domingo, 19 de abril de 2020

1º BACH ADULTOS 23/4/20

APUNTES DE CLASE


EL SUJETO Y EL OBJETO

Aquí el término “objeto” no significa genéricamente “cosa” (“substancia”). Una “cosa” es toda aquella entidad que goza de una autonomía e independencia de pleno derecho (como una silla o una mesa), a diferencia de lo que les ocurre a las propiedades (la propiedad “estar coja” de la silla) o a los sucesos (el romperse la silla al sentarme en ella). Aquí el término objeto hace referencia a aquello sobre lo que recae la actividad de conocer: el objeto es, por lo tanto, “lo conocido” (por ej., cuando pienso que esta silla está rota, la silla es el objeto de la actividad cognoscitiva porque es sobre él que estoy pensando que está roto).

El conocimiento es una relación, la relación cognoscitiva. Esta relación se da entre un sujeto y un objeto.

¿Quién es el sujeto del conocimiento?

Aquel que realiza la actividad de conocer. Como sabemos, quien lleva a cabo esta actividad es una mente. La mente es, por lo tanto, el sujeto del conocimiento.

¿Cuál es el objeto del conocimiento?

En principio, aquello que es conocido, la cosa real, exterior a nuestra mente, que queremos llegar a conocer. Por ejemplo, una silla rota.

¿Cómo el sujeto puede llegar a conocer al objeto?

En el mundo físico, dos cosas se relacionan chocando, atrayéndose o repeliéndose, fundiéndose o diluyéndose la una en la otra, reaccionando químicamente, penetrándose o copulando sexualmente, etc. Todas estas relaciones se dan en el ámbito físico, corpóreo, material.

Pues bien, en la relación cognoscitiva:

1º Toda la actividad cognoscitiva que se lleva a cabo queda del lado del sujeto. Al objeto no le pasa nada por ser conocido. El objeto no hace nada, se deja, simplemente, pasivamente, conocer.

2º La relación cognoscitiva es una forma de PRESENCIA del objeto en el sujeto. El objeto extramental, para ser conocido, tiene que hallarse presente, de alguna manera, dentro de la mente. 
Ej.: la silla tiene que estar de alguna forma presente dentro de mi mente para que pueda conocer de ella que está rota.

3º El sujeto es capaz de aprehender (de coger, de captar) el ser del objeto. Ej.: no sólo es que la silla coja que conozco tiene que estar dentro de mí de alguna manera, sino que tengo que captar de ella 1º que es una silla (y no una mesa) y 2º que está coja.

Expliquemos cómo se da dicha presencia del objeto en el sujeto.

¿Cómo se puede meter la realidad, el objeto, dentro de la mente del sujeto que conoce?

 A lo largo de la historia, ha habido dos grandes explicaciones acerca de esta cuestión: la de los antiguos y la de los modernos.

A)    Para los antiguos (desde los griegos hasta el Renacimiento), el objeto puede estar presente en el alma porque la “forma” (la naturaleza esencial) del objeto puede quedar impresa en el alma. Ej.: conozco que lo que tengo delante es una flor porque la naturaleza “ser flor” se encuentra presente dentro de mi alma.

¿Cómo se denomina a la operación a través de la cual mi alma aprehende la forma o naturaleza esencial “flor”?

ABSTRACCIÓN: a través de la abstracción, de la operación abstractiva, se extrae (se abstrae) la “forma” flor del objeto real (sin su materia) para que así dicha forma se pueda encontrar presente en el alma. Aristóteles explicaba la abstracción con el siguiente símil: del mismo modo que un sello deja grabada su marca en la cera, la flor extramental deja grabada su forma en mi alma.

B)     Para los modernos, desde Descartes, la presencia del objeto en la mente no se produce directamente (tal como defendían los griegos, que afirmaban que era la misma forma de la flor la que se encontraba presente en el alma del que la conocía) sino a través de un intermediario, a través de un representante, de una REPRESENTACIÓN.

¿Qué es una representación?

Es una especie de fotografía, de dibujo, de cuadro que la mente hace del objeto real extramental. El problema de esta concepción es que, a partir de ahora, ya no conocemos directamente el objeto real sino su representación mental.

La representación se convierte en el nuevo objeto de la relación cognoscitiva, en el verdadero objeto de conocimiento (conocemos directamente las representaciones, e indirectamente, a través de las representaciones, las cosas reales que representan)

EN CONCLUSIÓN: la filosofía moderna es IDEALISTA mientras que los filósofos griegos son REALISTAS.

¿Por qué idealistas?

Porque son REPRESENTATIVISTAS: no conozco las cosas sino mi representación de ellas, mi idea acerca de ellas (y de ahí, lo de “idealistas”).

¿Por qué realistas?

Los filósofos griegos creían que conocíamos las cosas mismas porque estaban convencidos de que llegamos a conocer, gracias a la abstracción, la forma misma de las cosas, su esencia o naturaleza.

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