KARL MARX Y EL
MARXISMO
¿Qué es el marxismo?
1º Uno de los grandes “paradigmas” del pensamiento
contemporáneo (es decir, uno de los grandes marcos teórico a partir del cual es
comprendida la realidad, la realidad socio-histórica; el otro es la sociología, la ciencia sociológica estricta con sus
diferentes escuelas).
2º Una de las grandes “corrientes emancipadoras” del mundo
moderno (hasta la era moderna, la
salvación/liberación del mal era cosa de la religión; tras la secularización
llevada a cabo por la Ilustración, la salvación se convierte en la búsqueda de
la emancipación por el género humano).
El elemento que distingue a la
“filosofía” marxista de otras grandes corrientes filosóficas del mundo moderno
(como el cartesianismo, empirismo, kantismo, hegelianismo, etc.) es que en ella
se articulan de un modo peculiar dos planos, al fin y al cabo, las dos
dimensiones principales de la vida humana: la comprensión teórica de mundo (la teoría) y la acción transformadora de
la realidad (la praxis). Tal como el
mismo Marx proclamo en su famosa Tesis XI sobre Feuerbach: “Los filósofos hasta
hoy sólo se han dedicado a comprender el mundo. De lo que se trata es de
transformarlo”. Es decir, la tarea de la nueva filosofía debe ser primero
alcanzar una comprensión científica de la realidad socio-histórica (teoría)
para después (gracias a dicha comprensión) elaborar un adecuado programa
político revolucionario de transformación de la sociedad conducente a lograr la
definitiva emancipación de la humanidad (Engels ante la tumba de Marx afirmó
que éste fue ante todo un revolucionario, más que un filósofo, y que la misión
de su vida fue la lucha por la emancipación del proletariado).
El marxismo (que como acabamos de
explicar es simultáneamente teoría y praxis) produjo en el siglo XIX y XX un
gigantesco impacto ideológico y político. Gran parte de su atractivo se debe a
que logró unir los dos grandes mitos decimonónicos: la Ciencia y la Revolución,
convirtiendo la primera en el fundamento de la segunda (el marxismo no es ni
una pura teoría científica ni un puro programa político sino las dos cosas
coimplicadas). Marx creía que con ello el socialismo pasaba de ser sólo un
deseo utópico (socialismo utópico) a una necesidad histórica (socialismo
científico).
Marx murió en 1883 pero su obra tuvo su
continuación en el siglo XX en Lenin. Para Lenin, la teoría marxista es “una guía para la acción” (la teoría de
la revolución que necesita un movimiento revolucionario como es el
bolchevique). Lenin realizó la teoría marxista y el leninismo fue por ello el
marxismo del siglo XX. Pero la ideología marxista-leninista desembocó en el
stalinismo. Marx no es Stalin pero ambos son eslabones de una misma cadena: el
marxismo. El problema no es sólo preguntarse hasta que punto “degeneró” el
marxismo bajo Stalin sino llegar a entender que ambigüedades y que tensiones
conflictivas había en las premisas teóricas del pensamiento de Marx para que de
ellas se pudiese extraer como conclusión la necesidad de instaurar el Estado
totalitario, es decir, llegar a entender “el
extraño destino de una idea que empezó siendo un humanismo prometeico
(liberador) y que culminó en la monstruosa tiranía stalinista” (Kolakowski).
Contexto histórico-filosófico
Las fuentes teóricas del marxismo son tres:
1º La filosofía de Hegel y Feuerbach: Marx somete sus filosofías a una dura crítica
2º La economía-política inglesa (Adam Smith, David Ricardo,
Robert Malthus): para Marx estas doctrinas económicas no son ciencia sino la ideología
del capitalismo.
3º El socialismo francés e inglés (Owen, Saint-Simon,
Fourier, Proudhon): para Marx, este socialismo es “utópico” porque es 1º
reformista y no revolucionario y 2º se basa en consideraciones morales y no en
la comprensión científica de la historia y la sociedad.
En el momento en el que vivió Marx (entre 1830 y 1870), a
la par que se extendía y avanzaba la revolución industrial, se establecía una
nueva forma de organización económica: el capitalismo industrial de libre
competencia (o “capitalismo salvaje”, el capitalismo no regulado más que por el
mercado).
¿Qué consecuencias tiene el ascenso del capitalismo?
1º Cambia la estructura social:
a)
la antigua nobleza latifundista
(más la burocracia estatal) va a compartir el poder económico (y el político)
con la burguesía industrial, la clase
dominante y dirigente de la nueva sociedad capitalista.
b)
Fruto del desenvolvimiento
industrial, surge una nueva clase social: la clase trabajadora (una masa de
asalariados que se concentran en los suburbios de las grandes ciudades)
2º La nueva clase social, la clase de trabajadores fabriles
o proletariado, soporta una situación de explotación y proletarización. Los
obreros:
a)
Sufren condiciones laborales
inhumanas (de las que no se libran ni las mujeres ni los niños): extenuantes
jornadas de trabajo, accidentes laborales, insalubridad de las fábricas, etc.
b)
Contemplan impotentes como el
nuevo sistema produce grandes riquezas y beneficios para los dueños de las
fábricas (los dueños de los medios de producción o capitalistas) y miseria material
y espiritual para los trabajadores.
3º La nueva clase proletaria explotada se irá organizando
poco a poco en defensa de sus intereses. Hace así su aparición el movimiento
obrero que tendrá un gran protagonismo a lo largo del siglo.
4º Al movimiento obrero se unirán (para apoyarlo e incluso
dirigirlo) intelectuales radicales. Desafiando a los “ideólogos” del
nuevo mundo burgués (que hacen del capitalismo el sistema económico definitivo
por más racional, eficiente y acorde con la naturaleza egoísta humana), este
grupo de intelectuales radicales inician una crítica del sistema capitalista y
elaboran un cuerpo doctrinal coherente que recoge las demandas del movimiento
obrero. Estos intelectuales, a los que se denominará “socialistas” (la palabra
“socialismo” fue empleada por primera vez en 1832 por un discípulo de
Saint-Simon llamado Pierre Leroux), tratan de demostrar que el capitalismo
puede y debe ser substituido por un nuevo modo de producción más justo y
humano.
¿Y Marx y Engels? Marx y Engels fueron dos intelectuales
burgueses comprometidos en la defensa de la clase obrera. Elaboraron una nueva
forma de socialismo (teórico y práctico a la vez), el “socialismo científico”,
que creía ser la respuesta definitiva al gran problema social desencadenado por
la revolución industrial. Su vida y su obra está unida a las luchas y fracasos
del movimiento obrero: a la revolución de 1848 que fue una derrota de la clase
obrera, a la Comuna de París de 1871 que supuso la creación del primer gobierno
obrero insurreccional, a la creación de la 1º Internacional, a la creación de
los primeros partidos socialistas alemanes, etc.
Vida y obra de Karl Marx
Karl Marx nació en Trier (Tréveris, en español) en 1818.
Era hijo de un abogado judío que se había convertido al protestantismo. Estudió
derecho en Berlín donde entró en contacto con el Círculo de los Jóvenes
hegelianos. Tras terminar sus estudios universitarios, comenzó a trabajar como
periodista en Colonia. Por el contenido político radical de sus artículos se
vio obligado a exiliarse a París en 1843 (a la edad de 25 años) donde entro en
contacto con otros exiliados alemanes. Allí conoce a Friedrich Engels, quien
será su compañero, amigo y colaborador el resto de su vida. En París escribe
sus dos principales obras de juventud (no fueron publicadas hasta el siglo XX):
los “Manuscritos de economía y política” (o “Manuscritos de París”; en ella
reflexiona sobre la alienación delos obreros fabriles) y “La ideología alemana”
(en colaboración con Engels; donde somete a crítica a la izquierda hegeliana y
pone las bases de su principal doctrina filosófica: el materialismo-histórico,
a la par que introduce la noción de “ideología”). Por presión de la policía
prusiana, Marx tuvo que marcharse a Bruselas. Es allí donde, tras integrarse en
la Liga de los Justos o Liga comunista escribió con Engels el “Manifiesto
comunista”, una obra maestra de la propaganda política. En 1848, con el
comienzo dela revolución, vuelve a París e inmediatamente después se traslada
de nuevo a Colonia donde, desde las páginas de un periódico, alienta a los
trabajadores y a la burguesía alemana a hacer la revolución democrática y
liberal. Fracasada la revolución del 48, huye a Londres donde vivirá el resto
de sus días hasta su muerte acaecida 34 años después en 1883. Los años que pasó
allí, viviendo prácticamente en la miseria, los dedicó a la investigación, el
estudio y la reflexión, fruto de todo lo cual es su más importante obra: “El
Capital” (publicada su primera parte en 1867 y su segunda y tercera por Engels tras
su fallecimiento). Su actividad política en ese periodo consistió en ayudar en
la fundación y la a organización de la 1º Internacional (la Organización
Internacional de los Trabajadores).
La filosofía del joven Marx: antropología y humanismo
El joven Marx (el Marx prelondinense, anterior a 1850; al
Marx londinense se le denomina Marx maduro o Marx II) comenzó su crítica de la
nueva sociedad capitalista industrial desde la perspectiva de la filosofía:
desde una antropología (una concepción del ser humano) originalísima que bebe
en las fuentes de la dialéctica hegeliana y del humanismo materialista ateo
feuerbachiano.
Su concepción del ser humano se desenvuelve, siguiendo el
esquema triádico de la dialéctica de Hegel, en tres momentos:
1º Teoría de la esencia del ser humano (Tesis: unidad o
afirmación)
2º Teoría de la alienación del ser humano (Antítesis:
escisión o negación)
3º Teoría del hombre nuevo (Síntesis: reconciliación o
negación de la negación)
1º MOMENTO: LA ESENCIA HUMANA
¿Qué es el ser humano? En sí mismo no es nada (es una pura
abstracción) ya que sólo podemos entender qué es el hombre si lo ponemos en
relación con Dios, con la naturaleza, con la sociedad, con la historia.
A)
CON DIOS: el hombre no es una
creación de Dios (cristianismo), o un predicado del Espíritu (Hegel), sino el
único y verdadero ser supremo para sí mismo. ¿Por qué? Porque es consciente de
que él es el único sujeto activo que hay en la realidad.
En
conclusión: el ser humano es raíz y fundamento de sí mismo.
B)
CON LA NATURALEZA: siguiendo la
antropología materialista de Feuerbach, Marx considera al ser humano un ser
natural (una especie animal más de la naturaleza) y no un ser espiritual como
mantenía Hegel.
Para
Marx, entre el hombre y la naturaleza existe una peculiar unidad íntima: el
hombre forma parte de la naturaleza y necesita de la naturaleza para satisfacer
sus necesidades vitales (de ahí que la naturaleza pueda ser concebida como el
“cuerpo inorgánico” del hombre). En conclusión: para el hombre (el sujeto), la
naturaleza (el objeto) es una extensión de su ser, aquel lugar donde encontrará
los medios con los cuales podrá satisfacer sus necesidades.
Ahora
bien, el hombre mantiene con el entorno natural una relación activa (no
pasiva como el resto de animales). ¿Por qué? Porque el hombre trabaja,
produciendo sus propios medios de vida y no tomándolos simplemente del entorno
como hacen las otras especies (ésta es la naturaleza que le interesa a Marx, la
naturaleza transformada por el hombre y, por lo tanto, humanizada).
El trabajo
es la actividad esencial del ser humano:
1º El ser
humano se distingue de los animales no por la conciencia, ni por la religión
(actividades contemplativas), sino por el trabajo (por la actividad productiva:
la “praxis material”).
2º Por
medio del trabajo el hombre exterioriza y objetiva (desenvuelve y
realiza) sus capacidades humanas específicas, manifestando de este modo su “ser
genérico”. ¿Y cuáles son las diferencias específicas de la producción humana
respecto a la producción animal (ya que también los animales producen:
construyen nidos, panales, etc.)?
-
Los animales producen de un modo
unilateral, limitado a lo que necesitan para sobrevivir, de forma inconsciente
y bajo la presión de la necesidad física.
-
Los seres humanos producen de
forma universal, ilimitada, consciente, creativa y libre (libre de la necesidad
física)
Al
considerar el trabajo, la producción material de bienes, como la actividad
esencial del hombre, Marx rompió con la antropología occidental que desde los
griegos mantenía que la actividad más propia del hombre es la intelectual y
espiritual, y no la material.
En
conclusión: el ser humano es un ser natural y activo
C)
CON LA SOCIEDAD: por medio del
trabajo, el hombre no sólo entra en relación con la naturaleza sino con otros
hombres con los que constituye una sociedad (concebir al individuo aislado, al
margen de la sociedad como hacían los contractualistas es una abstracción). El
hombre produce siempre con otros hombres y para otros hombres. La producción
material implica necesariamente el establecimiento de relaciones sociales. Marx
llegará a afirmar que la esencia humana no es otra cosa que “el conjunto de sus
relaciones sociales”.
En
conclusión: el ser humano es un ser social y comunitario
D)
CON LA HISTORIA: el ser humano
al producir por medio del trabajo los objetos que necesita para vivir se
autoproduce a sí mismo (una producción que se lleva a cabo en la historia: la
historia es el proceso en virtud del cual la especie humana se ha ido
autocreando a sí misma). Marx siempre
admiró de Hegel que éste fuese el primero en concebir que el hombre (el sujeto)
es el resultado de su propia actividad (autogeneración). ¿Cómo es esto posible?
El principio motor (o generador) de esa autogénesis es la dialéctica de la
negatividad (el Espíritu se va objetivando y cancelando todas las
objetivaciones parciales hasta lograr su plena realización como sujeto cuando
logra 1º lograr la autoconciencia y 2º por medio del derecho y el Estado, crear
una comunidad universal de hombres libres). Para Marx, el error de Hegel es que
el único trabajo que reconoce es la actividad espiritual (que producen: el
derecho y el Estado, y las formas del saber absoluto: el arte, la religión y la
filosofía)
En
conclusión: el ser humano es un ser histórico, un ser que se hace a sí mismo en
la historia (para Marx, la noción de una esencia humana inmutable ahistórica es
una abstracción ya que la esencia humana se realiza y objetiva en las
relaciones de intercambio con la naturaleza y con la sociedad que el individuo
desenvuelve; dichas relaciones están continuamente cambiando y conjuntamente va
cambiando también el hombre).
2º MOMENTO: LA ALIENACIÓN DEL SER HUMANO
Marx hereda el concepto de alienación de Hegel y Feuerbach
(“alienación” viene del latín “alienus”
que significa ajeno; y de ahí que también pueda utilizarse como sinónimo el
término “enajenación”).
¿En qué consiste el fenómeno de la alienación?
1º En que los productos de la actividad humana (sean
materiales o espirituales) se conviertan en fuerzas superiores e independientes
que dominan a su creador. Así, el sujeto, el individuo humano libre y creador,
pasa a ser dominado por los objetos creados por él. Alienación implica
esclavización: perdida de libertad y autonomía (el ser humano crea sus propias
cadenas).
2º En que el individuo se separe y escinda de su propia
naturaleza o esencia humana. Su actividad y existencia no se ajustan a su
“forma de ser” y a sus capacidades naturales esenciales. Alienación implica
deshumanización: perdida de humanidad e imposibilidad de autorrealización (el
ser humano experimenta el extrañamiento de vivir una vida que le es ajena y en
la que no se reconoce).
3º Marx, utilizando un instrumento metodológico de
Feuerbach, describirá y explicará la alienación como un proceso de inversión
del sujeto y el predicado (Feuerbach
decía que Hegel había hecho una inversión de sujeto y predicado, y que a dicha
inversión había que darle la vuelta lográndose que el Idealismo de Hegel se
convierta en materialismo: para Hegel el
Espíritu era lo primario en cuanto Sujeto siendo la Naturaleza secundaria por
ser un mero predicado del Espíritu; para Feuerbach, lo primario y sujeto es la
Naturaleza, siendo el Espíritu un predicado secundario).
Para el joven Marx, el individuo se aliena en tres ámbitos:
-
La alienación religiosa (en
discusión con la concepción de Feuerbach)
-
La alienación socio-política (en
discusión con la filosofía del Estado de Hegel)
-
La alienación económica (supone la
primera crítica de la economía y de la sociedad capitalista)
La alienación fundamental es la económica porque es la
causa y fuente de todas las demás.
A)
La alienación económica: el obrero
en la sociedad capitalista se aliena cuando trabaja. El trabajo del obrero hace
que éste esté alienado:
-
Respecto del producto de su
trabajo: los bienes que produce se convierten en algo “ajeno” que no le
pertenecen. ¿Por qué? Porque de ellos se apropia el capitalista, el dueño de la
fábrica a quien ha vendido a cambio de un salario su fuerza de trabajo.
-
Respecto de su propio trabajo (de
su propia acción productiva): el trabajo no le sirve para autoafirmar su
humanidad, sino que le niega como persona ya que es un trabajo no libre sino
forzado (el trabajador es compelido a
trabajar por la necesidad económica, por las estrecheces económicas que sufre,
no porque para él trabajar sea una necesidad vital). Por eso, el trabajo
que lleva a cabo le resulta algo “ajeno”.
-
Respecto a su “ser genérico”: el
trabajo del obrero ya no es un trabajo humano, una actividad productiva
universal, libre y consciente (su ser genérico) sino que por su carácter
embrutecedor y penoso se asemeja más a la actividad productiva de un animal.
-
Respecto a los otros hombres: como
efecto de la alienación del trabajo, en la sociedad burguesa también quedan
alienadas las relaciones humanas: cada hombre se convierte en alguien “ajeno”,
un extraño y enemigo para los demás. Su manifestación más directa se produce en
las relaciones de antagonismo dentro y entre las clases de capitalistas y
obreros:
. los
miembros de cada clase se perciben los unos a los otros como competidores y
enemigos.
. los
capitalistas consideran a los trabajadores como meras mercancías.
B)
La alienación socio-política: en
la sociedad burguesa, el individuo está alienado porque se escinde en una doble
vida:
-
por un lado, es una persona
privada dominada por sus intereses egoístas que desenvuelve su vida en el
ámbito del mundo económico (es miembro de la “sociedad civil”).
-
por otro lado, es un ciudadano,
una persona pública miembro de un Estado.
Pues
bien, el Estado se convierte en una comunidad en la que parecería que se logran
conciliar los intereses antagónicos de los individuos privados. Pero tal cosa
es una ilusión. El Estado burgués es una comunidad ilusoria “ajena” a los
trabajadores (como Dios en la religión, el Estado se termina convirtiendo en
una potencia autónoma y enemiga de los trabajadores).
C)
La alienación religiosa: Marx
sigue a Feuerbach y defiende que Dios es una creación del ser humano. Pero Marx
va más allá de Feuerbach afirmando que la alienación religiosa es un fenómeno
derivado de la alienación económica. Las creencias religiosas son una secuela
de la miseria real que padece la clase trabajadora. Para Marx, “la religión es
el opio del pueblo”, un narcótico que permite mantener adormecidos a los
trabajadores para que no tomen conciencia de la causa real de la miseria que
sufren (no el castigo de Dios que será compensado en el cielo a aquellos que no
se subleven contra la verdadera causa de la situación que padecen): la
explotación de los trabajadores.
La categoría de alienación es una categoría filosófica y es
central en el joven Marx para analizar todos los fenómenos. El Marx maduro sustituirá
esta categoría por la de “fetichismo” y “reificación” que no son categorías
filosóficas sino socio-económicas:
-
El fetichismo denota el dominio de
las cosas sobre el hombre (las mercancías, el dinero, el capital son fetiches
que esclavizan al hombre).
-
La reificación denota que en la
sociedad burguesa la relación entre los hombres reviste la falsa apariencia de
relaciones entre cosas.
3º MOMENTO: EL HOMBRE NUEVO
Como tercer momento dialéctico, la teoría del hombre nuevo
supone:
-
La superación de todas las
alienaciones.
-
La recuperación de la verdadera
esencia humana.
-
La reconciliación del hombre
consigo mismo, con la naturaleza y con los demás hombres.
¿Cómo se logrará esto? Cuando se cree, tras la abolición de
la propiedad privada de los medios de producción (es decir, tras la abolición
del capitalismo) una nueva sociedad, la sociedad comunista.
El humanismo prometeico de Marx tiene como meta
escatológica (como fin y destino último de la historia de la humanidad) esta
sociedad del futuro, la sociedad comunista, donde el hombre podrá realizar
finalmente todas las posibilidades latentes en su propia esencia.
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