KANT, texto 5 Fundamentación de la metafísica de
las costumbres I
Ni en el mundo, ni, en general, tampoco fuera
del mundo, es posible pensar nada que pueda considerarse como bueno sin
restricción, a no ser tan sólo una buena voluntad. (…) La buena voluntad no es
buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar
algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es
buena en sí misma. Considerada por sí misma, es, sin comparación, muchísimo más
valiosa que todo lo que por medio de ella pudiéramos verificar en provecho o
gracia de alguna inclinación y, si se quiere, de la suma de todas las
inclinaciones. (…) Para desenvolver el concepto de una voluntad digna de ser
estimada por sí misma, de una voluntad buena sin ningún propósito ulterior, tal
como ya se encuentra en el sano entendimiento natural, sin que necesite ser
enseñado, sino más bien explicado, (…) vamos a considerar el concepto del deber
(…) El deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley. (…) Así, pues,
el valor moral de la acción no reside en el efecto que de ella se espera, ni
tampoco, por consiguiente, en ningún principio de la acción que necesite tomar
su fundamento determinante en ese efecto esperado. Pues todos esos efectos —el
agrado del estado propio, o incluso el fomento de la felicidad ajena— pudieron
realizarse por medio de otras causas, y no hacía falta para ello la voluntad de
un ser racional, que es lo único en donde puede, sin embargo, encontrarse el
bien supremo y absoluto. Por lo tanto, no otra cosa, sino sólo la
representación de la ley en sí misma —la cual desde luego no se encuentra más
que en el ser racional—, en cuanto que ella y no el efecto esperado es el
fundamento determinante de la voluntad, puede constituir ese bien tan excelente
que llamamos bien moral, el cual está presente ya en la persona misma que obra
según esa ley, y que no es lícito esperar de ningún efecto de la acción. Pero
¿cuál puede ser esa ley cuya representación, aun sin referirnos al efecto que
se espera de ella, tiene que determinar la voluntad, para que ésta pueda
llamarse buena en absoluto y sin restricción alguna? Como he sustraído la
voluntad a todos los afanes que pudieran apartarla del cumplimiento de una ley,
no queda nada más que la universal legalidad de las acciones en general —que
debe ser el único principio de la voluntad—; es decir, yo no debo obrar nunca
más que de modo que pueda querer que mi máxima deba convertirse en ley
universal. Aquí es la mera legalidad en general —sin poner por fundamento
ninguna ley determinada a ciertas acciones— la que sirve de principio a la
voluntad, y tiene que servirle de principio si el deber no ha de ser por
doquiera una vana ilusión y un concepto quimérico; y con todo esto concuerda
perfectamente la razón vulgar de los hombres en sus juicios prácticos, y el
principio citado no se aparta nunca de sus ojos.
KANT; Fundamentación de la
metafísica de las costumbres, trad. de M. García Morente, México, Porrúa, 1977,
Cap. I (Tránsito del conocimiento vulgar de la razón al conocimiento
filosófico), pp. 21-27
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de la “Fundamentación de la metafísica de las
costumbres”. Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática
del texto en el pensamiento del autor. La obra de Kant se divide en tres
periodos: precrítico, crítico y postcrítico. La obra que aquí nos ocupa
pertenece a su periodo crítico y es la más importante de todas las que escribió
en el ámbito de la reflexión moral. En ella, Kant expuso los principios
fundamentales de la moralidad desde la perspectiva de su original y novedosa
concepción formalista de la ética.
1º Lo único que hay en el mundo que puede ser
considerado bueno en sí mismo (“digno de la más alta estimación”), de un modo absoluto e incondicionado, es la voluntad propia de un ser racional, esto
es, una buena voluntad.
2º ¿Qué es lo que hace buena a la voluntad? Una
voluntad es buena por su modo de querer (querer algo por deber, por respeto a
la ley moral que me dicta mi condición de ser racional), no por la acción en el mundo
que la voluntad realiza y despliega, ni por la utilidad de las consecuencias de
dicha acción desencadena, ni por que satisfaga estos o aquellos deseos, incluso
la totalidad de deseos que siente el individuo y en cuya satisfacción se puede
cifrar su felicidad.
3º El deber moral, la forma de querer propia de una buena voluntad, es definido literalmente por
Kant como “la necesidad de una acción por respeto a la ley”
.
4º El valor moral de una acción reside
exclusivamente en que ésta se realice por deber, es decir, que sea una acción decidida y
ejecutada por una buena voluntad, por una voluntad racional.
5º Una voluntad se torna en una buena voluntad
cuando es determinada exclusivamente por la representación de la ley moral.
6º ¿Qué es la ley moral? Un principio formal (una
ley general) que no me dice cómo tengo que comportarme en concreto aquí y ahora
(lo cual la convertiría en una ley particular, por ejemplo, “no matarás”) sino
que sólo me exige que las máximas morales que dirigen de facto mi comportamiento sean
universalizables (es
decir, la ley moral sólo me reclama que mis máximas morales subjetivas puedan
tornarse en principios morales intersubjetivos, dignos de la consideración y
del placet de cualquier ser racional).
Pasemos seguidamente a
aclarar algunos de los términos más relevantes que aparecen en el texto.
-
Buena voluntad – Kant califica como bueno sólo a aquel ser humano que actúa movido
por el respeto a lo que le dicta su conciencia (la ley moral).
-
deber –el acto que llevamos a cabo porque es nuestra obligación moral el
ejecutarlo ya que nos lo manda nuestra conciencia moral (la ley moral)
-
el bien supremo e
incondicionado – es el bien moral es ¿Qué es el bien moral? el
bien moral es la determinación de mi voluntad por la ley moral, es decir, una
buena voluntad, una voluntad racional.
-
ley- la ley moral
es la ley que rige la conducta de todo ser racional
-
máxima – cualquier norma con la que el individuo regula su comportamiento
propio
KANT, texto 6 Fundamentación de la metafísica de
las costumbres II
Pues bien, todos los imperativos mandan, ya
hipotética, ya categóricamente. Aquéllos representan la necesidad práctica de
una acción posible, como medio de conseguir otra cosa que se quiere (o que es
posible que se quiera). El imperativo categórico sería el que representase una
acción por sí misma, sin referencia a ningún otro fin, como objetivamente
necesaria. (…) Un imperativo que, sin poner como condición ningún propósito a
obtener por medio de cierta conducta, manda esa conducta inmediatamente. Tal imperativo
es categórico. No se refiere a la materia de la acción y a lo que de ésta ha de
suceder, sino a la forma y al principio de donde ella sucede, y lo
esencialmente bueno de la acción consiste en el ánimo que a ella se lleva, sea
el éxito el que fuere. Este imperativo puede llamarse el de la moralidad.
KANT; Fundamentación de la
metafísica de las costumbres, trad. de M. García Morente, México, Porrúa, 1977,
Cap. 2º (Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las
costumbres), pp. 35-36
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de la “Fundamentación de la metafísica de las
costumbres”. Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática
del texto en el pensamiento del autor. La obra de Kant se divide en tres
periodos: precrítico, crítico y postcrítico. La obra que aquí nos ocupa
pertenece a su periodo crítico y es la más importante de todas las que escribió
en el ámbito de la reflexión moral. En ella, Kant expuso los principios
fundamentales de la moralidad desde la perspectiva de su original y novedosa
concepción formalista de la ética.
1º Existen dos tipos de imperativos: los
imperativos hipotéticos y el imperativo categórico.
2º Los imperativos hipotéticos son aquellos en
los que se manda actuar de un determinado modo para alcanzar un fin buscado (se
considera que ese comportamiento es un medio adecuado y efectivo para la
consecución de una meta).
3º El imperativo categórico es aquel que
determina una acción como necesaria por sí misma sin tener que remitirla a
ningún fin y por tanto ordena dicha acción incondicionalmente.
4º El imperativo moral no concierne ni al
contenido de la acción (la “materia” de ésta) ni a sus consecuencias sino a la
“forma” de la acción (la “disposición del ánimo” de aquel que actúa por deber,
es decir, por respeto a la ley).
5º El imperativo categórico puede denominarse el
imperativo de la moralidad.
Pasemos
seguidamente a aclarar algunos de los términos más relevantes que aparecen en
el texto.
-
imperativos – una orden del tipo “Actúa de tal modo”
-
imperativo hipotético – aquel tipo de imperativo que da una orden pero sometida a una
condición; un imperativo del tipo “Si quieres Y (la condición), entonces debes
hacer X (la orden)
-
imperativo categórico –aquel que
expresa un mandato absoluto, sin condiciones; un imperativo del tipo “Debes
hacer X”
-
imperativo de la
moralidad – el imperativo que expresa la orden que dicta
la ley moral
KANT, texto 7 Crítica de la razón práctica
La
autonomía de la voluntad es el único principio de todas las leyes morales y de
los deberes conformes a ellas; toda heteronomía del albedrío, en cambio, no
sólo no funda obligación alguna, sino que más bien es contraria al principio de
la misma y de la moralidad de la voluntad. En la independencia de toda materia
de la ley (a saber, de un objeto deseado) y al mismo tiempo, sin embargo, en la
determinación del albedrío por medio de la mera forma legisladora universal, de
que una máxima tiene que ser capaz, consiste el principio único de la moralidad.
Aquella independencia, empero, es libertad en el sentido negativo; esta propia
legislación de la razón pura y, como tal, práctica es libertad en el sentido
positivo. Así, pues, la ley moral no expresa nada más que la autonomía de la
razón pura práctica, es decir, la libertad, y ésta es incluso la condición
formal de todas las máximas, bajo cuya condición solamente pueden éstas
coincidir con la ley práctica suprema.
KANT; Crítica de la razón
práctica, trad. de E. Miñana y M. García Morente, México, Porrúa, 197, Parte 1ª
(Teoría elemental de la razón pura práctica), Libro I (Analítica de la razón
pura práctica), Cap. I (De los principios de la razón pura práctica), § 8,
Teorema IV, p. 114
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de la “Crítica de la Razón Práctica”.
Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática del texto en el
pensamiento del autor. La obra de Kant se divide en tres periodos:
precrítico, crítico y postcrítico. La obra que aquí nos ocupa pertenece a su
periodo crítico y es, junto con la “Fundamentación
de la metafísica de las costumbres”,
la más importante de todas las que escribió en el ámbito de la reflexión
moral. En ella, Kant expuso los principios fundamentales de la moralidad desde
la perspectiva de su original y novedosa concepción formalista de la ética.
1º El único fundamento de la ley moral y de la
obligatoriedad moral es la autonomía de la voluntad.
2º La heteronomía del libre arbitrio no
fundamenta la obligatoriedad moral y es contraria a la moralidad de la
voluntad.
3º El principio de la moralidad consiste en:
a) la independencia de la ley de
todo fin o materia (de todo objeto del deseo humano subjetivo);
b) la determinación de la
voluntad por la mera forma de la ley universal.
4º La libertad en sentido negativo es la
independencia de la voluntad de todo deseo particular.
5º La libertad en sentido positivo es la
determinación de la voluntad por la mera ley moral.
6º La ley moral es la manifestación de la libertad
y de la autonomía de la voluntad (su capacidad de regirse por principios
formales universales).
7º Todas las máximas que rigen nuestra acción
deben acomodarse al principio formal de la universalidad de la ley moral. Sólo
bajo dicha condición, dichas máximas son moralmente legítimas.
Pasemos seguidamente a
aclarar algunos de los términos más relevantes que aparecen en el texto.
-
autonomía de la voluntad – mi voluntad es autónoma porque puede
determinarse a sí misma.
-
heteronomía del libre
arbitrio – la determinación de la voluntad a obrar por
factores exteriores a la voluntad: premios y castigos, promesas de felicidad,
-
libertad en sentido
negativo – la capacidad de mi voluntad de resistir a
cualquier clase de inclinación natural.
-
libertad en sentido
positivo – la capacidad de la voluntad de
autodeterminarse a través de la ley moral,
KANT, texto 8 Fundamentación de la metafísica de
las costumbres III
Pues todos
los seres racionales están sujetos a la ley de que cada uno de ellos debe
tratarse a sí mismo y tratar a todos los demás, nunca como simple medio, sino
siempre al mismo tiempo como fin en sí mismo. Mas de aquí nace un enlace
sistemático de los seres racionales por leyes objetivas comunes; esto es, un
reino que, como esas leyes se proponen referir esos seres unos a otros como
fines y medios, puede llamarse muy bien un reino de los fines (desde luego que
sólo un ideal). (…) En el reino de los fines todo tiene o un precio o una
dignidad. Aquello que tiene precio puede ser sustituido por algo equivalente;
en cambio, lo que se halla por encima de todo precio y, por tanto, no admite
nada equivalente, eso tiene una dignidad. Lo que se refiere a las inclinaciones
y necesidades del hombre tiene un precio comercial; lo que, sin suponer una
necesidad, se conforma a cierto gusto, es decir, a una satisfacción producida
por el simple juego, sin fin alguno, de nuestras facultades, tiene un precio de
afecto; pero aquello que constituye la condición para que algo sea fin en sí
mismo, eso no tiene meramente valor relativo o precio, sino un valor interno,
esto es, dignidad. La moralidad es la condición bajo la cual un ser racional
puede ser fin en sí mismo; porque sólo por ella es posible ser miembro
legislador en el reino de los fines. Así, pues, la moralidad y la humanidad, en
cuanto que ésta es capaz de moralidad, es lo único que posee dignidad.
KANT; Fundamentación de la
metafísica de las costumbres, trad. de M. García Morente, México, Porrúa, 1977,
Cap. 2 (Tránsito de la filosofía moral popular a la metafísica de las
costumbres), pp. 47-48
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de la “Fundamentación de la metafísica de las
costumbres”. Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática
del texto en el pensamiento del autor. La obra de Kant se divide en tres
periodos: precrítico, crítico y postcrítico. La obra que aquí nos ocupa
pertenece a su periodo crítico y es la más importante de todas las que escribió
en el ámbito de la reflexión moral. En ella, Kant expuso los principios
fundamentales de la moralidad desde la perspectiva de su original y novedosa
concepción formalista de la ética.
1º Todos los seres racionales deben comportarse
según la ley que manda tratar a todo ser racional como un fin en sí mismo (como
una persona) y no como un mero medio (como una cosa).
2º La sociedad que constituirían esos seres
racionales unidos por el vínculo de
leyes que regulan su relación como medios y como fines puede ser denominado el “reino de los fines”.
3º En el reino de los fines tiene precio todo
aquello que es sustituible por algo equivalente (todo bien que satisface una necesidad particular
tiene un valor relativo). Por el
contrario, tiene dignidad aquello que tiene un valor intrínseco pues es la condición para que
algo se constituya en un fin en sí mismo.
4º Un ser racional se constituye como un fin en
sí mismo cuando actúa moralmente (la moralidad le dignifica) convirtiéndose en
un miembro legislador en el reino de los fines.
5º Lo único digno en el mundo es la moralidad y
la humanidad en cuanto capaz de actuar moralmente.
Pasemos seguidamente a
aclarar algunos de los términos más relevantes que aparecen en el texto.
-
reino de los fines – hace referencia a aquella comunidad humana en la que todos sus miembros son considerados
como personas
-
precio – tiene precio aquello cuyo valor sólo puede ser económico por ser
algo meramente intercambiable e instrumental
-
dignidad – valor absoluto e incondicionado, es decir, el valor no económico
sino moral
-
miembro legislador en el
reino de los fines – todo ser humano debe
actuar conforme a reglas morales que el mismo promulgaría si fuese diputado
(legislador) en el parlamento de la humanidad.
TEMA
7: LA LEY MORAL EN KANT
Pasemos
seguidamente a desarrollar pormenorizadamente el tema “La ley moral en Kant”.
En
la “Fundamentación de la metafísica de las costumbres” y en la “Crítica de la
razón práctica”, Kant desenvuelve su original concepción de la ética
(probablemente la parte de su pensamiento que tiene hoy en día más vigencia; el
jurista francés Pierre Cassin se inspiró en ella cuando redactó la “Declaración
Universal de los Derechos Humanos).
¿Por
qué? Fue el primer filósofo que defendió (y que logró elaborar una doctrina
ética mejor fundamentada al respecto) que toda la ética pivota sobre un gran
valor: el reconocimiento de la igual dignidad de todos los seres humanos sin
excepción, esto es, la afirmación categórica de que todo ser humano es, desde
una perspectiva moral, una persona.
¿Qué es una persona según Kant?
1º
Un ser capaz de autodesarrollo o autónomo (y por lo tanto alguien que puede
dirigir su propia vida haciendo uso de su propia razón sin necesidad de ser
tutelado por el Estado o por las iglesias) y
2º
dotado de una valor absoluto, de dignidad (al tener el ser humano dignidad y no
precio, no debe ser nunca instrumentalizado, convertido en medio, ya que es un
fin en-sí mismo).
Expliquemos más
detalladamente, paso a paso, la ética kantiana.
1. EL SER Y EL DEBER SER: Según Kant, la razón humana tiene dos usos, el
uso teórico y el uso práctico. Por el uso teórico, la razón nos sirve para
conocer
El uso práctico, por el contrario sirve para dirigir la conducta. Este uso práctico de la razón se vincula no a cómo las cosas son, sino a cómo las cosas deberían ser.
En conclusión, la realidad tiene dos planos: el ámbito del ser (del conocer, de la ciencia) y el ámbito del debe ser (de la ética).
El uso práctico, por el contrario sirve para dirigir la conducta. Este uso práctico de la razón se vincula no a cómo las cosas son, sino a cómo las cosas deberían ser.
En conclusión, la realidad tiene dos planos: el ámbito del ser (del conocer, de la ciencia) y el ámbito del debe ser (de la ética).
2. LA ÉTICA: El deber ser no puede expresarse en juicios, sino que lo
hace mediante imperativos. ¿Qué es un imperativo? Un mandato, una orden, que
establece que hay que ejecutar una acción “X debe hacer Y”.
3. EL IMPERATIVO MORAL: No todo imperativo, todo mandado, es moral.
¿Por qué? Existen dos tipos de imperativos: categóricos e hipotéticos.
El imperativo hipotético no es moral, el categórico sí lo es. ¿Qué es un
imperativo hipotético? Aquellos que ordenan algo como medio para conseguir un
fin. Por ejemplo:
¿Por qué el imperativo hipotético no es un imperativo moral?
¿Por qué el imperativo hipotético no es un imperativo moral?
1. Porque es condicionado:. ¿Condicionado a qué? A la consecución de un fin.
2. Porque es contingente (ni
universal, ni necesario). ¿Por qué? Porque se fundamenta en la experiencia.
3. Porque un imperativo hipotético no es una norma moral sino una regla
de habilidad, una simple instrucción que nos indica cómo debemos actuar para
conseguir determinadas metas.
4. EL IMPERATIVO CATEGÓRICO
¿Qué es el imperativo categórico? Aquel que ordenada algo como un fin
absoluto, es decir, sin condiciones.
¿Por qué el imperativo categórico puede ser el imperativo moral?
1. Porque su validez es absoluta: no está condicionada a su utilidad
para conseguir sus fines
2. Es un tipo de imperativo cuya validez es universal y necesaria ¿Por
qué?
a. Como vimos antes, su validez no depende de un fin (es incondicionada).
b. No se fundamente en nada a posteriori, en ninguna experiencia contingente, sino en algo a priori, en la misma razón práctica: los imperativos categóricos son una orden de la razón práctica.
5. EL DEBER Y LA BUENA VOLUNTAD
b. No se fundamente en nada a posteriori, en ninguna experiencia contingente, sino en algo a priori, en la misma razón práctica: los imperativos categóricos son una orden de la razón práctica.
5. EL DEBER Y LA BUENA VOLUNTAD
¿Cuál es el problema de los imperativos categóricos?
El imperativo moral (el categórico) es condición necesaria pero no suficiente de la acción moral, es decir, obrar con forma de imperativo moral no basta para que la acción sea moral.
¿Por qué? Porque hay que tomar en consideración el factor subjetivo de la acción moral (el factor objetivo es el imperativo categórico, la orden que cumplo). ¿En qué consiste ese factor subjetivo? En la motivación subjetiva o intención que hay detrás de la acción. Según Kant, la acción sólo es moral cuando está motivada por el cumplimiento del deber.
El imperativo moral (el categórico) es condición necesaria pero no suficiente de la acción moral, es decir, obrar con forma de imperativo moral no basta para que la acción sea moral.
¿Por qué? Porque hay que tomar en consideración el factor subjetivo de la acción moral (el factor objetivo es el imperativo categórico, la orden que cumplo). ¿En qué consiste ese factor subjetivo? En la motivación subjetiva o intención que hay detrás de la acción. Según Kant, la acción sólo es moral cuando está motivada por el cumplimiento del deber.
Según Kant, las acciones que se ajustan al imperativo categórico pueden
ser:
1. Acciones conforme al deber (legales, pero no morales).
2. Acciones por deber (morales).
Las acciones conforme al deber se ajustan a la norma, al imperativo
categórico, pero sólo por las consecuencias, no por la norma misma, es decir,
por los efectos que puede acarrear su incumplimiento.
Las acciones por deber son las únicas que son morales. ¿Qué es el deber? Aquella acción que el individuo ejecuta impulsado, motivado, exclusivamente por “el respeto a la ley moral”. Sólo el individuo que actúa por deber tiene una buena voluntad y ésta es lo único absolutamente, incondicionalmente bueno en el universo (esto es lo que convierte al ser humano en una persona, en un ser dotado de dignidad).
6. EL IMPERATIVO CATEGÓRICO FORMAL (LA ÉTICA FORMAL)
¿Qué es una máxima?: las máximas son las reglas de comportamiento que
cada individuo utiliza en su vida ordinaria para orientarse y saber cómo tiene
que actuar. Son reglas de comportamiento subjetivas, no objetivas, ya que cada
individuo particular, no su razón, se la da a sí mismo. Son reglas con
contenido que indican cómo hay que obrar.
Kant afirmaba que su ética era formal y no material (como por el
contrario habrían sido todos los sistemas éticos anteriores al suyo). ¿Qué es
una ética material? ¿Qué es una ética formal? Según Kant, en toda ley moral hay
que distinguir entre su materia y su forma. ¿Qué es la materia de la ley? Su contenido,
la acción concreta que prescribe (no robar) ¿Qué es su forma? Su carácter de
ley, el que establezca una obligación (universal y necesaria) y que dicha
obligación ha de ser respetada por deber (no por cálculo o utilidad o miedo).
Pues bien, según Kant, el IMPERATIVO CATEGÓRICO MORAL, el imperativo categórico
de la moralidad, tiene que ser puramente formal porque los imperativos
categóricos materiales (no robar, no mentir) tienen contenido y están ligados
de un modo u otro a la experiencia (y por lo tanto a sus contingencias) y a la
facultad de apetecer (al mundo subjetivo de los deseos y las emociones del
individuo).
Por ello, el imperativo categórico kantiana no nos va a indicar qué tenemos que hacer sino que va a establecer las dos condiciones (las condiciones trascendentales de la moral, el a priori de la moralidad) que se tienen que dar siempre para que mis máximas de acción (las reglas ya sí con contenido que de hecho orientan al individuo en su vida) puedan considerarse como aceptables desde una perspectiva moral (es decir, que sea moralmente legítimas). Estas dos condiciones son:
a. La exigencia del deber: significa que sólo el deber puede motivar mi acción
b. La exigencia de universalidad: significa que mis máximas tienen que poder ser universalizables.
La ética kantiana es una ética procedimental porque no nos da ningún tipo de instrucción acerca de cómo debemos vivir (algo que por otro lado sería contrario a nuestra dignidad de seres autónomos) sino que establece sólo un procedimiento para que podamos evaluar la moralidad de nuestras máximas.
7. LAS FORMULACIONES DEL IMPERATIVO CATEGÓRICO FORMAL
Veamos las distintas formulaciones dadas por Kant del imperativo
categórico formal,
1) “Obra de tal modo que puedas querer que la máxima que dirige tu conducta se convierta en una ley universal”.
¿Qué afirma dicha formulación? Dos cosas:
1) “Obra de tal modo que puedas querer que la máxima que dirige tu conducta se convierta en una ley universal”.
¿Qué afirma dicha formulación? Dos cosas:
1.Que si puedo pensar en la universalización de mi máxima sin
contradicción, entonces ésta es moral.
2. Que si por el contrario no puedo hacerlo (esto es, si me contradigo
cuando intento universalizar mi máxima) entonces no lo es (mi máxima no es
moralmente válida, legítima).
2) “Obra de tal modo que trates tu humanidad y la humanidad que hay en tus semejantes siempre con un fin en sí mismo, y no sólo como un medio”.
En esta formulación del imperativo categórico, se establece a la persona humana, irreductible a cualquier instrumentalización (ningún ser humano puede ser sólo un medio), como valor moral supremo (como un fin, un fin absoluto), como un ser “con dignidad y no precio”.
3) “Obra como si fueses un legislador en el reino de los fines”.
¿Qué es el reino de los fines? Una sociedad de personas, una sociedad en la que todos los seres humanos son tratados y considerados como personas. Aquí se establece que las normas morales son aquellas que permitirían la instauración de una comunidad humana, donde los hombres son considerados fines en sí mismos (reino de los fines = sociedad de las personas).
8. LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
Finalmente, Kant afirmó que solo su ética puede ser considerada una
ética autónoma y no heterónoma.
¿Qué es una ética autónoma? Aquella cuyos principios son independientes
de la experiencia (del mundo de la naturaleza, de sus leyes y sus mecanismos; a
este mundo es al que pertenecen los deseos y emociones humanas) y provienen
exclusivamente de una voluntad autónoma, una voluntad libre.
Una voluntad autónoma es aquella que es independiente para hacer sus
propias leyes (ajena a las leyes naturales que rigen en el mundo) y, por ello,
aquella voluntad que se da a sí misma sus propios fines (unos fines que ya no
vendrán del orden de la naturaleza o de Dios, como defendían las éticas
heterónomas). Es por esa capacidad para darse sus propios fines, sus propias
leyes, por lo que la voluntad humana es autónoma y el ser humano es libre.
El que la ética sea autónoma quiere decir, en definitiva, que individuo
debe guiarse exclusivamente por la razón para así lograr emanciparse de todas
las instancias externas (la tradición, la autoridad civil y religiosa, la fe,
etc.) e internas (las pasiones) que le tutelan y le oprimen. Es el ideal máxima
del pensamiento ilustrado: lograr la definitiva emancipación de la humanidad a
través de la razón.
9. LOS POSTULADOS DE LA RAZÓN PRÁCTICA
9. LOS POSTULADOS DE LA RAZÓN PRÁCTICA
Una vez hecho esto, Kant se pregunta cómo es posible que haya en el
mundo un ser que se comporte moralmente. Para que exista un ser que actúe
moralmente en el seno de una naturaleza amoral tienen que darse unas
condiciones. ¿Qué condiciones son éstas? Aquí vamos a dar comienzo a la
explicación de los “postulados de la razón práctica”, el apéndice de la moral
kantiana. Para que la acción moral sea posible:
1º condición (1º postulado de la razón práctica);
Tiene que existir un sujeto moral, dotado de una
voluntad libre: El hombre es libre, pero lo es en el ámbito nouménico, no en el
fenoménico. la libertad es el primer postulado de la razón práctica.
2º condición (2º postulado):
Esta voluntad libre tiene que ser la voluntad de un
alma.
Esa alma, además, ha de ser inmortal. ¿Por qué? Si la razón nos manda la virtud, entonces, como no es posible en nuestra corta vida obrar sólo por deber (la virtud), entonces, para que la razón no nos exija un imposible, es necesario que la razón nos conceda toda la eternidad para alcanzar la virtud. Conclusión: segundo postulado de la razón práctica, la inmortalidad del alma.
Esa alma, además, ha de ser inmortal. ¿Por qué? Si la razón nos manda la virtud, entonces, como no es posible en nuestra corta vida obrar sólo por deber (la virtud), entonces, para que la razón no nos exija un imposible, es necesario que la razón nos conceda toda la eternidad para alcanzar la virtud. Conclusión: segundo postulado de la razón práctica, la inmortalidad del alma.
3º condición (3º postulado):
Finalmente, la naturaleza humana es contradictoria,
Como ser fenoménico (como ser con deseos y pasiones), el hombre busca la
felicidad, pero como ser nouménico, busca la virtud. Felicidad y virtud no son
incompatibles, pero tampoco se coimplican Esa especie de contradicción que se
produce en la naturaleza humana, sólo se podría superar si se armonizasen ambos
planos, el de la naturaleza y el de la moral, el del ser y el del deber ser,
para que estuviesen orientados al mismo fin. ¿Quién puede garantizar esto?
Responde Kant, sólo un Dios todopoderoso. Por eso, si queremos que el supremo
bien (el supremo bien es la armonía de la moral y la felicidad) sea posible,
tenemos que postular que Dios existe. El tercer postulado es la existencia
de Dios.
En conclusión: los objetos de la metafísica (el mundo, el alma y Dios) que no podían ser conocidos por la razón teórica, pueden ser investigador a través de la experiencia moral.
En conclusión: los objetos de la metafísica (el mundo, el alma y Dios) que no podían ser conocidos por la razón teórica, pueden ser investigador a través de la experiencia moral.
MARX: ALIENACIÓN E IDEOLOGÍA
OBRAS: El Capital, El manifiesto comunista (otras obras: Contribución a
la crítica de la economía política, Manuscritos económico-filosóficos, La
ideología alemana, Once tesis sobre Feuerbach).
CONTEXTUALIZACIÓN DEL AUTOR
El
texto que tenemos que comentar fue escrito por Marx. Lo primero que vamos a
hacer es contextualizar el texto en el marco de la época en que fue escrito.
Marx fue un
teórico social y un organizador de la clase trabajadora cuyo pensamiento es
considerado como la principal inspiración de las más influyentes formas de
radicalismo social moderno. En Berlín estudió la filosofía de Hegel y entró a
formar parte del círculo de jovenes filósofos que conocemos con el nombre de
“Izquierda Hegeliana” cuyo principal representante fue Ludwig Feuerbach. A los
24 años, se trasladó a París donde conoció a Engels que se convirtió en su más
estrecho colaborador. En 1847 ingresó en la Liga Comunista. En 1848 redactó
junto a Engels el “Manifiesto del Partido Comunista”. Expulsado de Bélgica, volvió a París en plena
efervescencia revolucionaria, trasladándose poco después a Colonia con la
intención de colaborar en la organización del movimiento obrero alemán.
Expulsado primero de Alemania y después de Francias,. En 1849 se trasladó a Londres donde vivirá el
resto de sus días dedicado al estudio del sistema capitalista y a la redacción
de su principal obra, “El Capital”, la cual quedará inacabada a su muerte. Fue
fundador de la 1º Internacional.
Tres grandes
corrientes están presentes en la formación del pensamiento de Marx con las
cuales polemiza abiertamente, aunque también asume algunas de sus tesis:
-
De la economía-política
clásica inglesa, (Adam Smith, David Ricardo)
(+) Marx asumirá que lo que crea el valor
(económico) de una mercancía es el trabajo.
(-) Sin embargo, los economistas clásicos creen
estar haciendo ciencia cuando en realidad hacen “ideología”. Marx va más allá,
intentando explicar que el origen de la propiedad privada (base del sistema
capitalista) está en la alienación del trabajo.
-
Del socialismo utópico, (Fourier, Owen o Saint-Simon)
(+) Marx valorará positivamente que haya captado
las contradicciones del capitalismo (la explotación del obrero).
(-) Sin embargo, Marx lo criticará por su
pretensión de meramente reformar la sociedad capitalista
- Respecto a la filosofía alemana (Hegel y la izquierda
hegeliana)
(+) Marx adoptará de Hegel si bien invirtiendo su
significado: 1º la concepción dinámico-dialéctica de la realidad y 2º el
concepto de alienación
(-) Marx rechazará de Hegel la pretensión de que la
auténtica realidad es el Espíritu, Este
planteamiento hegeliano lleva a la conclusión de que “Todo lo real es racional
y todo lo racional es real”.¿Por qué el punto de vista de Hegel es falso? La
miseria que produce el capitalismo en el proletariado contradice esa pretensión
de racionalidad. ¿Cómo puede combatirse esa miseria? Revolucionando la realidad
social
-
Respecto a la izquierda
hegeliana, aunque en sus inicios Marx se había identificado
con la filosofía de Feuerbach (F. 1º había sustituido el idealismo por el
materialismo, 2º llevado a cabo una crítica de la alienación religiosa
reduciendo a teología a antropología y 3º defendido la implantación de un
Estado democrático), criticó de éste:
a) su concepción no dialéctica) del materialismo que le incapacitaba
para explicar el dinamismo de la historia y
b) su
concepción del ser humano como un mero sujeto contemplativo y no activo
ANÁLISIS DE LOS TEXTOS
A continuación, después
de esta introducción contextualizadora acerca del autor, pasemos a analizar el
texto al tiempo que aclaramos el significado de algunos de los términos o
expresiones más importantes que en él aparecen.
K. MARX, texto 1 Manuscritos
económico-filosóficos de 1844
¿En qué consiste, entonces, la enajenación
del trabajo? Primeramente, en que el trabajo es externo al trabajador,
es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se
afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla
una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina
su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí fuera del
trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja
y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario,
sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad,
sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su
carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no
existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de
la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es
un trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el
trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino
de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí
mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía
humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo
independientemente de él, es decir, como una actividad extraña, divina o diabólica,
así también la actividad del trabajador no es su propia actividad. Pertenece a
otro, es la pérdida de sí mismo.
K. MARX,
Manuscritos económico-filosóficos de 1844, trad. de F. Rubio Llorente, Madrid,
Alianza Editorial, 1968, Primer Manuscrito, XXIII (El trabajo enajenado), pp.
108-109
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de los “Manuscritos de economía y filosofía”.
Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática del texto en el
pensamiento del autor. La obra de Marx se divide en dos periodos: el Marx
I, el Marx precientífico (en el sentido de no suficientemente económicista),
filosófico y humanista, periodo en el que analiza filosóficamente los fenómenos
de la alienación y de la ideología, y el Marx II o Marx científico, etapa en la
que expuso los principios de una concepción materialista de la historia y en la
que sometió a una implacable crítica el modo de producción capitalista en su
inacabada obra “El Capital”. Los “Manuscritos de Paris” fueron escritos en
1844 y pertenecen, del mismo modo que “La
ideología alemana”, a la primera etapa su pensamiento.
1º La
enajenación (o alienación) del trabajo consiste, en primer lugar, en el
carácter externo del trabajo. El trabajo no pertenece ya al trabajador. ¿Por
qué? Porque el trabajo ya no forma parte de su ser. El trabajo pertenece al ser
del trabajador cuando el trabajo es voluntario, un fin en sí mismo por medio
del cual el trabajador logra su autorrealización como ser humano, es decir, el
libre desenvolvimiento de sus capacidades naturales (tanto mentales como
físicas). Por el contrario, no pertenece a su ser cuando es un trabajo forzado,
convirtiéndose en un mero medio para satisfacer necesidades.
2º Para el
trabajador, la exterioridad del trabajo se le manifiesta (toma conciencia de la exterioridad del trabajo) en el hecho de que su propio trabajo no le
pertenece a él sino a otro (a aquel que a cambio le paga un salario: el patrón
capitalista).
3º De un modo
similar a lo que ocurre en el ámbito de la religión (en el que, tal como
había teorizado Feuerbach, un producto de la actividad humana se desvincula de
su creador y le termina subyugando), la actividad del trabajador ya no le
pertenece a él sino a aquel que la compra. Esta pérdida de su actividad puede
ser estimada como una pérdida de sí mismo.
GLOSARIO
#trabajo –
el trabajo es, genéricamente, cualquier acción
productiva llevada a cabo por un ser humano. Primariamente, trabajo es aquella
acción por medio de la cual el ser humano produce sus medios materiales de
subsistencia.
#enajenación
del trabajo – el
significado jurídico y económico de alienación es el transferir o transmitir
una propiedad, esto es, hacer ajeno lo que es propio (por ejemplo, enajenar una
propiedad o un derecho). Su significado filosófico (por ejemplo, en Hegel o
Feuerbach) es el de que algo ponga su ser fuera de sí, quedando proyectado en
una realidad divina que le es ajena, con la que no se identifica y que
finalmente le subyuga Para Marx, la enajenación describe la condición del
proletario en la sociedad capitalista. La enajenación es primariamente
enajenación del trabajo.
#en-sí/fuera
de sí – Marx constata
la contradicción de que el trabajador se encuentre en-sí fuera del trabajo y
fuera de sí en el trabajo cuando debería suceder lo contrario: que se hallase “en
sí” en el trabajo y “fuera de sí” fuera del trabajo.
#trabajo
forzado/trabajo voluntario –
la dicotomía trabajo alienado/trabajo no alienado se puede reformular como la
dicotomía trabajo forzado (no voluntario/trabajo voluntario)
K. MARX, texto 2 La ideología alemana
Por completo en contraposición a la
filosofía alemana, que baja del cielo a la tierra, aquí se sube al cielo
a partir de la tierra misma. Esto es, no se parte de lo que los hombres
dicen, se imaginan, se representan, ni tampoco del hombre dicho, pensado,
imaginado, representado, para desde ahí acceder al hombre de carne y hueso;
se toma pie en el hombre realmente activo y a partir de su proceso vital real
se expone la evolución de los reflejos y ecos ideológicos, de este
proceso vital. También las formaciones nebulosas en el cerebro de los hombres
son sublimaciones necesarias del proceso material de su vida,
empíricamente constatable y vinculado a premisas materiales. Con ello, la
moral, la religión, la metafísica y demás ideologías, así como los
contenidos de consciencia a ellos correspondientes, pierden bien pronto su
apariencia de autonomía. Carecen de historia, carecen de evolución; son los
hombres que evolucionan con su producción y su tráfico materiales los que, con
esta realidad suya, cambian también su pensamiento y los productos de su
pensamiento. No es la consciencia lo que determina la vida, sino la vida lo
que determina la consciencia. De acuerdo con el primer enfoque, se parte de
la consciencia como si se tratara del individuo viviente; de acuerdo con el
segundo, que es el que corresponde a la vida real, se parte del individuo vivo,
del individuo real, y la consciencia no es asumida sino como su consciencia.
K. MARX /
F. ENGELS; La ideología alemana, en Marx. Antología, ed. de J. Muñoz,
Barcelona, Península, 2002, p. 127
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de su obra“La ideología alemana”. Comenzaremos
nuestro análisis contextualizando la temática del texto en el pensamiento
del autor. La obra de Marx se divide en dos periodos: el Marx I, el Marx
precientífico (en el sentido de no suficientemente económicista), filosófico y
humanista, periodo en el que analiza filosóficamente los fenómenos de la
alienación y de la ideología, y el Marx II o Marx científico, etapa en la que
expuso los principios de una concepción materialista de la historia y en la que
sometió a una implacable crítica el modo de producción capitalista en su
inacabada obra “El Capital”. “La ideología alemana” fue escrita en
colaboración con Engels en 1845-46 y pertenece, del mismo modo que los “Manuscritos de economía y filosofía”, a
la primera etapa su pensamiento. En esta obra, se encuentra la primera
exposición de muchas de las principales tesis del materialismo histórico.
1º Marx expone
su intención de tomar como punto de partida de su filosofía lo que realmente
hace el hombre y cómo vive (es decir, partir del hombre activo y su proceso
vital y no del hombre contemplativo) para, desde ahí, comprender lo que piensa
y cree, y no, como hace la filosofía alemana de su tiempo, partir de lo que el
hombre piensa (o del hombre pensado, del hombre abstracto) para acceder desde
ello al hombre concreto.
2º Las ideas y
creencias de los hombres (su moral, religión o metafísica) no son sino
sublimaciones (“reflejos y ecos ideológicos”) del proceso material de sus vidas
(de la actividad productiva y social que de hecho los individuos desenvuelven).
Por ello, dichas ideas carecen de autonomía y evolucionan a la par que la
actividad material de la cual son representación.
3º En
conclusión, no es lo que piensan los hombres lo que determina cómo viven (aquí
confundimos al individuo real con lo que piensa dicho individuo) sino, a la
inversa, la manera cómo viven la que determina cómo piensan (aquí sí que
tomamos en consideración al individuo real y asumimos que su pensamiento sólo
es su pensamiento).
GLOSARIO
#reflejos y
ecos ideológicos – para
Marx, los pensamientos y creencias de los seres humanos (sus ideologías)
reflejan (o expresan) las condiciones en las que se desarrolla el proceso
material de su existencia
#sublimaciones-
la ideología es una sublimación en el sentido de
que es una elevación al ámbito del pensamiento de las condiciones materiales de
vida de los hombres (pasamos del estado o nivel material de la vida de los
hombres al estado mental o ideológico de la vida de éstos)
#proceso
material de su vida – el
conjunto de actividades productivas que tiene que desenvolver el ser humano
para satisfacer sus necesidades básicas.
#no es la
conciencia lo que determina la vida, sino la vida lo que determina la
conciencia – Frase
lapidaria con la que Marx establece que lo que los hombres piensan y creen (su
conciencia) es un epifenómeno de la actividad material y el proceso social en
que se desarrolla su existencia.
K. MARX, texto 3 Contribución a la crítica
de la economía política
El resultado general que obtuve y, una vez
obtenido, sirvió de hilo conductor de mis estudios puede formularse brevemente
de la siguiente manera. En la producción social de su existencia, los
hombres establecen determinadas relaciones, necesarias e independientes de su
voluntad, relaciones de producción que corresponden a un determinado estadio
evolutivo de sus fuerzas productivas materiales. La totalidad de
estas relaciones de producción constituye la estructura económica de la
sociedad, la base real sobre la cual se alza un edificio jurídico y
político, y a la cual corresponden determinadas formas de conciencia
social. El modo de producción de la vida material determina el
proceso social, político e intelectual de la vida en general. No es la
conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es
su existencia social lo que determina su conciencia. En un estadio
determinado de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la
sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción
existentes o —lo cual sólo constituye una expresión jurídica de lo mismo— con
las relaciones de producción dentro de las cuales se habían estado moviendo
hasta ese momento. Esas relaciones se transforman de formas de desarrollo de
las fuerzas productivas en ataduras de las mismas. Se inicia entonces
una época de revolución social.
K. MARX; Contribución a la crítica
de la economía política (1859), trad. de J. Tula y otros, México, Siglo XXI,
1986, Prólogo, pp. 4-5
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de su obra “Contribución a la crítica de la economía
política”. Comenzaremos nuestro análisis contextualizando la temática
del texto en el pensamiento del autor. La obra de Marx se divide en dos
periodos: el Marx I, el Marx precientífico (en el sentido de no suficientemente
económicista), filosófico y humanista, periodo en el que analiza
filosóficamente los fenómenos de la alienación y de la ideología, y el Marx II
o Marx científico, etapa en la que expuso los principios de una concepción
materialista de la historia y en la que sometió a una implacable crítica el
modo de producción capitalista en su inacabada obra “El Capital”. La obra que estamos comentando fue escrita en 1859 y
pertenece, del mismo modo que los “El
Capital”, a la segunda etapa su pensamiento. Esta obra es importante porque
en su prólogo se exponen con gran claridad las principales tesis del materialismo
histórico, así como la dicotomía infraestructura/superestructura.
ESTRUCTURA DE LA SOCIEDAD:
INFRAESTRUCTURA/SOBREESTRUCTURA
1º Las
relaciones socio-económicas (las
relaciones de producción) que los individuos establecen entre sí cuando
viven en sociedad (“en la producción
social de su existencia”) son no fruto de su voluntad sino el resultado
necesario del estadio evolutivo en el que se encuentran las fuerzas productivas
materiales de dicha sociedad.
2º La
estructura económica de la sociedad es la totalidad de sus relaciones de
producción (de sus relaciones socio-económicas).
3º La
estructura jurídico-política de la sociedad se levanta sobre su estructura
económica.
4º A su vez, a
dicha estructura jurídico-política de la sociedad le corresponden distintas
formas de conciencia.
5º Por todo
ello, podemos concluir que la estructura económica de la sociedad (o modo de
producción) es quien determina la estructura político-ideológica de ésta y no a
la inversa (pues no es la conciencia de los hombres la que determina cómo viven
en sociedad sino cómo de hecho viven lo que determina cómo piensan).
Finalmente, TESIS
DEL MATERIALISMO HISTÓRICO
6º Las fuerzas
materiales de toda sociedad se desarrollan (evolucionan perfeccionándose) a lo
largo del tiempo.
7º En su
desarrollo evolutivo, las fuerzas materiales terminan entrando en contradicción
con las relaciones de producción existentes en una determinada sociedad.
8º ¿A qué es
debida esa contradicción? A que en un momento determinado de su desarrollo,
esas relaciones de producción terminan frenando (en lugar de impulsando) el
desarrollo de las fuerzas productivas.
GLOSARIO
#no es la
conciencia de los hombres lo que determina su ser, sino, por el contrario, es
su existencia social lo que determina su conciencia – este axioma del materialismo histórico establece la
prioridad (y el condicionamiento causal) en la vida de los hombres de su
actividad económica sobre el resto de actividades que desenvuelve (praxis
política y actividad teórica)
#contradicción
– se produce cuando las relaciones de producción no
se adecúan a las fuerzas productivas convirtiéndose en un freno (“ataduras”) de
su desarrollo.
#revolución
social – proceso de
cambio cualitativo en la estructura de la sociedad en virtud del cual un modo
de producción llega a su fin dando paso al advenimiento de nuevas relaciones de
producción (acordes con el estado de evolución de las fuerzas productivas e
impulsoras de su desarrollo).
K. MARX, texto 4 El Capital
De otra parte, el concepto de trabajo
productivo se restringe. La producción capitalista no es ya producción
de mercancías, sino que es, sustancialmente, producción de plusvalía.
El obrero no produce para sí mismo, sino para el capital. Por eso,
ahora, no basta con que produzca en términos generales, sino que ha de producir
concretamente plusvalía. Dentro del capitalismo, sólo es productivo el obrero
que produce plusvalía para el capitalista o que trabaja para hacer rentable el
capital. (…) Por tanto, el concepto del trabajo productivo no entraña
simplemente una relación entre la actividad y el efecto útil de ésta, entre el
obrero y el producto de su trabajo, sino que lleva además implícita una
relación específicamente social e históricamente dada de producción, que
convierte al obrero en instrumento directo de valorización del capital. (…) La
producción de plusvalía absoluta se consigue prolongando la jornada de trabajo
más allá del punto en que el obrero se limita a producir un equivalente del
valor de su fuerza de trabajo y haciendo que este plustrabajo se lo
apropie el capital. La producción de plusvalía absoluta es la base
general sobre que descansa el sistema capitalista y el punto de arranque
para la producción de plusvalía relativa. En ésta, la jornada de trabajo
aparece desdoblada de antemano en dos segmentos: trabajo necesario y trabajo
excedente. Para prolongar el segundo se acorta el primero mediante una
serie de métodos, con ayuda de los cuales se consigue producir en menos tiempo
el equivalente del salario. La producción de plusvalía absoluta gira toda ella
en torno a la duración de la jornada de trabajo; la producción de plusvalía
relativa revoluciona desde los cimientos hasta el remate los procesos técnicos
del trabajo y las agrupaciones sociales.
K. MARX; El
capital, trad. de W. Roces, México, F.C.E., 1991, Tomo I (Crítica de la
economía política), Libro I, Sección V, Cap. XIV (Plusvalía absoluta y
relativa), pp. 425-426
Seguidamente vamos a
dar paso al análisis del texto propuesto, un fragmento de su obra “El Capital”. Comenzaremos nuestro
análisis contextualizando la temática del texto en el pensamiento del autor.
La obra de Marx se divide en dos periodos: el Marx I, el Marx precientífico (en
el sentido de no suficientemente económicista), filosófico y humanista, periodo
en el que analiza filosóficamente los fenómenos de la alienación y de la
ideología, y el Marx II o Marx científico, etapa en la que expuso los
principios de una concepción materialista de la historia y en la que sometió a
una implacable crítica el modo de producción capitalista.
“El
Capital”, la obra que estamos comentando, pertenece, del mismo modo que su “Contribución para una crítica de la economía
política”, a la segunda etapa su pensamiento. Está dividido en tres libros:
el Libro I, del que ha sido extraído el fragmento que vamos a analizar, fue
publicado en 1867; los Libros II y III fueron editados por Engels tras la
muerte de su autor. En esta obra, la principal del autor, se exponen los
resultados del penetrante análisis dialéctico llevado a cabo por Marx del
sistema de economía de mercado libre.
1º En el
sistema capitalista, el trabajo productivo no tiene como objetivo último la
producción de una mercancía sino la producción de un beneficio, de una plusvalía.
2º Por ello,
sólo es productivo aquel obrero que produce plusvalía, pero no para sí mismo
sino para el capitalista para el que trabaja.
3º El trabajo
del obrero no es trabajo sin más (producción de mercancías) sino que está
condicionada por las relaciones de producción (relaciones sociales que son un producto histórico) que se establecen entre el obrero y el empresario
que convierten al obrero en un mero instrumento de producción de plusvalías al
servicio del capitalista.
4º Si se
prolonga la jornada laboral más allá del tiempo de trabajo que necesita el
obrero para satisfacer sus necesidades (y las de su familia) con la finalidad
de que el trabajo excedente se lo apropie el empresario, se obtiene la
plusvalía absoluta.
5º El sistema
capitalista descansa sobre la plusvalía absoluta
6º La plusvalía
absoluta es el punto de arranque de la plusvalía relativa.
7º En la
plusvalía relativa, el trabajo está desdoblado en dos segmentos: el trabajo
necesario y el trabajo excedente.
8º La economía
capitalista se caracteriza por una innovación tecnológica constante y una mayor
especialización que aumenta exponencialmente la productividad del trabajo. La
finalidad no es otra que lograr menguar el trabajo necesario y,
correlativamente, acrecentar el trabajo excedente para, de este modo,
incrementar el beneficio.
GLOSARIO
#producción
capitalista – aquel modo de
producción en el que la producción se orienta no a la producción de mercancías
sino de plusvalías que incrementen el capital
#mercancías –
todo aquello que además de un valor de uso tiene un
valor de cambio
# plusvalía –
el valor de cambio de una mercancía es equivalente al valor del tiempo de
trabajo necesario para producirla. La plusvalía es el resultado de restar al
valor de cambio final de una mercancía el valor del salario que se le paga al
trabajador por producirla (un salario que siempre es salario de hambre, un
salario igual al valor de su fuerza de trabajo, al valor de todas aquellas
mercancías necesarias para re-producir la fuerza de trabajo del trabajador,
o lo que es lo mismo, al valor de todos los bienes necesarios para mantener con
vida al trabajador y a su familia)
TEMA 8:
ALIENACIÓN E IDEOLOGÍA EN MARX
En el siglo XIX, la concepción del ser humano está
condicionada por dos factores que pasan a primer plano: el trabajo y la
historia. Marx reformulará la concepción del ser humano teniendo en cuenta la
nueva situación del ser humano en la sociedad industrial moderna (en la que se han
producido una serie de acontecimientos decisivos como son el despegue de la
actividad industrial, las revoluciones liberales burguesas, el nacimiento del
socialismo, el protagonismo socio-político de los movimientos obreros).
Vamos a explicar en primer lugar la principal
doctrina filosófica de Marx, el materialismo histórico, para luego dar paso a
un análisis del fenómeno de la alienación y del concepto de ideología.
EL MATERIALISMO HISTÓRICO
EL HOMBRE COMO SER TRABAJADOR: EL TRABAJO
Para Marx, la característica específica del ser
humano no es la razón. El ser humano se diferencia del animal a partir del
momento en que produce sus medios de subsistencia a través del trabajo. El
trabajo es la diferencia específica que define al ser humano. El ser humano no es
tanto un pensador, un ser pensante, sino un trabajador, un productor.
El trabajo humano es colectivo, social. ¿Por qué?
El trabajo crea vínculos y relaciones entre los productores. En la historia se
dan dos formas de relaciones sociales:
1º Relación explotador/explotado: los propietarios de los medios de producción
(campos, minas, industrias…) viven del trabajo de los no-propietarios. Esta relación se da en
las sociedades clasistas. Son relaciones de esclavitud (esclavismo), servidumbre
(feudalismo) o contratación (capitalismo).
2º Relación de cooperación: ningún sector de la sociedad vive de la
explotación de otro pues la propiedad de los medios de producción no es privada
sino colectiva (sociedades primitivas y sociedad comunista futura).
MODOS DE PRODUCCIÓN
A lo largo de la
historia se dieron estas dos relaciones sociales. ¿Qué significa esto? El ser humano es un ser
histórico a diferencia de los animales que no lo son. La historia no es la
simple narración de los sucesos políticos (del ascenso y caída de los imperios)
acontecidos en el pasado. La historia es la sucesión de los distintos modos de producción: primitivo,
esclavista, feudal, capitalista y socialista.
Cada modo de producción se compone de una
infraestructura y una superestructura.
INFRAESTRUCTURA: La infraestructura económica está formada por dos
elementos:
A) Fuerzas productivas: son 1º los medios de
producción (instrumentos,
máquinas, materias primas, etc.) y 2º los productores (los trabajadores).
B) Relaciones de producción: son las relaciones que se establecen en el
proceso de producción entre los propietarios de los medios de producción y los productores (no propietarios de esos
medios). Son del tipo
explotadores/explotados en todas las sociedades clasistas.
SUPERESTRUCTURA: Tiene dos niveles:
a)
Sobreestructura jurídico-política: son las instituciones políticas y las
normas jurídicas (el Derecho) que regulan la sociedad. La institución más importante es el Estado.
b)
Sobreestructura ideológica: es el conjunto de ideas, representaciones y
valores morales que deforman o falsean la realidad en virtud de los intereses
de clase. El
arte, la religión, la ciencia positiva, la filosofía y la moral son la
superestructura ideológica de la sociedad.
PRODUCCIÓN: En cada época histórica, la infraestructura económica
condiciona la superestructura ideológica: “la producción material condiciona
la producción espiritual, el ser social determina la conciencia”.
El factor determinante del cambio histórico es la
contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción: dado que las fuerzas
productivas avanzan más y más rápido, llega un momento en que las relaciones de
producción son un obstáculo al progreso de las fuerzas productivas. Esta contradicción sólo
puede ser resuelta mediante una revolución social que da paso a una nueva
formación social que ya no frena sino impulsa el desarrollo de las fuerzas
productivas.
LA LUCHA DE CLASES Y EL MOTOR DE LA HISTORIA: La contradicción entre
las fuerzas productivas y las relaciones de producción se traducen en la
historia como lucha de clases. ¿Qué son las clases sociales? Grupos
sociales antagónicos definidos por el lugar que ocupan en el proceso de producción en
función de la propiedad de los medios de producción (libres/esclavos;
señores/siervos; burgueses/proletarios). La historia es el conjunto de las
luchas entre explotadores y explotados. Sólo el comunismo pondrá el fin a las clases,
abolidas por la revolución socialista, alcanzándose por ello el fin de la
historia.
EL CAPITALISMO
Marx dedicó su más voluminosa y elaborada obra “El
Capital” al estudio del funcionamiento de la economía capitalista. El
Capital comienza analizando qué es una mercancía: mercancía es todo aquello que
es producido con vistas a su intercambio.
Toda
mercancía tiene un valor de uso y un valor de cambio:
-
el valor de
uso es el que permite que satisfaga ciertas necesidades humanas en virtud de
sus cualidades intrínsecas
-
El valor de
cambio es el valor común (monetario) de varias mercancías que permite
intercambiar unas por otras
¿Cómo se
mide el valor de cambio? El valor de cambio es expresión del valor social de un
producto, es decir, de las horas de trabajo que ha costado producirlo
Dado que en la sociedad capitalista todo tiende a
convertirse en mercancía, la fuerza de trabajo de cada trabajador también acaba
convertida en mercancía (si bien una mercancía muy especial ya que es la que
permite la producción de mercancías). El valor de cambio de la fuerza del
trabajador se termina midiendo al igual que cualquier otra mercancía: por el
valor de horas de trabajo necesarias para producirla
El valor de la fuerza de trabajo es el salario. Pero
como el valor que produce el trabajador para el capitalista es mayor que el que
éste, el capitalista, le paga (el salario que recibe a cambio), se produce una
“plusvalía”, una diferencia de valor en la que consiste la ganancia del
capitalista.
Hay dos
tipos de plusvalía: la absoluta y la relativa.
1º Plusvalía absoluta: es la obtenida mediante la prolongación de la
jornada de trabajo, uno de los procedimientos de que se valen los capitalistas
para intensificar la explotación de los obreros (la producción de plusvalía
relativa es el otro medio de aumentar el grado de esta explotación). La
creación de plusvalía absoluta constituye la base general del sistema de
explotación capitalista, dado que es condición ineludible de dicho sistema el
prolongar la jornada laboral más allá del tiempo de trabajo necesario.
2º Plusvalía
relativa: plusvalía que surge a consecuencia de
disminuir el tiempo de trabajo necesario y de aumentar correspondientemente el
tiempo de trabajo excedente como resultado del crecimiento de la productividad
del trabajo. La plusvalía relativa se obtiene a costa del crecimiento de la
productividad del trabajo en las ramas que producen medios de subsistencia para
los obreros.
La propia lógica del desarrollo del
capitalismo (el desarrollo tecnológico y la concentración monopolística) será
la que produzca las condiciones para su superación:
1º el
capitalista tiene que vender sus mercancías en el mercado y para lograrlo se ve
obligado a competir.
2º para
competir en condiciones ventajosas necesita desarrollar la producción: con una
mayor inversión en tecnología y una mejor organización del trabajo.
3º El
desarrollo de la producción produce los siguientes efectos:
a)
por un lado,
la concentración del capital en cada vez menos manos (los pequeños empresarios
incapaces de competir terminarán arruinándose y pasando a ingresar en las filas
del proletariado): la concentración monopolística
b)
por otro
lado, una sociedad cada vez más organizada y centralizada.
4º Llegará
un momento en que esa sociedad ya perfectamente organizada podrá prescindir de
la minoría dueña del capital con una simple revolución. Esta última revolución
será la batalla definitiva de la lucha de y no habrá lugar para otra
nueva división entre poseedores y desposeídos.
ALIENACIÓN E IDEOLOGÍA SEGÚN MARX
Pasemos seguidamente a
explicar los conceptos de alienación e ideología en Marx.
En el siglo XIX, como ya dijimos más arriba, la
vida social cambia de sentido y, por efecto de ello, el ser humano comienza a
comprenderse a sí mismo de otro modo. Marx apunta que el ser humano se caracteriza por
ser productor. ¿Productor de qué? De cosas, de relaciones sociales, de
ideas, de sí mismo. ¿El ser humano es consciente de esto o vive ajeno a su propia condición
de “productor”? ¿Sabe quién es o desconoce su esencia? ¿Qué consecuencias tiene
este desconocimiento para su vida social y política?
PRODUCTOR DE COSAS: El ser humano mantiene con la naturaleza una
relación activa y transformadora, no pasiva y contemplativa: el trabajo. El trabajo es el medio
por el que humaniza la naturaleza y se distingue de los animales. Los animales
toman de la naturaleza lo que necesitan presionados por la necesidad física y
de modo inconsciente. El ser humano produce de modo consciente, libre, pudiendo llegar a
ser dicha actividad incluso satisfactoria.
PRODUCTOR DE RELACIONES SOCIALES: El trabajo también implica una
relación con la sociedad. El ser humano aislado. es una abstracción. Cualquier
ser humano es un nudo en una red de relaciones sociales. Marx llegará a afirmar
que la esencia del ser humano es el conjunto de sus relaciones sociales.
PRODUCTOR DE SÍ MISMO: El ser humano tiene historia. Los animales no.
El ser humano es capaz de crearse, de producirse a sí mismo: se transforma a sí
mismo a lo largo de la historia. Esta autocreación se realiza, sobre todo, en
el plano material, no intelectual como defendía Hegel.
ALIENACIÓN
Para Marx, como acabamos de ver, la esencia del ser humano reside en
ser productor de ideas, cosas, relaciones sociales y de sí mismo. Pero el ser
humano está separado de su esencia, alienado de ésta. Con la finalidad de
analizar este fenómeno, Marx retomará el concepto de alienación de Hegel y de Feuerbach pero
dándole una nueva interpretación.
El fenómeno de la
alienación significa que los productos de la actividad humana, sea material o
intelectual, se convierten en fuerzas superiores e independientes que dominan
al ser humano. El ser humano, libre y creador, pasa a ser dominado y
esclavizado por los productos creados por él. La alienación tiene como efecto
la deshumanización, esclavitud, perdida de la libertad, atrofia de las
capacidades de creación.
TIPOS DE ALIENACIÓN: Marx distingue tres tipos de alienación:
religiosa, socio-política, económica.
a)
ALIENACIÓN RELIGIOSA: Marx se inspiró en Feuerbach. En su antropología,
Feuerbach afirmó que el ser humano es el creador de Dios. Los seres humanos
proyectan en un más allá ficticio las mejores cualidades, elevadas a un grado
infinito, de la especie humana encarnándolas en dios. Este fenómeno recibe el
nombre de “alienación religiosa”. La superación de esta alienación consistirá
en la toma de conciencia de que el ser humano es el verdadero y único ser
supremo.
Para Marx, la religión
es un fenómeno reflejo de la miseria económica y social. Si la religión es la
realización fantástica de la esencia humana en el más allá es porque se busca
un consuelo imaginario a las miserias y opresión económica del más acá. Marx
afirmará por ello que “la religión es el opio del pueblo”.
B)
ALIENACIÓN SOCIO-POLÍTICA: En la sociedad burguesa, el ser humano está
alienado porque lleva una vida falsa, una doble vida: la vida privada, dominada
por intereses egoístas, y la vida pública como ciudadano miembro de un Estado.
El Estado tiene la misma
función que Dios en la religión: es un invento humano que se convierte en un
poder autónomo con vida propia y enemigo del ser humano.
C)
ALIENACIÓN ECONÓMICA: Las alienaciones religiosa y socio-política se
enraízan en la económica. En la sociedad capitalista acontece en el trabajo.
Tiene cuatro expresiones:
1º alienación respecto
al producto: el
trabajador no es dueño de lo que produce, es expropiado del producto de su
trabajo por el capitalista.
2º alienación respecto a
la actividad productiva: el trabajo es forzado, un medio para subsistir. El trabajador no es
dueño del tiempo de trabajo ni de los procesos productivos.
3º alienación respecto
de la esencia humana: el trabajo no realiza la esencia de las personas, ni las personas se
realizan a través del trabajo. El trabajador queda reducido a la condición de
animal: produce de un modo no-libre, no-consciente.
4º alienación respecto a
otros productores: cada ser humano es un enemigo que compite con otros por un trabajo y
sigue compitiendo dentro del trabajo. Las relaciones se mercantilizan:
b)
Toda posible relación con un ser humano se formula desde el mercado
c)
Los otros productores son también mercancías
En conclusión, el
fenómeno de la alienación es el fundamento explicativo de los fenómenos económicos
y socio-políticos de la sociedad capitalista.
NUEVA HUMANIDAD
¿Cómo acabar con la
alienación que desposee, esclaviza, animaliza y mercantiliza al ser humano? A
través de la creación de una sociedad que lo reconcilie con la naturaleza, con
los demás seres humanos y consigo mismo: la sociedad comunista.
La sociedad comunista
es el espacio donde el nuevo ser humano no-alienado reconstruirá sus relaciones
con la naturaleza, reestablecerá sus relaciones con los demás seres humanos y
se reencontrará a sí mismo. Pero para lograr alcanzarla hay un obstáculo: la
ideología de la sociedad burguesa
IDEOLOGÍA
Marx afirmaba en un famoso texto de “La
ideología alemana” que “no es la consciencia lo que determina la vida, sino
la vida lo que determina la consciencia”. Con esta frase lapidaria, Marx quería decir que lo que los hombres
piensan y creen (su conciencia) es un epifenómeno de la actividad material y el
proceso social en que se desarrolla su existencia. Por ello, la conciencia que
toda sociedad tiene de sí misma (su ideología: sus representaciones, normas y
valores) expresa en forma de ideas las relaciones materiales y sociales de
producción que le son propias.
En los modos de
producción clasistas, la ideología es el conjunto de ideas y representaciones
que deforman o falsean la realidad social en función de los intereses de la
clase dominante. Es una alienación de la conciencia que afecta tanto a la clase
dominante como a la clase dominada. Su causa es la oscuridad del funcionamiento
de los procesos económicos.
En toda sociedad
clasista, las ideas imperantes son las ideas (las creencias y valores) de la
clase dominante. Lo que caracteriza a la ideología es expresar como valores
universales y necesarios (como naturales) los intereses de la clase dominante.
Por ejemplo, es ideológico considerar al capitalismo como un sistema basado en
leyes económicas naturales (como la competencia, la libertad de consumo, etc.).
A la ideología se
opone una ciencia: el socialismo científico. Su misión es desenmascarar
las falsedades de la ideología dominante.
En resumen, para Marx, el término “ideología” es sinónimo de “falsa
conciencia”, de imagen falseada de la realidad. Para Marx, por medio de
discursos “ideológicos”, los grupos sociales dominantes enmascaran sus
intereses de clase presentándolos como intereses de la sociedad en su conjunto
consiguiendo de este modo justificarlos.
La materialización más elaborada de la ideología en la sociedad
burguesa es el Derecho (el ordenamiento jurídico de la sociedad, sus leyes) y
su fuerza material, el Estado clasista.
FIN DEL
TEMA…………………………………………………..
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