En la clase de hoy vamos a continuar con esa visión panorámica de las principales ideologías políticas del mundo moderno: hoy nos toca el liberalismo y el socialismo.
En las clases de las próximas semanas, explicaremos con mayor detalle y profundidad dichas ideologías.
!Salud!
APUNTES DE CLASE (continuación)
El partido conservador más importante
de la historia (aunque su ideología hoy en día case poco con lo que acabamos de
contar acerca del conservadurismo) es el Partido Conservador británico. Se les
denomina oficiosamente “torys”, contraponiéndolos a los “whigs” que son los
liberales. Además de ellos, desde finales del siglo XIX, en el Parlamento
británico también está presente el Partido Laborista, el partido de los
trabajadores (antes de la II Guerra Mundial, el poder se lo disputaban el partido conservador y el partido liberal; desde que terminó la II Guerra Mundial, el poder se lo disputan el partido conservador y el partido laborista)
¿Y el liberalismo?
El liberalismo es, sin lugar a dudas,
la ideología política moderna por excelencia.
¿Qué concepción de la sociedad tienen los liberales? ¿En qué
creen?
Los liberales creen en el individuo:
un individuo libre y responsable que se siente el único verdadero dueño y señor
(propietario) de su vida. El liberalismo es, por lo tanto, individualista.
¿Y la sociedad?
Para los liberales, la sociedad no es
una comunidad (una gran familia) sino una simple asociación de individuos (un
gran club).
¿Qué tipo de asociación?
Una asociación de hombres libres
(ciudadanos) que han decidido vivir juntos para cooperar libremente y defender
sus intereses comunes.
Lo más importante que debemos saber
sobre los liberales es que para ellos el MERCADO (el mercado es el lugar donde
los individuos ejercen su derecho a intercambiar, a comprar y vender,
libremente lo que quieran) es la principal institución sobre la que se sustenta
una sociedad libre.
¿Y los socialistas?
Si el liberalismo era la reacción a
los males del absolutismo del Antiguo Régimen, de los monarcas absolutistas anteriores a la Revolución francesa (fueron las revoluciones
liberales del siglo XVIII y XIX quienes llevaron a su fin al Antiguo Régimen),
el socialismo será la reacción a los males y problemas sociales que surjan en
la nueva sociedad liberal (la nueva sociedad industrial capitalista).
El socialismo considera que el
liberalismo político (el liberalismo) y el liberalismo económico (el
capitalismo) van siempre de la mano ya que, en realidad, son la misma cosa (las
dos caras, la cara política y la cara económica, de una misma moneda: la
sociedad capitalista).
La
idea clave para entender el socialismo es la siguiente: la sociedad capitalista
es, aparentemente, una sociedad libre y justa. Pero ello es falso, es
una mentira: la gran mentira. En realidad, frente a la aparente libertad y
prosperidad que genera la sociedad capitalista moderna, ésta es la sociedad más
opresiva y depauperante (empobrecedora) de la historia.
¿Cómo es esto posible?
Porque la libertad que existe en el
capitalismo (y su gran cuartada ideológica, el liberalismo) es la libertad sin
restricción alguna de explotación del hombre por el hombre.
¿Por qué abogan los socialistas?
Desean el
surgimiento de una sociedad más igualitaria (y también más solidaria) que la
desigualitaria, injusta, insolidaria sociedad capitalista. Para lograr estos
loables fines es inevitable limitar la libertad de los individuos.
Hay muchas formas
de socialismo, pero podemos, para empezar, agruparlos en dos grandes grupos:
- El socialismo reformista (el
socialismo democrático, el socialismo que acepta las reglas de juego de la
democracia liberal, constitucional y parlamentaria).
- El socialismo revolucionario (el
socialismo autoritario y antiliberal).
El socialismo surgió en las primeras décadas del siglo XIX
(Francia, Inglaterra 1830-1840).
En principio, durante todo el siglo XIX y la
primera mitad del siglo XX (hasta la 2º Guerra Mundial), la forma de socialismo
predominante fue el socialismo revolucionario (todos los grandes partidos
socialistas de aquel entonces defendían de un modo u otro la revolución (sólo
había una excepción: el partido socialista inglés, el Partido Laborista, que
nunca fue revolucionario).
Pero desde finales de la 2º Guerra Mundial hasta la
actualidad, la práctica totalidad de los partidos socialistas se han hecho
reformistas (reunidos en 1951 en Bad Godesberg, la plana mayor del SPD, el
partido socialista alemán, renunció definitivamente a las vías revolucionarias
para alcanzar el poder; lo mismo hicieron el resto de partidos socialistas
europeos; el último en hacerlo fue en 1977 el PSOE por el retraso que en esta
puesta al día del socialismo conllevó el franquismo).
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