a la persona humana, irreductible a cualquier instrumentalización (ningún ser humano puede ser sólo un medio), como valor moral supremo (como un fin, un fin absoluto), como un ser “con dignidad y no precio”.
3) “Obra como si fueses un legislador en el reino de los fines”.
¿Qué es el reino de los fines? Una sociedad de personas, una sociedad en la que todos los seres humanos son retratados y considerados como personas. Aquí se establece que las normas morales son aquellas que permitirían la instauración de una comunidad humana, donde los hombres son considerados fines en sí mismos (reino de los fines = sociedad de las personas).
Finalmente, Kant afirmó que solo su ética puede ser considerada una ética autónoma y no heterónoma. ¿Qué es una ética autónoma? Aquella que es independiente de la experiencia (del mundo de la naturaleza, de sus leyes y sus mecanismos; a este mundo es al que pertenecen los deseos y emociones humanas). Una ética autónoma es aquella en el que la razón es independiente para hacer sus propias leyes (ajena a las que rigen en el mundo) y por ello la razón se dará a sí misma sus propios fines (unos fines que ya no vendrán del orden de la naturaleza o de Dios, como defendían las éticas heterónomas). El que exclusivamente por la razón para así lograr emanciparse de todas las instancias que la tutelan y lo oprimen. Es el ideal máxima del pensamiento ilustrado: lograr la definitiva emancipación de la humanidad a través de la razón.
Una vez hecho esto, Kant se pregunta cómo es posible que haya en el mundo un ser que se comporte moralmente. Para que exista un ser que actúe moralmente en el seno de una naturaleza amoral tienen que darse unas condiciones. ¿Qué condiciones son éstas? Aquí vamos a dar comienzo a la explicación de dos “postulados” de la razón práctica, el apéndice de la moral kantiana.
1ª condición: Para que la acción moral sea posible, tiene que existir un sujeto moral, dotado de una voluntad:
a) Libre: La voluntad del ser humano ha de ser libre. El problema es que la libertad no existe en el mundo de la naturaleza, tal como demostró en la Crítica de la razón pura. ¿Cómo puede entonces el ser humano tener una voluntad libre? El hombre es libre, pero lo es en el ámbito nouménico, no en el fenoménico. ¿Cómo sabemos que somos libres? No podemos conocernos como seres libres, pero sí experimentarnos como seres libres. Esa experiencia la tenemos a través de la experiencia mora, la experiencia del debe. En conclusión: la libertad es el primer postulado de la razón práctica.
b) Esta voluntad libre es la voluntad de un alma. En el mundo fenoménico no existen este tipo de substancias (las almas, las substancias incorpóreas), pero en el nouménico sí. Por lo tanto, si soy un sujeto moral (un sujeto libre) y soy una substancia espiritual, un alma (y no sólo un cuerpo, que como todos los cuerpos, está sometido a las inexorables leyes de la naturaleza, y no puede tener dignidad).
Ese alma, además, ha de ser inmortal. ¿Por qué? Si la razón nos manda la virtud, entonces, como no es posible en nuestra corta vida obrar sólo por deber (la virtud), entonces, para que la razón no nos exija un imposible, es necesario que la razón nos conceda toda la eternidad para alcanzar la virtud. Conclusión: segundo postulado de la razón práctica, la inmortalidad del alma.
c) Finalmente, la naturaleza humana es contradictoria, pues por un lado el hombre pertenece al mundo nouménico del deber ser y por otro lado es un cuerpo con deseos y pasiones. Como ser fenoménico (como ser con deseos y pasiones), el hombre busca la felicidad; pro como ser nouménico, busca la virtud. Felicidad y virtud no son incompatibles, pero tampoco se coímplican (se puede ser feliz sin ser virtuoso, y la virtud no nos hace felices; para Kant, la virtud no nos hace felices, sólo dignos de la felicidad). Esa especie de contradicción que se produce en la naturaleza humana, sólo se podría superar si se armonizasen ambos planos, el de la naturaleza y el de la moral, el del ser y el del deber ser, para que estuviesen orientados al mismo fin. ¿Quién puede garantizar esto? Responde Kant, sólo un Dios todopoderoso. Por eso, si queremos que el supremo bien (el supremo bien es la armonía de la moral y la felicidad) sea posible, tenemos que postural que Dios existe y él se encargará de hacer posible la conciliación final de los dos planos de la vida humana, el plano sensible (natural) y el plano inteligible (la moral).
En conclusión: libertad, inmortalidad del alma y existencia de Dios son los postulados de la razón práctica. Kant los denominó postulados porque, tal como explicó en la “Crítica de la razón pura” (en la dialéctica trascendental, en su crítica del pensamiento metafísico), no son demostrables desde un punto de vista teórico, pero son condiciones de posibilidad de la moral. Gracias a ello, los objetos de la metafísica (el mundo, el alma y Dios) que no podían ser conocidos por la razón teórica, pueden ser investigador a través de la experiencia moral.
Estos postulados, además, abren el camino para:
1. La justificación racional de la fe religiosa (cuestión tratada en su obra “La religión dentro de los límites de la razón”).
2. La contestación a la tercera pregunta filosófica fundamental “¿Qué me cabe esperar?”.
Por ello, el imperativo categórico kantiana no nos va a indicar qué tenemos que hacer (no mentir, no robar) sino que va a establecer las dos condiciones (las condiciones trascendentales de la moral, el a priori de la moralidad) que se tienen que dar siempre para que mis máximas de acción (las reglas ya sí con contenido que de hecho orientan al individuo en su vida) puedan considerarse como adaptables desde una perspectiva moral (es decir, que sea moralmente legítimas). Estas dos condiciones son:
a. La exigencia del deber: significa que sólo el deber puede motivar mi acción (si mi acción está motivada por mi compasión, mi generosidad, mi agradecimiento, o por cálculo, o por miedo, no es moral; sólo lo es si lo único que me mueve a actuar es el cumplimiento de mi deber como ser racional).
b. La exigencia de universalidad: significa que mis máximas (que son de mi uso particular, es decir, individuales) tienen que poder ser universalizables (es decir, que cualquier sujeto racional tiene que poder suya la máxima que dirige mi acción).
¿Por qué habla Kant de máximas? Porque las máximas sí tienen contenido. La máxima es una norma de acción subjetiva, ciertamente, no objetiva, como el imperativo moral, pero con contenido. El problema de la ética kantiana es que el imperativo moral es puramente formal, es decir, no tiene ni puede tener contenido. Ejemplo: “bajo ninguna circunstancia debo copiar”, no es un imperativo moral, sino una máxima de acción que yo me doy a mí mismo, pero que se ajusta a las condiciones trascendentales, a priori, del imperativo categórico puramente formal (universalidad y deber) y por ello mi máxima es legítima, correcta, válida éticamente. Es por todo ello por lo que se dice que el imperativo categórico es un criterio que nos sirve para comprobar, para testar, la moralidad de mis máximas procedimental porque no nos da ningún tipo de institución acerca de cómo debemos vivir (algo que por otro lado sería contrario a nuestra dignidad de seres autónomos) sino que establece sólo un procedimiento para que podamos evadir la moralidad de nuestras máximas.
Veamos las distintas formulaciones dadas por Kant del imperativo categórico formal, el único imperativo moral, universal y necesario (porque si tuviese contenido, ya no podría serlo; ya no podría ser ni universal ni necesario).
1) “Obra de tal modo que puedas querer que la máxima que dirige tu conducta se convierta en una ley universal (de la naturaleza)”.
¿Qué afirma dicha formulación? Dos cosas:
1. Que si puedo pensar en la universalización de mi máxima sin contradicción, entonces ésta es moral.
2. Que si por el contrario no puedo hacer (esto es, si me contradigo cuando intento universalizar mi máxima) entonces son lo es (mi máxima no es moralmente válida, legítima). Ejemplo: ¿puedo sin contradicción afirmar que “no debo copiar a no ser que tenga oportunidad de ello”? En el primer caso la universalización de la máxima es posible, pues puedo afirmar sin contradicción que nadie debe copiar. Tal cosa nos sucede con su máxima contraria. Si intento universalizar la máxima que me permite copiar, si puedo salir impune de tal hecho, en caso de ser universalizada, hará posible que todo el mundo copiase y por lo tanto (he aquí la contradicción) que el propio valor de las notas (y la utilidad de los exámenes) desapareciese. Kant nos invita a pensar, cuando nos exigen universalizar nuestras máximas, lo siguiente “¿Qué ocurriría si todo el mundo hiciese lo mismo?”, si el resultado fuese el caos (el desorden de la vida humana) nos encontraríamos ante una máxima inmoral.
Kant formuló el imperativo categórico de otros dos modos ya no tan abstractos:
2) “Obra de tal modo que trates a tu semejante siempre con un fin en sí mismo, y no sólo como un medio”.
En esta formulación del imperativo categórico, se establece a la persona humana, irreductible a cualquier instrumentalización (ningún ser humano puede ser sólo un medio), como valor moral supremo (como un fin, un fin absoluto), como un ser “con dignidad y no precio”.
3) “Obra como si fueses un legislador en el reino de los fines”.
¿Qué es el reino de los fines? Una sociedad de personas, una sociedad en la que todos los seres humanos son retratados y considerados como personas. Aquí se establece que las normas morales son aquellas que permitirían la instauración de una comunidad humana, donde los hombres son considerados fines en sí mismos (reino de los fines = sociedad de las personas).
Finalmente, Kant afirmó que solo su ética puede ser considerada una ética autónoma y no heterónoma. ¿Qué es una ética autónoma? Aquella que es independiente de la experiencia (del mundo de la naturaleza, de sus leyes y sus mecanismos; a este mundo es al que pertenecen los deseos y emociones humanas). Una ética autónoma es aquella en el que la razón es independiente para hacer sus propias leyes (ajena a las que rigen en el mundo) y por ello la razón se dará a sí misma sus propios fines (unos fines que ya no vendrán del orden de la naturaleza o de Dios, como defendían las éticas heterónomas). El que exclusivamente por la razón para así lograr emanciparse de todas las instancias que la tutelan y lo oprimen. Es el ideal máxima del pensamiento ilustrado: lograr la definitiva emancipación de la humanidad a través de la razón.
Una vez hecho esto, Kant se pregunta cómo es posible que haya en el mundo un ser que se comporte moralmente. Para que exista un ser que actúe moralmente en el seno de una naturaleza amoral tienen que darse unas condiciones. ¿Qué condiciones son éstas? Aquí vamos a dar comienzo a la explicación de dos “postulados” de la razón práctica, el apéndice de la moral kantiana.
1ª condición: Para que la acción moral sea posible, tiene que existir un sujeto moral, dotado de una voluntad:
a) Libre: La voluntad del ser humano ha de ser libre. El problema es que la libertad no existe en el mundo de la naturaleza, tal como demostró en la Crítica de la razón pura. ¿Cómo puede entonces el ser humano tener una voluntad libre? El hombre es libre, pero lo es en el ámbito nouménico, no en el fenoménico. ¿Cómo sabemos que somos libres? No podemos conocernos como seres libres, pero sí experimentarnos como seres libres. Esa experiencia la tenemos a través de la experiencia mora, la experiencia del debe. En conclusión: la libertad es el primer postulado de la razón práctica.
b) Esta voluntad libre es la voluntad de un alma. En el mundo fenoménico no existen este tipo de substancias (las almas, las substancias incorpóreas), pero en el nouménico sí. Por lo tanto, si soy un sujeto moral (un sujeto libre) y soy una substancia espiritual, un alma (y no sólo un cuerpo, que como todos los cuerpos, está sometido a las inexorables leyes de la naturaleza, y no puede tener dignidad).
Ese alma, además, ha de ser inmortal. ¿Por qué? Si la razón nos manda la virtud, entonces, como no es posible en nuestra corta vida obrar sólo por deber (la virtud), entonces, para que la razón no nos exija un imposible, es necesario que la razón nos conceda toda la eternidad para alcanzar la virtud. Conclusión: segundo postulado de la razón práctica, la inmortalidad del alma.
c) Finalmente, la naturaleza humana es contradictoria, pues por un lado el hombre pertenece al mundo nouménico del deber ser y por otro lado es un cuerpo con deseos y pasiones. Como ser fenoménico (como ser con deseos y pasiones), el hombre busca la felicidad; pro como ser nouménico, busca la virtud. Felicidad y virtud no son incompatibles, pero tampoco se coímplican (se puede ser feliz sin ser virtuoso, y la virtud no nos hace felices; para Kant, la virtud no nos hace felices, sólo dignos de la felicidad). Esa especie de contradicción que se produce en la naturaleza humana, sólo se podría superar si se armonizasen ambos planos, el de la naturaleza y el de la moral, el del ser y el del deber ser, para que estuviesen orientados al mismo fin. ¿Quién puede garantizar esto? Responde Kant, sólo un Dios todopoderoso. Por eso, si queremos que el supremo bien (el supremo bien es la armonía de la moral y la felicidad) sea posible, tenemos que postural que Dios existe y él se encargará de hacer posible la conciliación final de los dos planos de la vida humana, el plano sensible (natural) y el plano inteligible (la moral).
En conclusión: libertad, inmortalidad del alma y existencia de Dios son los postulados de la razón práctica. Kant los denominó postulados porque, tal como explicó en la “Crítica de la razón pura” (en la dialéctica trascendental, en su crítica del pensamiento metafísico), no son demostrables desde un punto de vista teórico, pero son condiciones de posibilidad de la moral. Gracias a ello, los objetos de la metafísica (el mundo, el alma y Dios) que no podían ser conocidos por la razón teórica, pueden ser investigador a través de la experiencia moral.
Estos postulados, además, abren el camino para:
1. La justificación racional de la fe religiosa (cuestión tratada en su obra “La religión dentro de los límites de la razón”).
2. La contestación a la tercera pregunta filosófica fundamental “¿Qué me cabe esperar?”.
EL PENSAMIENTO DE KARL MARX
“Marx fue un pensador
alemán”. En esta frase se resume la particularidad de la filosofía
socio-política que va a dejar una profunda huella en el devenir de la sociedad
de su época.
El
pensamiento de Karl Marx recibe las siguientes influencias:
-
Del
Romanticismo alemán y de la filosofía del Idealismo alemán (esta influencia le
llega a través de los autores de la “Izquierda hegeliana”)
-
De las
teorías económicas de los economistas clásicos ingleses (Adam Smith, David
Ricardo, Thomas Malthus)
-
Del
Positivismo y cientificismo dominante en la segunda mitad del siglo XIX.
-
Y
finalmente, del socialismo del movimiento obrero.
El
Romanticismo alemán
Expliquemos
en primer lugar que fue el Romanticismo y el Idealismo filosófico alemán. El
Romanticismo es el gran movimiento cultural y espiritual de la primera mitad
del siglo XIX (el de la segunda mitad lo será el Positivismo cientificista).
¿Qué es el
Romanticismo? Un movimiento contrario al espíritu de la Ilustración (la
corriente cultural inmediatamente posterior a la Ilustración y antiilustrada).
¿Qué rechaza
de la Ilustración? Su racionalismo, su mentalidad práctica y utilitarista, su
menosprecio de las dimensiones no racionales (irracionales) de la vida humana
(el sentimiento, la emoción, la intuición, la fe), su materialismo, al fin y al
cabo, su ateísmo.
El término
“romántico” significa “novelesco” y las fuentes del Romanticismo fueron:
Rousseau y el movimiento “Sturm und Drang” (“Tormenta e impulso”), el
Prerromanticismo alemán del joven Goethe, Schiller … El Romanticismo se
expandió por toda Europa, pero su centro fue Alemania (el círculo literario de
los hermanos Schlegel). En aquella misma época (principios del siglo XIX) surge
también en Alemania una corriente filosófica integrada por discípulos de Kant:
el Idealismo alemán. Esa será la filosofía de la era romántica.
¿Cuál es la
característica definitoria del Romanticismo, de la actitud romántica frente al
mundo? El romanticismo es la hipertrofia de la subjetividad, del yo. Pues bien,
el desmesurado yo romántico se siente extrañado del mundo, un mundo que
experimenta como hostil y en el que no encuentra nada en lo que pueda
reconocerse. En contraste con ello, siente en su interior un anhelo infinito:
una sed o deseo que nada de lo que encuentra en el mundo puede satisfacer (la Sehnsucht).
¿Qué desea el romántico? El Absoluto. Por ello, la vida para el
romántico consistirá en un permanente tender (Streben=esforzarse; aquello que salvará a Fausto de su condenación)
hacia el Absoluto.
¿Qué es el
Absoluto? El principio o fuente originaria del que emana toda la realidad. Para
algunos románticos (Jacobi o Schleiermacher por ejemplo) el Absoluto es Dios
(el viejo Dios del cristianismo) pero para otros, la mayoría, el Absoluto es la
Naturaleza, una Naturaleza descrita en términos panteístas (una naturaleza
divinizada), cuasi spinozistas, y concebida como la fuerza originaria de la que
procede, a la par que anima, la totalidad de lo existente. El romántico tiene,
además, un sentimiento pánico respecto a la Naturaleza y el Todo, es decir, se
siente inextricablemente unido a ese Uno-Todo que es la Naturaleza.
¿Qué es la
filosofía, qué es el arte para el Romanticismo? El romántico considera que la
función de la filosofía es expresar el nexo de unión entre el individuo finito
y la totalidad infinita, y que el arte es la manifestación finita del Absoluto.
Para el romántico, el arte (la fantasía) es el órgano de conocimiento
metafísico del mundo.
Finalmente,
el romántico experimenta también ese anhelo del Absoluto como un deseo de
libertad y creatividad individual. El genio romántico, el héroe y el artista
romántico (cuya figura más representativa fue Lord Byron) es la máxima
expresión de ese anhelo de libertad individual característico del Romanticismo.
El
Idealismo alemán
Los tres filósofos idealistas alemanes fueron Fichte,
Schelling y Hegel. El tema de su filosofía es el Absoluto (por eso el Idealismo
alemán es la filosofía del Romanticismo: el Romanticismo dijimos más arriba es
ese anhelo infinito del Absoluto, ese permanente tender hacia el Absoluto).
El Idealismo
alemán se elabora en confrontación a Kant abogando por la superación de todos
los dualismos de su filosofía (sujeto/objeto, fenómeno/noúmeno,
entendimiento/razón,r azón teórica/razón práctica, ser/deber ser,
virtud/felicidad, etc). Todo el Idealismo es una superación de Kant y consiste
en llegar a conocer aquello que Kant negaba que pudiese ser conocido por la
finita razón humana: el Absoluto. ¿Qué es el Absoluto? La identidad del Sujeto
y el Objeto, la identidad del Espíritu y la Naturaleza.
FICHTE
Fue discípulo
directo de Kant. Expulsado acusado de ateísmo de la universidad de Jena, llegó
a ser el primer rector de la Universidad de Berlín. Es el padre del
nacionalismo alemán (y de la ideología nacionalista en general). Formuló su
nacionalismo en sus “Discursos a la nación alemana”. También es el padre del
socialismo alemán (lo formuló en sus “Lecciones acerca del destino del sabio”)
¿Qué es el
Absoluto? ¿Quién es el Absoluto para Fichte?
El Absoluto
es el “Yo”, un Yo que es concebido no sólo como pensamiento sino como acción libre
y espontánea. Su tarea, una tarea infinita, es lograr la coincidencia del ser y
el deber ser. De ahí que el idealismo de Fichte sea el Idealismo subjetivo o el
Idealismo ético.
SCHELLING
Compañero de
estudios en el seminario de Tubinga de Hegel y Hölderlin, el idealismo de
Schelling es el más acorde con el sentimiento panteísta de la naturaleza
característico del romanticismo y con su consideración de que el arte es el
privilegiado instrumento de conocimiento metafísico del mundo.
¿Qué es el
Absoluto? El Absoluto es la identidad indiferenciada del Espíritu y la
Naturaleza (la Naturaleza es vida dormida, inteligencia petrificada y el
Absoluto un abismo de obscuridad del que emana luz).
El Absoluto
se capta por intuición intelectual, una especie de intuición mística: la
intuición estética, la intuición artística (el arte para el romántico es la
aprehensión del Absoluto).
HEGEL
Nacido en
Stuttgart en 1770 (el mismo año que Beethoven), llegó como Fichte a ocupar al
final de su vida la cátedra de filosofía de la Universidad de Berlín y a ser
réctor de ésta. Está entre los cuatro o cinco filósofos más grandes de todos
los tiempos (los otros serían Platón, Aristóteles, Descartes y Kant) y es sin
lugar a dudas el mayor genio especulativo de la historia.Su primera y principal
gran obra (la escribio a los 37 años de un tirón en Jena cuando en las afueras
de esta ciudad atronaban los cañones del ejército napoleónico),“La
fenomenología del Espíritu”, es considerada el Everest del pensamiento
occidental.
¿Qué es el
Absoluto para Hegel? El Absoluto es el Todo, la totalidad de lo real. El
idealismo de Hegel es el Idealismo absoluto o idealismo dialéctico. Para Hegel,
la realidad no es otra cosa que el desenvolvimiento dialéctico del Absoluto.
La filosofía
de Hegel es el último gran sistema metafísico de la realidad que además hace
suyo, resume y sintetiza todas las grandes corrientes del pensamiento
occidental: Parménides y Heráclito, Platón, Aristóteles, el estoicismo, el
neoplatonismo, la teología cristiana medieval, la mística alemana, el
protestantismo y todo el idealismo (de Descartes a Kant). Después de Hegel, el
pensamiento occidental se precipitará en el cientificismo, el materialismo, el
ateísmo.
1º El tema de
la filosofía de Hegel es el Absoluto (el Logos de Heráclito, la Idea platónica,
la Razón cósmica universal de los estoicos, el Uno neoplatónico pero también el
Dios uno y trino del cristianismo).
2º El
Absoluto es “el todo de lo real”, la realidad en su completitud porque todo lo
que existe y hay no es sino un momento, un episodio, del desenvolvimiento del
Absoluto, de la Razón (“Todo lo real es racional, y todo lo racional es real”).
3º La clave
para entender que es el Absoluto (Hegel lo denomina también: la Idea, el
Concepto, la Razón, el Espíritu, Dios) es la siguiente frase de Hegel: “La
realidad no debe ser concebida como sustancia sino como sujeto”. Para Hegel, la
realidad no es algo que está ahí ya dado, ya hecho (una sustancia, una cosa, un
objeto) sino algo activo que se está haciendo, que se está autoproduciendo a sí
mismo: un sujeto (si para los idealistas, desde Descartes hasta Kant, el sujeto
construía epistemológicamente el objeto de conocimiento,, para Hegel, el sujeto
se objetiva en un mundo que es su creación a la par que se autoconstruye a sí mismo).
Ésta es la
aportación más importante de Hegel al pensamiento occidental: la razón no es
algo dado sino algo que debe ser producido. ¿Quién crea o produce la razón? La
razón se produce o autocrea a sí misma. ¿Dónde se produce esta autoproducción
de la razón? En la Historia, en el desenvolvimiento en el tiempo del Absoluto.
Hegel es por ello el padre de una de las corrientes culturales más importantes
del siglo XIX, profundamente romántica: el Historicismo. Para el Historicismo,
todas las realidades particulares y la realidad en general tienen historia, su
ser consiste en su desarrollarse, en su desenvolverse.
4º El despliegue
de lo Absoluto (de la Razón) es un despliegue dialéctico. La dialéctica es el
método filosófico de Fichte. Según Fichte, para alcanzar la verdad es necesario
dar tres pasos:
1. Tesis o
afirmación
2. Antítesis
o negación
3. Síntesis o
negación de la negación.
Para Hegel,
la dialéctica no es simplemente un método de pensamiento para alcanzar la
verdad sino el modo como se produce el despliegue del Absoluto (el despliegue
de la Razón, de Dios). Dicho despliegue se produce en tres momentos:
1º MOMENTO ABSTRACTO:
es el momento en el que el Absoluto se presenta de un modo abstracto (es decir,
sin desplegar; el es Absoluto en sí), en su máxima simplicidad y unidad
indiferenciada (es el Uno neoplatónico, Dios antes de la creación, etc.). Este
momento es estudiado en la “Lógica”.
2º MOMENTO
DIALÉCTICO: es el momento de la negación, de la contradicción de la alienación
del Absoluto. ¿Cómo se despliega el Absoluto? Objetivizándose, saliendo fuera
de sí, enajenándose, alienándose de sí mismo. En este momento, el Absoluto que
es un sujeto, se convierte en un objeto: Dios se escinde y se desdobla en la
Naturaleza (Dios no crea, sino que se objetiviza en la Naturaleza). En este
momento, lo infinito (el Absoluto indiferenciado) se vuelve finito (la
Naturaleza) y así lo que en el momento anterior era una mera posibilidad, se
convierte en una realidad.
3º MOMENTO
ESPECULATIVO: es el momento de la síntesis en que el sujeto (el sujeto del
primer momento, el Absoluto indiferenciado o Absoluto malo) y el objeto (el
objeto del segundo momento, la Naturaleza) se unen y reconcilian dando lugar a
un nuevo sujeto, a un nuevo Absoluto: el Espíritu (el Absoluto diferenciado, el
Absoluto bueno, el Absoluto que ha alcanzado su pleno despliegue y el
desenvolvimiento de todas sus posibilidades.
El despliegue
dialéctico del Absoluto es un movimiento en espiral, cíclico y lineal al mismo
tiempo: cada uno de los episodios por los que pasa el Absoluto en su despliegue
también obedece al esquema triádico de la dialéctica: afirmación – negación o
contradicción – superación de la contradicción o negación de la negación y
nueva afirmación (es decir, tesis-antítesis-síntesis).
LOS HEREDEROS
DE HEGEL
El pensamiento de Hegel fue interpretado por sus discípulos de dos formas
opuestas:
1º Los Viejos hegelianos interpretaron la filosofía de Hegel desde una
perspectiva conservadora:
a)
La filosofía de Hegel es compatible con la
ortodoxia cristiana.
b)
La filosofía de Hegel es conservadora en lo
político, legitimando el Estado de derecho (autoritario) prusiano.
2º Los Jóvenes hegelianos (se les denomina también “Izquierda hegeliana”;
los Viejos hegelianos serían la “Derecha hegeliana”), el principal de los
cuales es Ludwig Feuerbach, interpretaron la filosofía de Marx del modo
opuesto:
a)
Por lo que hace referencia a la religión,
reconocían que la filosofía de Hegel rompía con la ortodoxia cristiana (desde
una perspectiva ortodoxa, la filosofía de Hegel, al igual que la de Spinoza, es
el puro ateísmo) atreviéndose a ir más allá de Hegel y proclamar la verdad del
ateísmo.
b)
En lo político, defendían la definitiva
democratización (implantación del liberalismo) del Estado autoritario prusiano
y la abolición de los restos de feudalismo que aún perduraban en la sociedad
alemana de la Restauración (por eso fueron impulsores del movimiento
revolucionario de 1848).
LUDWIG FEURBACH Y LA ALIENACIÓN RELIGIOSA
1º Crítica de la filosofía de Hegel: la filosofía de Hegel no es más que
una teología racionalizada. ¿Por qué? Para Hegel, lo primero es el Espíritu (el
sujeto) y la Naturaleza (el objeto) es secundario porque es un predicado del
Espíritu. Para F., en necesaria una inversión: que lo primero sea la Naturaleza
(y el Espíritu, un predicado de ésta). Con esta inversión de sujeto y
predicado, el Idealismo se convierte en Materialismo (en un “naturalismo
ateo”).
2º Antropología materialista: frente a la antropología idealista de Hegel
(el ser humano es la autoconciencia de la realidad), para F. el ser humano es
cuerpo, sensibilidad, pasión, deseo, emoción.
3º La alienación religiosa:
-
Para Hegel, la alienación es el momento en que
el Espíritu se objetiviza en la Naturaleza, sale fuera de sí y se convierte en
lo otro que sí mismo. F. utiliza el término “alienación” exclusivamente en su
crítica de la religión. Para F., no es Dios quien ha creado al hombre a su
imagen y semejanza, sino que es el ser humano el que ha creado (se ha
objetivizado) a su imagen y semejanza a Dios.
-
Según F., el secreto de la teología está en la
antropología: Dios (la religión) no es sino la expresión mistificada de la
esencia humana (el ser humana proyecta en el más allá su esencia, sus mejores
cualidades elevadas a un grado infinito, y los hipostasia en un ser personal
llamado Dios; de ahí que los atributos de Dios no sean sino los atributos del
ser humano).
-
La alienación es ese fenómeno de desdoblamiento
y proyección de la esencia humana en un ser extraño, Dios, al que luego el ser
humano se somete (a pesar de ser su creación). Por lo tanto, en la alienación
religiosa, el ser humano se vuelve esclavo de aquello que en realidad es su
obra.
-
Es necesario, a juicio de F., superar la
alienación. ¿Cómo? Recuperando de nuevo su esencia perdida (comprendiendo
finalmente que las cualidades y atributos de Dios que adoramos son en realidad
cualidades humanas). La filosofía de F. es un humanismo ateo. “Homo homini Deus
est”: el hombre es un Dios para el hombre.
A MANERA DE CONCLUSIÓN: en Hegel tiene su fuente filosófica una de las
principales corrientes culturales del siglo XIX (y del mundo moderno en
general, de la época contemporánea): el Historicismo. Para el Historicismo, el
ser de las cosas no está hecho, sino que se está haciendo, está en proceso de
realización. ¿Dónde se hace el ser de las cosas? En la historia, en el lento
desenvolvimiento y desarrollo de los seres. De ahí que el Historicismo rompa
con la comprensión científico-mecánica de las cosas e intente comprenderlas
desde una perspectiva organicista-teleológica (como si de un ser vivo se
tratase). Para la filosofía, el objeto principal de reflexión es el siguiente:
frente a Descartes, frente a Kant, el sujeto, la razón, no es algo hecho sino
algo que se hace a sí mismo en la historia, a través de las sucesivas
objetivizaciones que ese sujeto lleva a cabo.
KARL MARX Y EL MARXISMO
¿Qué es el marxismo?
1º Uno de los grandes “paradigmas” del pensamiento contemporáneo (es
decir, uno de los grandes marcos teórico a partir del cual es comprendida la
realidad, la realidad socio-histórica; el
otro es la sociología, la ciencia sociológica estricta con sus diferentes
escuelas).
2º Una de las grandes “corrientes emancipadoras” del mundo moderno (hasta la era moderna, la
salvación/liberación del mal era cosa de la religión; tras la secularización
llevada a cabo por la Ilustración, la salvación se convierte en la búsqueda de
la emancipación por el género humano).
El elemento que distingue a la “filosofía” marxista de
otras grandes corrientes filosóficas del mundo moderno (como el cartesianismo,
empirismo, kantismo, hegelianismo, etc.) es que en ella se articulan de un modo
peculiar dos planos, al fin y al cabo, las dos dimensiones principales de la
vida humana: la comprensión teórica de mundo (la teoría) y la acción transformadora de la realidad (la praxis). Tal como el mismo Marx
proclamo en su famosa Tesis XI sobre Feuerbach: “Los filósofos hasta hoy sólo
se han dedicado a comprender el mundo. De lo que se trata es de transformarlo”.
Es decir, la tarea de la nueva filosofía debe ser primero alcanzar una
comprensión científica de la realidad socio-histórica (teoría) para después
(gracias a dicha comprensión) elaborar un adecuado programa político
revolucionario de transformación de la sociedad conducente a lograr la
definitiva emancipación de la humanidad (Engels ante la tumba de Marx afirmó
que éste fue ante todo un revolucionario, más que un filósofo, y que la misión
de su vida fue la lucha por la emancipación del proletariado).
El marxismo (que como acabamos de explicar es
simultáneamente teoría y praxis) produjo en el siglo XIX y XX un gigantesco
impacto ideológico y político. Gran parte de su atractivo se debe a que logró
unir los dos grandes mitos decimonónicos: la Ciencia y la Revolución,
convirtiendo la primera en el fundamento de la segunda (el marxismo no es ni
una pura teoría científica ni un puro programa político sino las dos cosas
coimplicadas). Marx creía que con ello el socialismo pasaba de ser sólo un
deseo utópico (socialismo utópico) a una necesidad histórica (socialismo
científico).
Marx murió en 1883 pero su obra tuvo su continuación
en el siglo XX en Lenin. Para Lenin, la teoría marxista es “una guía para la acción” (la teoría de
la revolución que necesita un movimiento revolucionario como es el
bolchevique). Lenin realizó la teoría marxista y el leninismo fue por ello el
marxismo del siglo XX. Pero la ideología marxista-leninista desembocó en el
stalinismo. Marx no es Stalin pero ambos son eslabones de una misma cadena: el
marxismo. El problema no es sólo preguntarse hasta que punto “degeneró” el
marxismo bajo Stalin sino llegar a entender que ambigüedades y que tensiones
conflictivas había en las premisas teóricas del pensamiento de Marx para que de
ellas se pudiese extraer como conclusión la necesidad de instaurar el Estado
totalitario, es decir, llegar a entender “el
extraño destino de una idea que empezó siendo un humanismo prometeico
(liberador) y que culminó en la monstruosa tiranía stalinista” (Kolakowski).
Contexto histórico-filosófico
Las fuentes teóricas del marxismo son tres:
1º La filosofía de Hegel y Feuerbach: Marx somete sus filosofías a una dura crítica
2º La economía-política inglesa (Adam Smith, David Ricardo, Robert
Malthus): para Marx estas doctrinas económicas no son ciencia sino la ideología
del capitalismo.
3º El socialismo francés e inglés (Owen, Saint-Simon, Fourier, Proudhon):
para Marx, este socialismo es “utópico” porque es 1º reformista y no
revolucionario y 2º se basa en consideraciones morales y no en la comprensión
científica de la historia y la sociedad.
En el momento en el que vivió Marx (entre 1830 y 1870), a la par que se
extendía y avanzaba la revolución industrial, se establecía una nueva forma de
organización económica: el capitalismo industrial de libre competencia (o
“capitalismo salvaje”, el capitalismo no regulado más que por el mercado).
¿Qué consecuencias tiene el ascenso del capitalismo?
1º Cambia la estructura social:
a)
la antigua nobleza latifundista (más la
burocracia estatal) va a compartir el poder económico (y el político) con
la burguesía industrial, la clase
dominante y dirigente de la nueva sociedad capitalista.
b)
Fruto del desenvolvimiento industrial, surge una
nueva clase social: la clase trabajadora (una masa de asalariados que se
concentran en los suburbios de las grandes ciudades)
2º La nueva clase social, la clase de trabajadores fabriles o proletariado,
soporta una situación de explotación y proletarización. Los obreros:
a)
Sufren condiciones laborales inhumanas (de las
que no se libran ni las mujeres ni los niños): extenuantes jornadas de trabajo,
accidentes laborales, insalubridad de las fábricas, etc.
b)
Contemplan impotentes como el nuevo sistema
produce grandes riquezas y beneficios para los dueños de las fábricas (los
dueños de los medios de producción o capitalistas) y miseria material y
espiritual para los trabajadores.
3º La nueva clase proletaria explotada se irá organizando poco a poco en
defensa de sus intereses. Hace así su aparición el movimiento obrero que tendrá
un gran protagonismo a lo largo del siglo.
4º Al movimiento obrero se unirán (para apoyarlo e incluso dirigirlo) intelectuales
radicales. Desafiando a los “ideólogos” del nuevo mundo burgués (que hacen
del capitalismo el sistema económico definitivo por más racional, eficiente y
acorde con la naturaleza egoísta humana), este grupo de intelectuales radicales
inician una crítica del sistema capitalista y elaboran un cuerpo doctrinal
coherente que recoge las demandas del movimiento obrero. Estos intelectuales, a
los que se denominará “socialistas” (la palabra “socialismo” fue empleada por
primera vez en 1832 por un discípulo de Saint-Simon llamado Pierre Leroux),
tratan de demostrar que el capitalismo puede y debe ser substituido por un
nuevo modo de producción más justo y humano.
¿Y Marx y Engels? Marx y Engels fueron dos intelectuales burgueses
comprometidos en la defensa de la clase obrera. Elaboraron una nueva forma de
socialismo (teórico y práctico a la vez), el “socialismo científico”, que creía
ser la respuesta definitiva al gran problema social desencadenado por la
revolución industrial. Su vida y su obra está unida a las luchas y fracasos del
movimiento obrero: a la revolución de 1848 que fue una derrota de la clase
obrera, a la Comuna de París de 1871 que supuso la creación del primer gobierno
obrero insurreccional, a la creación de la 1º Internacional, a la creación de
los primeros partidos socialistas alemanes, etc.
Vida y obra de Karl Marx
Karl Marx nació en Trier (Tréveris, en español) en 1818. Era hijo de un
abogado judío que se había convertido al protestantismo. Estudió derecho en
Berlín donde entró en contacto con el Círculo de los Jóvenes hegelianos. Tras
terminar sus estudios universitarios, comenzó a trabajar como periodista en
Colonia. Por el contenido político radical de sus artículos se vio obligado a
exiliarse a París en 1843 (a la edad de 25 años) donde entro en contacto con
otros exiliados alemanes. Allí conoce a Friedrich Engels, quien será su
compañero, amigo y colaborador el resto de su vida. En París escribe sus dos
principales obras de juventud (no fueron publicadas hasta el siglo XX): los
“Manuscritos de economía y política” (o “Manuscritos de París”; en ella
reflexiona sobre la alienación delos obreros fabriles) y “La ideología alemana”
(en colaboración con Engels; donde somete a crítica a la izquierda hegeliana y
pone las bases de su principal doctrina filosófica: el materialismo-histórico,
a la par que introduce la noción de “ideología”). Por presión de la policía
prusiana, Marx tuvo que marcharse a Bruselas. Es allí donde, tras integrarse en
la Liga de los Justos o Liga comunista escribió con Engels el “Manifiesto
comunista”, una obra maestra de la propaganda política. En 1848, con el
comienzo dela revolución, vuelve a París e inmediatamente después se traslada
de nuevo a Colonia donde, desde las páginas de un periódico, alienta a los
trabajadores y a la burguesía alemana a hacer la revolución democrática y
liberal. Fracasada la revolución del 48, huye a Londres donde vivirá el resto
de sus días hasta su muerte acaecida 34 años después en 1883. Los años que pasó
allí, viviendo prácticamente en la miseria, los dedicó a la investigación, el
estudio y la reflexión, fruto de todo lo cual es su más importante obra: “El
Capital” (publicada su primera parte en 1867 y su segunda y tercera por Engels
tras su fallecimiento). Su actividad política en ese periodo consistió en
ayudar en la fundación y la a organización de la 1º Internacional (la
Organización Internacional de los Trabajadores).
La filosofía del joven Marx: antropología y humanismo
El joven Marx (el Marx prelondinense, anterior a 1850; al Marx londinense
se le denomina Marx maduro o Marx II) comenzó su crítica de la nueva sociedad
capitalista industrial desde la perspectiva de la filosofía: desde una
antropología (una concepción del ser humano) originalísima que bebe en las
fuentes de la dialéctica hegeliana y del humanismo materialista ateo
feuerbachiano.
Su concepción del ser humano se desenvuelve, siguiendo el esquema
triádico de la dialéctica de Hegel, en tres momentos:
1º Teoría de la esencia del ser humano (Tesis: unidad o afirmación)
2º Teoría de la alienación del ser humano (Antítesis: escisión o
negación)
3º Teoría del hombre nuevo (Síntesis: reconciliación o negación de la
negación)
1º MOMENTO: LA ESENCIA HUMANA
¿Qué es el ser humano? En sí mismo no es nada (es una pura abstracción)
ya que sólo podemos entender qué es el hombre si lo ponemos en relación con
Dios, con la naturaleza, con la sociedad, con la historia.
A)
CON DIOS: el hombre no es una creación de Dios
(cristianismo), o un predicado del Espíritu (Hegel), sino el único y verdadero
ser supremo para sí mismo. ¿Por qué? Porque es consciente de que él es el único
sujeto activo que hay en la realidad.
En conclusión: el ser
humano es raíz y fundamento de sí mismo.
B)
CON LA NATURALEZA: siguiendo la antropología
materialista de Feuerbach, Marx considera al ser humano un ser natural (una
especie animal más de la naturaleza) y no un ser espiritual como mantenía
Hegel.
Para Marx, entre el
hombre y la naturaleza existe una peculiar unidad íntima: el hombre forma parte
de la naturaleza y necesita de la naturaleza para satisfacer sus necesidades
vitales (de ahí que la naturaleza pueda ser concebida como el “cuerpo
inorgánico” del hombre). En conclusión: para el hombre (el sujeto), la
naturaleza (el objeto) es una extensión de su ser, aquel lugar donde encontrará
los medios con los cuales podrá satisfacer sus necesidades.
Ahora bien, el hombre
mantiene con el entorno natural una relación activa (no pasiva como el
resto de animales). ¿Por qué? Porque el hombre trabaja, produciendo sus propios
medios de vida y no tomándolos simplemente del entorno como hacen las otras
especies (ésta es la naturaleza que le interesa a Marx, la naturaleza
transformada por el hombre y, por lo tanto, humanizada).
El trabajo es la
actividad esencial del ser humano:
1º El ser humano se distingue
de los animales no por la conciencia, ni por la religión (actividades
contemplativas), sino por el trabajo (por la actividad productiva: la “praxis
material”).
2º Por medio del
trabajo el hombre exterioriza y objetiva (desenvuelve y realiza)
sus capacidades humanas específicas, manifestando de este modo su “ser
genérico”. ¿Y cuáles son las diferencias específicas de la producción humana
respecto a la producción animal (ya que también los animales producen:
construyen nidos, panales, etc.)?
-
Los animales producen de un modo unilateral,
limitado a lo que necesitan para sobrevivir, de forma inconsciente y bajo la
presión de la necesidad física.
-
Los seres humanos producen de forma universal,
ilimitada, consciente, creativa y libre (libre de la necesidad física)
Al considerar el
trabajo, la producción material de bienes, como la actividad esencial del
hombre, Marx rompió con la antropología occidental que desde los griegos
mantenía que la actividad más propia del hombre es la intelectual y espiritual,
y no la material.
En conclusión: el ser
humano es un ser natural y activo
C)
CON LA SOCIEDAD: por medio del trabajo, el
hombre no sólo entra en relación con la naturaleza sino con otros hombres con
los que constituye una sociedad (concebir al individuo aislado, al margen de la
sociedad como hacían los contractualistas es una abstracción). El hombre
produce siempre con otros hombres y para otros hombres. La producción material
implica necesariamente el establecimiento de relaciones sociales. Marx llegará
a afirmar que la esencia humana no es otra cosa que “el conjunto de sus
relaciones sociales”.
En conclusión: el ser
humano es un ser social y comunitario
D) CON
LA HISTORIA: el ser humano al producir por medio del trabajo los objetos que
necesita para vivir se autoproduce a sí mismo (una producción que se lleva a
cabo en la historia: la historia es el proceso en virtud del cual la especie
humana se ha ido autocreando a sí misma). Marx
siempre admiró de Hegel que éste fuese el primero en concebir que el hombre (el
sujeto) es el resultado de su propia actividad (autogeneración). ¿Cómo es esto
posible? El principio motor (o generador) de esa autogénesis es la dialéctica
de la negatividad (el Espíritu se va objetivando y cancelando todas las
objetivaciones parciales hasta lograr su plena realización como sujeto cuando
logra 1º lograr la autoconciencia y 2º por medio del derecho y el Estado, crear
una comunidad universal de hombres libres). Para Marx, el error de Hegel es que
el único trabajo que reconoce es la actividad espiritual (que producen: el
derecho y el Estado, y las formas del saber absoluto: el arte, la religión y la
filosofía)
En conclusión: el ser
humano es un ser histórico, un ser que se hace a sí mismo en la historia (para
Marx, la noción de una esencia humana inmutable ahistórica es una abstracción
ya que la esencia humana se realiza y objetiva en las relaciones de intercambio
con la naturaleza y con la sociedad que el individuo desenvuelve; dichas
relaciones están continuamente cambiando y conjuntamente va cambiando también
el hombre).
2º MOMENTO: LA ALIENACIÓN DEL SER HUMANO
Marx hereda el concepto de alienación de Hegel y Feuerbach (“alienación”
viene del latín “alienus” que
significa ajeno; y de ahí que también pueda utilizarse como sinónimo el término
“enajenación”).
¿En qué consiste el fenómeno de la alienación?
1º En que los productos de la actividad humana (sean materiales o
espirituales) se conviertan en fuerzas superiores e independientes que dominan
a su creador. Así, el sujeto, el individuo humano libre y creador, pasa a ser
dominado por los objetos creados por él. Alienación implica esclavización:
perdida de libertad y autonomía (el ser humano crea sus propias cadenas).
2º En que el individuo se separe y escinda de su propia naturaleza o esencia
humana. Su actividad y existencia no se ajustan a su “forma de ser” y a sus
capacidades naturales esenciales. Alienación implica deshumanización: perdida
de humanidad e imposibilidad de autorrealización (el ser humano experimenta el
extrañamiento de vivir una vida que le es ajena y en la que no se reconoce).
3º Marx, utilizando un instrumento metodológico de Feuerbach, describirá
y explicará la alienación como un proceso de inversión del sujeto y el
predicado (Feuerbach decía que Hegel
había hecho una inversión de sujeto y predicado, y que a dicha inversión había
que darle la vuelta lográndose que el Idealismo de Hegel se convierta en materialismo: para Hegel el Espíritu era lo
primario en cuanto Sujeto siendo la Naturaleza secundaria por ser un mero
predicado del Espíritu; para Feuerbach, lo primario y sujeto es la Naturaleza,
siendo el Espíritu un predicado secundario).
Para el joven Marx, el individuo se aliena en tres ámbitos:
-
La alienación religiosa (en discusión con la
concepción de Feuerbach)
-
La alienación socio-política (en discusión con
la filosofía del Estado de Hegel)
-
La alienación económica (supone la primera
crítica de la economía y de la sociedad capitalista)
La alienación fundamental es la económica porque es la causa y fuente de
todas las demás.
A)
La alienación económica: el obrero en la
sociedad capitalista se aliena cuando trabaja. El trabajo del obrero hace que
éste esté alienado:
-
Respecto del producto de su trabajo: los bienes
que produce se convierten en algo “ajeno” que no le pertenecen. ¿Por qué?
Porque de ellos se apropia el capitalista, el dueño de la fábrica a quien ha
vendido a cambio de un salario su fuerza de trabajo.
-
Respecto de su propio trabajo (de su propia
acción productiva): el trabajo no le sirve para autoafirmar su humanidad, sino
que le niega como persona ya que es un trabajo no libre sino forzado (el trabajador es compelido a trabajar por la
necesidad económica, por las estrecheces económicas que sufre, no porque para
él trabajar sea una necesidad vital). Por eso, el trabajo que lleva a cabo
le resulta algo “ajeno”.
-
Respecto a su “ser genérico”: el trabajo del
obrero ya no es un trabajo humano, una actividad productiva universal, libre y
consciente (su ser genérico) sino que por su carácter embrutecedor y penoso se
asemeja más a la actividad productiva de un animal.
-
Respecto a los otros hombres: como efecto de la
alienación del trabajo, en la sociedad burguesa también quedan alienadas las
relaciones humanas: cada hombre se convierte en alguien “ajeno”, un extraño y
enemigo para los demás. Su manifestación más directa se produce en las
relaciones de antagonismo dentro y entre las clases de capitalistas y obreros:
. los miembros de cada
clase se perciben los unos a los otros como competidores y enemigos.
. los capitalistas
consideran a los trabajadores como meras mercancías.
B)
La alienación socio-política: en la sociedad
burguesa, el individuo está alienado porque se escinde en una doble vida:
-
por un lado, es una persona privada dominada por
sus intereses egoístas que desenvuelve su vida en el ámbito del mundo económico
(es miembro de la “sociedad civil”).
-
por otro lado, es un ciudadano, una persona
pública miembro de un Estado.
Pues bien, el Estado se
convierte en una comunidad en la que parecería que se logran conciliar los
intereses antagónicos de los individuos privados. Pero tal cosa es una ilusión.
El Estado burgués es una comunidad ilusoria “ajena” a los trabajadores (como
Dios en la religión, el Estado se termina convirtiendo en una potencia autónoma
y enemiga de los trabajadores).
C)
La alienación religiosa: Marx sigue a Feuerbach
y defiende que Dios es una creación del ser humano. Pero Marx va más allá de
Feuerbach afirmando que la alienación religiosa es un fenómeno derivado de la
alienación económica. Las creencias religiosas son una secuela de la miseria
real que padece la clase trabajadora. Para Marx, “la religión es el opio del
pueblo”, un narcótico que permite mantener adormecidos a los trabajadores para
que no tomen conciencia de la causa real de la miseria que sufren (no el
castigo de Dios que será compensado en el cielo a aquellos que no se subleven
contra la verdadera causa de la situación que padecen): la explotación de los
trabajadores.
La categoría de alienación es una categoría filosófica y es central en el
joven Marx para analizar todos los fenómenos. El Marx maduro sustituirá esta
categoría por la de “fetichismo” y “reificación” que no son categorías
filosóficas sino socio-económicas:
-
El fetichismo denota el dominio de las cosas
sobre el hombre (las mercancías, el dinero, el capital son fetiches que
esclavizan al hombre).
-
La reificación denota que en la sociedad
burguesa la relación entre los hombres reviste la falsa apariencia de
relaciones entre cosas.
3º MOMENTO: EL HOMBRE NUEVO
Como tercer momento dialéctico, la teoría del hombre nuevo supone:
-
La superación de todas las alienaciones.
-
La recuperación de la verdadera esencia humana.
-
La reconciliación del hombre consigo mismo, con
la naturaleza y con los demás hombres.
¿Cómo se logrará esto? Cuando se cree, tras la abolición de la propiedad
privada de los medios de producción (es decir, tras la abolición del
capitalismo) una nueva sociedad, la sociedad comunista.
El humanismo prometeico de Marx tiene como meta escatológica (como fin y
destino último de la historia de la humanidad) esta sociedad del futuro, la
sociedad comunista, donde el hombre podrá realizar finalmente todas las
posibilidades latentes en su propia esencia.
El materialismo histórico
Marx abandonó la antropología (una teoría filosófica sobre el hombre) por
el materialismo histórico (una teoría científica de la historia). Hay una
categoría común a ambas teorías que sirve para enlazarlas: la de actividad
material o producción.
Marx tenía una concepción materialista de la historia (aquí el término
“materialismo” no hace referencia a la doctrina del “materialismo metafísico”
que reduce el espíritu a la materia, sino que tiene el sentido económico de
producción material; materialismo histórico=explicación economicista de la
historia). Marx quería elaborar una teoría científica de la historia (pretendía
convertirse en el Galileo de la historia) que demostrase, contra Hegel, que no
son las “ideas” (la política y la cultura) sino la producción material (la
economía) la que dirigen la historia. El primer esbozo del materialismo
histórico lo hizo en “La ideología alemana” donde afirmó: “No es la conciencia la que determina la vida sino la vida la que
determina la conciencia”.
1º TESIS DEL MATERIALISMO HISTÓRICO:
“La historia de las sociedades clasistas es la sucesión de los distintos modos
de producción”. Veamos como:
A)
La historia de la humanidad se divide en tres
grandes etapas (siguiendo el esquema triádico de la dialéctica):
Sociedad comunista pre-clasista – Sociedades de clase – Sociedad
comunista postclasista
(unidad primitiva) (alienación) (unidad con
diferenciación)
La sociedad primitiva comienza como una comunidad indiferenciada:
-
Las personas son similares pues todos hacen más
o menos lo mismo no existiendo diferencias productivas diferentes.
-
La comunidad domina al individuo (el individuo
se disuelve en la comunidad no pudiendo diferenciarse como un sujeto autónomo).
En una 2º fase, se produce la negación de la sociedad anterior:
-
La sociedad deja de ser una comunidad para
convertirse en una sociedad dividida, una sociedad de clases.
-
Se produce un desarrollo extremo del
individualismo (fruto y resultado de la división del trabajo y la
especialización) que separa al individuo de la comunidad.
En una 3º fase, se produce una síntesis de las dos fases anteriores:
-
Se reinstaura la comunidad
-
pero sin destruir la individualidad.
B)
En la sociedad de clases se ha dado la siguiente
secuencia de modos de producción:
MODO DE PRODUCCIÓN ASIÁTICO – M.P. ESCLAVISTA – M.P. FEUDAL – M.P.
CAPITALISTA
(propiedad estatal de la tierra) (Grecia-Roma) (Edad
Media) (Edad Moderna)
C)
¿Qué es un modo de producción? Marx concibe las
sociedades clasistas como una totalidad, una totalidad orgánica dividida entre
una base económica y una superestructura que se levanta sobre dicha base.
-
La infraestructura económica está formada por
dos elementos:
1º las fuerzas
productivas: integradas por
a)
Los medios de producción: materias primas +
herramientas + tecnologías
b)
Los productores (los seres humanos que manejando
los medios de producción producen bienes trabajando)
2º las relaciones de
producción:
a)
Relaciones de explotación: en los modos de
producción clasistas, las relaciones sociales que se establecen entre los
dueños de los medios de producción y los productores son siempre de este tipo
b)
Relaciones de cooperación: las relaciones
sociales propias de las sociedades no clasistas (del comunismo primitivo y del
comunismo futuro). Para que se den este tipo de relaciones de producción es
necesario que los trabajadores sean los únicos propietarios de los medios de
producción. Las relaciones de cooperación no son propias de los modos de
producción clasistas sino de las sociedades comunistas
-
La superestructura está formada por dos niveles:
a)
La estructura jurídico-política: el derecho y el
Estado
b)
La estructura ideológica (religión, filosofía,
arte, moral, etc.)
2º TESIS: “En cada modo de
producción, es la infraestructura económica la que determina la superestructura
político-ideológica (el ser social determina la conciencia, la producción material
condiciona la producción espiritual)”.
3º TESIS: “El factor determinante
de la evolución histórica es la contradicción entre las fuerzas productivas y
las relaciones de producción”. El marxismo es un determinismo tecnológico:
las relaciones de producción cambian cuando ya no son óptimas para el
desarrollo de las fuerzas productivas. Cuando se produce dicha contradicción,
se abre una época de revolución social que se cerrará cuando se creen nuevas
relaciones de producción (nuevas formas de propiedad y explotación-organización
del trabajo) que promuevan y no traben el desarrollo de las nuevas técnicas
productivas.
4º TESIS: “El motor de la historia
es la lucha de clases”. La contradicción entre las fuerzas productivas y
las relaciones de producción se manifiesta en la historia en forma de conflicto
y antagonismo entre clases: la lucha entre opresores y oprimidos (en todos los
modos de producción existen dos clases antagónicas de explotadores y
explotados: hombres libres y esclavos en el m.p. antiguo, señores y siervos en
el m.p. feudal, burguesía y proletariado en el m.p. capitalista).
5º TESIS O TEORÍA DEL ESTADO: “El
Estado tiene una naturaleza clasista ya que es un instrumento al servicio de la
clase dominante”.
El primer nivel de la superestructura está formado por el conjunto de
aparatos, instituciones y normas que reglamentan el funcionamiento de una
sociedad. La institución más importante es el Estado (y el derecho).
¿Por qué el Estado tiene una naturaleza clasista? Porque es el
instrumento a través del cual la clase económica dominante ejerce la coerción
sobre la dominada para así mantener sus intereses de clase (y no el ámbito
donde se resuelven los antagonismos de la sociedad civil como defendía Hegel).
La principal función del Estado es, a través del derecho, garantizar la
propiedad privada.
6º TESIS O TEORÍA DE LA IDEOLOGÍA: “En
todas las sociedades clasistas, la ideología hegemónica es la de la clase
dominante y la función de las ideologías es justificar (y así legitimar) las
relaciones de explotación”.
El segundo nivel de la superestructura es el nivel ideológico y está
formado por el conjunto de ideas-representaciones y comportamientos que son
dominantes en la sociedad.
El término “ideología” tiene un sentido peyorativo y negativo en Marx.
¿Por qué? Porque las ideologías son las representaciones deformadas y falseadas
que de la realidad social tienen los hombres de las sociedades clasistas. Por
ello, Marx a esa conciencia ideologizada de los hombres que viven en las
sociedades clasistas la denomina “falsa conciencia”. Esta falsa conciencia
afecta no solo a la clase dominada sino también a la dominante y se debe no a
factores subjetivos sino objetivos (a la opacidad de la estructura económica).
Las ideologías forman sistemas doctrinales y su función principal es
justificar el orden socioeconómico para así preservar los intereses de la clase
dominante. Un ejemplo de ideología es la economía clásica inglesa de Adam
Smith, David Ricardo, etc. ¿Por qué? Porque es una justificación del capitalismo
al hacer pasar este sistema como un modelo económico de valor universal cuando
en realidad responde sólo al interés de la burguesía.
El modo de producción capitalista y su superación
Marx formuló por medio del “Materialismo Histórico” (la ciencia de la historia)
una teoría “científica” (de una cientificidad “sui generis”) sobre la evolución de los distintos modos de
producción. En su obra “El Capital”
(su 1º tomo se publicó en 1869; su 2º y 3º parte fueron publicados por Engels a
partir de los manuscritos dejados por Marx) llevó a cabo un estudio económico
del modo de producción capitalista. En El
Capital:
1º criticó las teorías económicas de los economistas clásicos (Smith,
Ricardo, etc.) y de ahí que el subtítulo de la obra fuese “Crítica de la
economía-política”.
2º denunció al capitalismo como sistema de explotación.
Ambas críticas están orientadas al fin último de la revolución proletaria
y el comunismo.
El método de investigación de Marx consiste en descubrir por debajo de
las meras apariencias las leyes objetivas que rigen el sistema. Es decir, se
trata de desvelar y hacer patente aquello que la opacidad del sistema económico
de la economía de mercado oculta a los hombres: el fetichismo de la mercancía,
el enigma del plusvalor, la falsa libertad e igualdad del contrato de trabajo,
etc.
A) ANÁLISIS
DE LA MERCANCÍA
-
¿Qué es una mercancía? Todo producto intercambiable por otro en el
mercado.
-
Para
Marx, por debajo de esta apariencia superficial, las mercancías son 1º el
enigma que contiene todos los secretos de la economía capitalista y 2º un
fetiche al que se le atribuye un falso poder (en el capitalismo, se presenta
como si se tratase de un objeto mágico, similar a los fetiches de las
religiones animistas) y que debe ser desenmascarado.
B) TEORÍA
DEL VALOR-TRABAJO
-
Toda mercancía tiene valor. Ese valor tiene una
doble faz:
1º Valor de uso: toda mercancía (por ejemplo, un par de zapatos) sirve
para satisfacer una necesidad a través del consumo (tiene un valor utilitario).
El valor de uso es condición necesaria pero no suficiente para ser una
mercancía (si algo no tiene utilidad, no es una mercancía; pero puede tenerla y
sin embargo tampoco serla: por ejemplo, el aire).
2º Valor de cambio: lo característico de una mercancía es que es
intercambiable por otra. Para que ese intercambio sea posible, las mercancías
tienen que tener un “valor de cambio”. El valor de cambio (valor económico) de
una mercancía es la proporción concreta en la que puede cambiarse por otra
mercancía (por ej., un par de zapatos por cincuenta hogazas de pan). El valor
de cambio establece una relación cuantitativa de equivalencia (1 par=50)
gracias a la cual se pueden intercambiar productos cualitativamente diferentes
(zapatos por hogazas de pan; este problema no se produciría si las mercancías
que intercambiamos fuesen cualitativamente iguales, aunque dicho intercambio
carecería de sentido).
-
Pero, ¿por qué la proporción del intercambio
debe ser 1/50 y no 1/25 o 1/1? La proporción fija en la que consiste el valor
de cambio es efecto a que ambas mercancías (heterogéneas) son iguales a una
tercera (que sirve de unidad de medida homogeneizadora), aunque esa tercera
cosa es invisible a aquellos que llevan a cabo el intercambio: el Valor.
Por todo ello, el valor de cambio no es más que la “forma fenoménica” del
Valor: la manera en que el Valor se manifiesta en el mercado (ese Valor es
meramente potencial y sólo se manifiesta a través del cambio, como si el Valor
durmiese en el interior de la mercancía y no despertase hasta llegar al mercado).
En conclusión: el valor de cambio es sólo la manifestación fenoménica del
Valor; el Valor es la auténtica “esencia” (económica) de la mercancía (valor de
cambio y Valor se relacionan como fenómeno y esencia y no deben confundirse).
-
Pero, ¿Cuál es la causa o fuente del Valor?
Según Marx, el trabajo humano (la actividad material realizada por el
trabajador para producir la mercancía) es la única fuente del Valor. Por
ello, el Valor de una mercancía se puede medir en términos de la cantidad de
trabajo incorporada a ella, de la cantidad de horas que es necesario trabajar
para producirla.
Pero ese Valor que se incorpora en la mercancía no es la cantidad de
horas de trabajo concreto e individual que de hecho trabaja el trabajador. El
Valor no mide el trabajo concreto sino el trabajo abstracto. ¿Qué es el trabajo
abstracto? El tiempo de “trabajo socialmente necesario” requerido para producir
una mercancía (materializado o
condensado en la mercancía). ¿Qué es el “trabajo socialmente necesario”?
El tiempo promedio de horas de trabajo que (en virtud del desenvolvimiento
técnico alcanzado por una sociedad) es “necesario” para producir una mercancía
(y así por ejemplo, si yo para producir una mesa necesito 10 horas cuando, en
virtud de las tecnologías disponibles en mi sociedad, me bastarían 3, las 7
restantes corren de mi cuenta).
C) TRABAJO
Y “FUERZA DE TRABAJO”
-
Para Marx, es muy importante no confundir el
trabajo de la fuerza de trabajo.
a) ¿Qué
es la fuerza de trabajo? La capacidad que tiene el obrero para trabajar (el
conjunto de facultades físicas y mentales que hacen posible que llegue a
producir bienes).
b) ¿Qué
es el trabajo? La ejecución y realización efectiva de dicha capacidad (la
actividad que de hecho el obrero despliega en la fábrica).
-
En el sistema capitalista, el obrero asalariado
y el capitalista se necesitan mutuamente y van a establecer entre sí una
relación económica en la que van a intercambiar mercancías. ¿Qué mercancías
intercambian?
a) El
obrero se ve obligado a vender su fuerza de trabajo (aparentemente vende su
“trabajo” pero lo que de hecho vende, como ahora veremos, es su “fuerza de
trabajo”).
b) El
capitalista, dueño de la fábrica y de sus máquinas (propietario de los medios
de producción, en terminología marxista), intercambia con el obrero (le compra)
a cambio de su fuerza de trabajo un salario.
-
El salario que le paga el empresario al obrero
es un salario de hambre, de mera subsistencia. ¿Por qué le paga esa cantidad el
capitalista? Porque la fuerza de trabajo es también una mercancía y el costo
del salario (el precio de esa mercancía) lo establece el mercado. ¿Cómo? No a
través de la ley de la oferta y la demanda (como por ejemplo pensaba David
Ricardo) sino del mismo modo que se establece el valor de cambio de todas las
mercancías: por el tiempo de trabajo socialmente necesario requerido para
producir (en este caso, reproducir) dicha mercancía. Como esa mercancía
es la fuerza de trabajo, su valor de cambio será equivalente al valor de cambio
de todos los productos indispensables para reproducir la fuerza de trabajo
del trabajador, es decir, para mantenerlo con vida a él y a su familia (comida,
habitación, vestido).
-
Pero la fuerza de trabajo es una mercancía muy
especial. ¿Por qué? Es la única mercancía que cuando la consumes (cuando cumple
su valor de uso) no satisface una necesidad, sino que crea Valor (porque el
trabajo es la única fuente de Valor).
Y aquí está la solución del enigma de cómo se enriquece el capitalista:
el beneficio del capitalista no es efecto de la circulación de las mercancías
(como pensaban los teóricos de la economía clásica) o de su ingenio empresarial
y comercial sino de la sutil explotación que el capitalista lleva a cabo sobre
el trabajo del obrero.
Veamos cómo sucede esto. El capitalista le compra al obrero su fuerza de
trabajo a cambio de un salario (fijado impersonalmente por el mercado; además, el capitalista no podría
pagarle más, aunque quisiese hacerlo porque tal cosa conllevaría su ruina ya
que no podría competir con las empresas rivales). El capitalista puede
utilizar (valor de uso) esa fuerza de trabajo durante un tiempo determinado: el
horario laboral que ha sido pactado (libremente) por el empresario y el obrero
y queda recogido en un documento jurídico, el contrato de trabajo. Usando la
fuerza de trabajo del obrero, el capitalista convierte ésta en “trabajo”. Pues
bien, como el trabajo crea Valor, se produce la paradoja de que el obrero (que
pasa jornadas extenuantes e interminables en la fábrica) termina creando un
Valor mayor que el que se le paga por su fuerza de trabajo. Pues bien, a este
excedente de Valor que crea el obrero cuando trabaja se llama plusvalor
(plusvalor=Valor excedente).
Para entender mejor la teoría del plusvalor de Marx, pongamos un ejemplo
práctico. Imaginemos a un obrero de la construcción cuya jornada laboral es de
12 horas. En las primeras 6 horas crea un Valor equivalente a su salario (al
Valor de su fuerza de trabajo). Pero en virtud de su contrato laboral, tiene
que seguir trabajando 6 hora más, un tiempo en el que sigue creando Valor, pero
por el cual no recibe retribución alguna: es un tiempo de trabajo no pagado, y
es este tiempo de trabajo el que crea el plusvalor, la ganancia del
capitalista. Si el trabajador trabajase sólo 6 horas el intercambio con el
empresario sería equivalente y no habría explotación. Pero al trabajar 12 horas
el intercambio no es equivalente y es, por lo tanto, abusivo (la particularidad
del capitalismo es que el mecanismo del mercado, el contrato de trabajo, oculta
esta explotación haciéndola aparecer como un intercambio equitativo entre
empresario y obrero cuando tal cosa es falsa; la finalidad del marxismo es
desenmascarar esas relaciones supuestamente libres y equitativas y mostrar cómo
son resultado de la coacción y de la explotación: el contrato de trabajo
capitalista es un fraude).
D) LA
REVOLUCIÓN PROLETARIA Y EL COMUNISMO
-
La idea de revolución es una constante en el
pensamiento de Marx:
o
En su juventud, la revolución se fundaba en
postulados filosóficos y humanísticos.
o
En su periodo de madurez, la revolución se
deriva de presupuestos “científicos”: la ciencia de la historia (el
materialismo histórico) y el estudio económico del modo de producción
capitalista son el fundamento teórico de la necesidad de la revolución.
-
Pero, ¿quién va a protagonizar el alzamiento
revolucionario? En terminología marxista, ¿quién va a ser el “sujeto
revolucionario”?
o
En su juventud (“Manifiesto comunista”), la revolución tiene un matiz voluntarista
y subjetivo: es el producto de la acción consciente del proletariado industrial,
convertida en clase universal (pues los intereses emancipatorios del
proletariado lo son también de la humanidad entera).
o
En su fase de madurez (“El Capital”), su concepción de la revolución quiere ser un
corolario más de su estudio económico del capitalismo: la revolución tendrá un
cariz determinista y objetivista pues es el resultado ineluctable de las
contradicciones de la economía capitalista. Veamos como: la propia lógica del desarrollo del capitalismo será la
que produzca las condiciones para su superación:
1º el capitalista tiene
que vender sus mercancías en el mercado y para lograrlo se ve obligado a
competir.
2º para competir en
condiciones ventajosas necesita desarrollar la producción: con una mayor
inversión en tecnología y una mejor organización del trabajo.
3º El desarrollo de la
producción produce los siguientes efectos:
a)
por un lado, la
concentración del capital en cada vez menos manos (los pequeños empresarios
incapaces de competir terminarán arruinándose y pasando a ingresar en las filas
del proletariado)
b)
por otro lado, una
sociedad cada vez más organizada y centralizada.
4º Llegará un momento en
que esa sociedad ya perfectamente organizada podrá prescindir de la minoría
dueña del capital con una simple revolución (pasando esa organización impuesta
por las necesidades competitivas del capitalismo a convertirse en la
“autoorganización” que la sociedad hace de sí misma). Esta última revolución
será la batalla definitiva de la lucha de clases ya que al ser ahora la mayoría
de la población la que toma el poder en sus manos no habrá lugar para otra
nueva división entre poseedores y desposeídos.
-
La revolución supone un
cambio total en la estructura económica, política e ideológica. El Comunismo es
un nuevo modo de producción que conlleva:
o
La abolición de la
propiedad privada de los medios de producción
o
La socialización o
apropiación de los mismos por parte de los trabajadores (colectivización de las
fábricas, tierras, etc.)
o
Abolición del trabajo
asalariado
o
Supresión de las clases,
sus antagonismos y sus relaciones de dominación
o
Instauración de nuevas
relaciones de producción basadas en la cooperación mutua, la solidaridad y el
libre desenvolvimiento de todas las personas (y no en la explotación, la
competencia insolidaria y la alienación del trabajador).
La revolución se
producirá en primer lugar en los países capitalistas más avanzados y “maduros”
(Gran Bretaña, Francia, Alemania, USA) porque en ellos aflorarán con más
intensidad las contradicciones económicas. Pero al final no ocurrió lo que
predijo sino más bien lo contrario.
¿Cómo se producirá el
tránsito del capitalismo al comunismo? En dos fases:
1º FASE (FASE
SOCIALISTA): es una etapa de transición a la que Marx denominó “dictadura
revolucionaria del proletariado” (después de tomar el poder, el proletariado
lleva a cabo una lucha incesante para destruir las estructuras y los vestigios
de la vieja y obsoleta sociedad burguesa.
2º FASE (FASE COMUNISTA):
descrita en la “Crítica al programa de Gotha” en los siguientes términos.
- El trabajo dejará de ser un medio de vida
y se convertirá en una necesidad vital.
- Los individuos podrán desenvolverse en
todos sus aspectos
- Crecerán las fuerzas productivas y
“correrán a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva”
- Se impondrá un nuevo modelo de justicia
distributiva conforme al principio: “de cada uno según su capacidad; a
cada uno según su necesidad” (y no, “a cada uno según su trabajo y
mérito”).
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