miércoles, 25 de marzo de 2020

2º BACH DIURNO 30/3/20

!Hola a todo el mundo! Acabamos hoy de pasar los apuntes de la libreta. El que la lleve al día, ya ha terminado este trabajo para siempre (y puede contar con la parte de la puntuación que le corresponde en su nota final).

El modo de producción capitalista y su superación

Marx formuló por medio del “Materialismo Histórico” (la ciencia de la historia) una teoría “científica” (de una cientificidad “sui generis”) sobre la evolución de los distintos modos de producción. En su obra “El Capital” (su 1º tomo se publicó en 1869; su 2º y 3º parte fueron publicados por Engels a partir de los manuscritos dejados por Marx) llevó a cabo un estudio económico del modo de producción capitalista. En El Capital:

1º criticó las teorías económicas de los economistas clásicos (Smith, Ricardo, etc.) y de ahí que el subtítulo de la obra fuese “Crítica de la economía-política”.

2º denunció al capitalismo como sistema de explotación.

Ambas críticas están orientadas al fin último de la revolución proletaria y el comunismo.

El método de investigación de Marx consiste en descubrir por debajo de las meras apariencias las leyes objetivas que rigen el sistema. Es decir, se trata de desvelar y hacer patente aquello que la opacidad del sistema económico de la economía de mercado oculta a los hombres: el fetichismo de la mercancía, el enigma del plusvalor, la falsa libertad e igualdad del contrato de trabajo, etc.

A)      ANÁLISIS DE LA MERCANCÍA

-          ¿Qué es una mercancía?  Todo producto intercambiable por otro en el mercado.

-           Para Marx, por debajo de esta apariencia superficial, las mercancías son 1º el enigma que contiene todos los secretos de la economía capitalista y 2º un fetiche al que se le atribuye un falso poder (en el capitalismo, se presenta como si se tratase de un objeto mágico, similar a los fetiches de las religiones animistas) y que debe ser desenmascarado.



B)      TEORÍA DEL VALOR-TRABAJO

-          Toda mercancía tiene valor. Ese valor tiene una doble faz:

1º Valor de uso: toda mercancía (por ejemplo, un par de zapatos) sirve para satisfacer una necesidad a través del consumo (tiene un valor utilitario). El valor de uso es condición necesaria pero no suficiente para ser una mercancía (si algo no tiene utilidad, no es una mercancía; pero puede tenerla y sin embargo tampoco serla: por ejemplo, el aire).



2º Valor de cambio: lo característico de una mercancía es que es intercambiable por otra. Para que ese intercambio sea posible, las mercancías tienen que tener un “valor de cambio”. El valor de cambio (valor económico) de una mercancía es la proporción concreta en la que puede cambiarse por otra mercancía (por ej., un par de zapatos por cincuenta hogazas de pan). El valor de cambio establece una relación cuantitativa de equivalencia (1 par=50) gracias a la cual se pueden intercambiar productos cualitativamente diferentes (zapatos por hogazas de pan; este problema no se produciría si las mercancías que intercambiamos fuesen cualitativamente iguales, aunque dicho intercambio carecería de sentido).



-          Pero, ¿por qué la proporción del intercambio debe ser 1/50 y no 1/25 o 1/1? La proporción fija en la que consiste el valor de cambio es efecto a que ambas mercancías (heterogéneas) son iguales a una tercera (que sirve de unidad de medida homogeneizadora), aunque esa tercera cosa es invisible a aquellos que llevan a cabo el intercambio: el Valor.

Por todo ello, el valor de cambio no es más que la “forma fenoménica” del Valor: la manera en que el Valor se manifiesta en el mercado (ese Valor es meramente potencial y sólo se manifiesta a través del cambio, como si el Valor durmiese en el interior de la mercancía y no despertase hasta llegar al mercado).



En conclusión: el valor de cambio es sólo la manifestación fenoménica del Valor; el Valor es la auténtica “esencia” (económica) de la mercancía (valor de cambio y Valor se relacionan como fenómeno y esencia y no deben confundirse).



-          Pero, ¿Cuál es la causa o fuente del Valor? Según Marx, el trabajo humano (la actividad material realizada por el trabajador para producir la mercancía) es la única fuente del Valor. Por ello, el Valor de una mercancía se puede medir en términos de la cantidad de trabajo incorporada a ella, de la cantidad de horas que es necesario trabajar para producirla.

Pero ese Valor que se incorpora en la mercancía no es la cantidad de horas de trabajo concreto e individual que de hecho trabaja el trabajador. El Valor no mide el trabajo concreto sino el trabajo abstracto. ¿Qué es el trabajo abstracto? El tiempo de “trabajo socialmente necesario” requerido para producir una mercancía (materializado o condensado en la mercancía). ¿Qué es el “trabajo socialmente necesario”? El tiempo promedio de horas de trabajo que (en virtud del desenvolvimiento técnico alcanzado por una sociedad) es “necesario” para producir una mercancía (y así por ejemplo, si yo para producir una mesa necesito 10 horas cuando, en virtud de las tecnologías disponibles en mi sociedad, me bastarían 3, las 7 restantes corren de mi cuenta).



C)      TRABAJO Y “FUERZA DE TRABAJO”

-          Para Marx, es muy importante no confundir el trabajo de la fuerza de trabajo.

a)       ¿Qué es la fuerza de trabajo? La capacidad que tiene el obrero para trabajar (el conjunto de facultades físicas y mentales que hacen posible que llegue a producir bienes).

b)      ¿Qué es el trabajo? La ejecución y realización efectiva de dicha capacidad (la actividad que de hecho el obrero despliega en la fábrica).



-          En el sistema capitalista, el obrero asalariado y el capitalista se necesitan mutuamente y van a establecer entre sí una relación económica en la que van a intercambiar mercancías. ¿Qué mercancías intercambian?

a)       El obrero se ve obligado a vender su fuerza de trabajo (aparentemente vende su “trabajo” pero lo que de hecho vende, como ahora veremos, es su “fuerza de trabajo”).

b)      El capitalista, dueño de la fábrica y de sus máquinas (propietario de los medios de producción, en terminología marxista), intercambia con el obrero (le compra) a cambio de su fuerza de trabajo un salario.



-          El salario que le paga el empresario al obrero es un salario de hambre, de mera subsistencia. ¿Por qué le paga esa cantidad el capitalista? Porque la fuerza de trabajo es también una mercancía y el costo del salario (el precio de esa mercancía) lo establece el mercado. ¿Cómo? No a través de la ley de la oferta y la demanda (como por ejemplo pensaba David Ricardo) sino del mismo modo que se establece el valor de cambio de todas las mercancías: por el tiempo de trabajo socialmente necesario requerido para producir (en este caso, reproducir) dicha mercancía. Como esa mercancía es la fuerza de trabajo, su valor de cambio será equivalente al valor de cambio de todos los productos indispensables para reproducir la fuerza de trabajo del trabajador, es decir, para mantenerlo con vida a él y a su familia (comida, habitación, vestido).



-          Pero la fuerza de trabajo es una mercancía muy especial. ¿Por qué? Es la única mercancía que cuando la consumes (cuando cumple su valor de uso) no satisface una necesidad, sino que crea Valor (porque el trabajo es la única fuente de Valor).



Y aquí está la solución del enigma de cómo se enriquece el capitalista: el beneficio del capitalista no es efecto de la circulación de las mercancías (como pensaban los teóricos de la economía clásica) o de su ingenio empresarial y comercial sino de la sutil explotación que el capitalista lleva a cabo sobre el trabajo del obrero.



Veamos cómo sucede esto. El capitalista le compra al obrero su fuerza de trabajo a cambio de un salario (fijado impersonalmente por el mercado; además, el capitalista no podría pagarle más, aunque quisiese hacerlo porque tal cosa conllevaría su ruina ya que no podría competir con las empresas rivales). El capitalista puede utilizar (valor de uso) esa fuerza de trabajo durante un tiempo determinado: el horario laboral que ha sido pactado (libremente) por el empresario y el obrero y queda recogido en un documento jurídico, el contrato de trabajo. Usando la fuerza de trabajo del obrero, el capitalista convierte ésta en “trabajo”. Pues bien, como el trabajo crea Valor, se produce la paradoja de que el obrero (que pasa jornadas extenuantes e interminables en la fábrica) termina creando un Valor mayor que el que se le paga por su fuerza de trabajo. Pues bien, a este excedente de Valor que crea el obrero cuando trabaja se llama plusvalor (plusvalor=Valor excedente).



Para entender mejor la teoría del plusvalor de Marx, pongamos un ejemplo práctico. Imaginemos a un obrero de la construcción cuya jornada laboral es de 12 horas. En las primeras 6 horas crea un Valor equivalente a su salario (al Valor de su fuerza de trabajo). Pero en virtud de su contrato laboral, tiene que seguir trabajando 6 hora más, un tiempo en el que sigue creando Valor, pero por el cual no recibe retribución alguna: es un tiempo de trabajo no pagado, y es este tiempo de trabajo el que crea el plusvalor, la ganancia del capitalista. Si el trabajador trabajase sólo 6 horas el intercambio con el empresario sería equivalente y no habría explotación. Pero al trabajar 12 horas el intercambio no es equivalente y es, por lo tanto, abusivo (la particularidad del capitalismo es que el mecanismo del mercado, el contrato de trabajo, oculta esta explotación haciéndola aparecer como un intercambio equitativo entre empresario y obrero cuando tal cosa es falsa; la finalidad del marxismo es desenmascarar esas relaciones supuestamente libres y equitativas y mostrar cómo son resultado de la coacción y de la explotación: el contrato de trabajo capitalista es un fraude).



D)      LA REVOLUCIÓN PROLETARIA Y EL COMUNISMO

-          La idea de revolución es una constante en el pensamiento de Marx:

o   En su juventud, la revolución se fundaba en postulados filosóficos y humanísticos.

o   En su periodo de madurez, la revolución se deriva de presupuestos “científicos”: la ciencia de la historia (el materialismo histórico) y el estudio económico del modo de producción capitalista son el fundamento teórico de la necesidad de la revolución.

-          Pero, ¿quién va a protagonizar el alzamiento revolucionario? En terminología marxista, ¿quién va a ser el “sujeto revolucionario”?

o   En su juventud (“Manifiesto comunista”), la revolución tiene un matiz voluntarista y subjetivo: es el producto de la acción consciente del proletariado industrial, convertida en clase universal (pues los intereses emancipatorios del proletariado lo son también de la humanidad entera).

o   En su fase de madurez (“El Capital”), su concepción de la revolución quiere ser un corolario más de su estudio económico del capitalismo: la revolución tendrá un cariz determinista y objetivista pues es el resultado ineluctable de las contradicciones de la economía capitalista. Veamos como: la propia lógica del desarrollo del capitalismo será la que produzca las condiciones para su superación:



1º el capitalista tiene que vender sus mercancías en el mercado y para lograrlo se ve obligado a competir.



2º para competir en condiciones ventajosas necesita desarrollar la producción: con una mayor inversión en tecnología y una mejor organización del trabajo.



3º El desarrollo de la producción produce los siguientes efectos:

a)       por un lado, la concentración del capital en cada vez menos manos (los pequeños empresarios incapaces de competir terminarán arruinándose y pasando a ingresar en las filas del proletariado)

b)      por otro lado, una sociedad cada vez más organizada y centralizada.



4º Llegará un momento en que esa sociedad ya perfectamente organizada podrá prescindir de la minoría dueña del capital con una simple revolución (pasando esa organización impuesta por las necesidades competitivas del capitalismo a convertirse en la “autoorganización” que la sociedad hace de sí misma). Esta última revolución será la batalla definitiva de la lucha de clases ya que al ser ahora la mayoría de la población la que toma el poder en sus manos no habrá lugar para otra nueva división entre poseedores y desposeídos.

-          La revolución supone un cambio total en la estructura económica, política e ideológica. El Comunismo es un nuevo modo de producción que conlleva:

o   La abolición de la propiedad privada de los medios de producción

o   La socialización o apropiación de los mismos por parte de los trabajadores (colectivización de las fábricas, tierras, etc.)

o   Abolición del trabajo asalariado

o   Supresión de las clases, sus antagonismos y sus relaciones de dominación

o   Instauración de nuevas relaciones de producción basadas en la cooperación mutua, la solidaridad y el libre desenvolvimiento de todas las personas (y no en la explotación, la competencia insolidaria y la alienación del trabajador).



La revolución se producirá en primer lugar en los países capitalistas más avanzados y “maduros” (Gran Bretaña, Francia, Alemania, USA) porque en ellos aflorarán con más intensidad las contradicciones económicas. Pero al final no ocurrió lo que predijo sino más bien lo contrario.



¿Cómo se producirá el tránsito del capitalismo al comunismo? En dos fases:



1º FASE (FASE SOCIALISTA): es una etapa de transición a la que Marx denominó “dictadura revolucionaria del proletariado” (después de tomar el poder, el proletariado lleva a cabo una lucha incesante para destruir las estructuras y los vestigios de la vieja y obsoleta sociedad burguesa.



2º FASE (FASE COMUNISTA): descrita en la “Crítica al programa de Gotha” en los siguientes términos.

  • El trabajo dejará de ser un medio de vida y se convertirá en una necesidad vital.
  • Los individuos podrán desenvolverse en todos sus aspectos
  • Crecerán las fuerzas productivas y “correrán a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva”
  • Se impondrá un nuevo modelo de justicia distributiva conforme al principio: “de cada uno según su capacidad; a cada uno según su necesidad” (y no, “a cada uno según su trabajo y mérito”).

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