sábado, 18 de abril de 2020

1º BACH DIURNO 20/4/20

!Hola a todo el mundo! Seguimos trabajando. No os olvidéis que os va a tocar vivir una etapa de profunda transformación de la sociedad (la globalización, tal como se estuvo desenvolviendo los últimos 20 años dicen los expertos,  ha llegado a su fin). Hay que estar preparado para los NUEVOS TIEMPOS (quizá también, "tiempos salvajes") que se avecinan.

Por ello, lo más importante es estar máximamente cualificados para poder adaptarnos a los tiempos de cambio que vamos a vivir.

¿Y de qué nos sirve la asignatura de filosofía?

En la asignatura de filosofía potenciamos nuestra competencia en comprensión lectora y en la capacidad para expresarnos por escrito con corrección y profundidad. Por eso nos hartamos a hacer, siempre a mano, trabajos y a pasar apuntes a nuestra libreta de clase.

Salud!

TRABAJO DE LA SEMANA: Berkeley (encontráis la entrada en este mismo mes de abril de 2020)

APUNTES DE CLASE


LOS GRADOS DEL CONOCIMIENTO TEÓRICO

Existen dos tipos fundamentales de conocimiento teórico:

1º EL CONOCIMIENTO DIRECTO: la percepción, el conocimiento por experiencia directa de cosas o hechos. Ejemplo: es una forma de conocimiento directo el que sepamos que tal compañero no está en clase.

2º CONOCIMIENTO PROPOSICIONAL: es el conocimiento de verdades, de proposiciones verdaderas (el saber). Ejemplo: “No sabía que Lara es hermana de María”.

Vamos, en primer lugar, a explicar el conocimiento directo.

LA PERCEPCIÓN (el conocimiento directo o empírico: la experiencia)

Para percibir o conocer directamente algo se requieren estas tres condiciones:

1º Tener órganos sensoriales (ojos, oídos…) que hacen posible que lleguen a la mente todo tipo de sensaciones (visuales, táctiles, acústicas…).

Estas sensaciones son los datos de los sentidos, los datos sensoriales o impresiones sensibles.

2º Que dichas sensaciones no sólo sean experimentadas por mi mente, sino que mi mente ordene dichas sensaciones conforme a las leyes de la percepción (las leyes de la percepción fueron descubiertas y estudiadas a principios del siglo XX por los psicólogos alemanes de la “Gestalt”). Las dos principales leyes de la percepción son las siguientes:

-        1º ley (ley de la totalidad): captamos los datos sensibles de tal modo que percibimos en ellos formas y figuras completas, formas que luego identificamos con objetos (Ej., percibo no varias líneas sueltas sino un rectángulo que luego identifico con el tablero de una mesa).
-        2º ley (ley de la figura/fondo): las formas y figuras que percibimos las captamos sobresaliendo sobre un fondo que queda más difuso.

3º Finalmente, aquello que percibimos sólo adquiere un significado y un sentido (que hace posible que lo percibamos) si es interpretado. Para que tal cosa suceda es necesario que lo percibido sea subsumido bajo un concepto. Ej., abro los ojos. ¿Qué veo? Una mesa encima de la cual hay un papel en el que estoy escribiendo. Veo en primer lugar una mesa, y un papel, y mi mano escribiendo y no un montón de datos sensoriales, porque todos esos datos sensoriales son inmediatamente organizados por mi cerebro (por mi mente) con las formas características de las mesas, de los papeles, de los bolígrafos, de las manos y los brazos. Finalmente, asigno a dichas formas los conceptos de “mesa”, “papel”, “bolígrafo” y “mano”.

Expliquemos seguidamente el PROBLEMA DEL VALOR COGNOSCITIVO DE LA PERCEPCIÓN.

¿Son las cosas tal y como las percibimos?

Hay tres posibilidades:

1º Las cosas son como nos aparecen (tal como las vemos). Esta es la “actitud natural”.

2º Las cosas no son como se nos aparecen

3ºLas cosas no son nada en absoluto ya que sólo existen las apariencias (las percepciones)

Debemos saber que para tratar esta cuestión entra en juego otro problema: el de la realidad o existencia del mundo extramental (suponemos que más allá de mi mente, de mis percepciones, están las cosas mismas que me represento)

Expliquemos seguidamente la ACTITUD NATURAL.

Todos adoptamos respecto a la relación entre la percepción y el mundo extramental la actitud natural:
            1º Creemos que el mundo existe

            2º Creemos que conocemos las cosas directamente.

            3º Creemos que las conocemos tal y como son.

Aunque a veces los sentidos nos engañan (veo al Sol girar sobre mi cabeza, o partirse el lápiz que sumerjo dentro de un vaso con agua), nada conmueve esta creencia radical. La actitud natural es la actitud psíquicamente sana ante el fenómeno de la percepción del mundo externo: dudar de la existencia del mundo o desconfiar de lo que percibimos nos enloquecería, nos volvería locos.

El problema de esta actitud es que es una actitud prerreflexiva, es “la metafísica del paleolítico”. Por ello, los filósofos han reflexionado sobre esta cuestión con más detenimiento:

1º PROBLEMA

¿Existe realmente el mundo que percibimos?

Hay dos posibles respuestas: el realismo y el antirrealismo.

A)    REALISMO: el realismo acepta como válida la creencia natural en la existencia del mundo que percibimos (la mayoría de los filósofos son realistas; los científicos son también todos realistas).

B)     ANTIRREALISMO: el antirrealista considera que no podemos saber (es imposible llegar a saberlo con certeza) si hay una realidad física más allá de nuestras percepciones.

¿Por qué?

Porque no podemos saber si nuestras percepciones tienen un referente real en un supuesto mundo extramental.

¿Por qué no podemos saberlo?

Porque no tenemos experiencia de dicho referente sino sólo de nuestras percepciones.

El filósofo antirrealista más famoso de la historia es Berkeley, un filósofo británico del siglo XVIII. Para este extravagante filósofo irlandés, obispo anglicano para más inri, no existen los cuerpos ni la materia y sólo existen las mentes y sus percepciones; las percepciones de nuestra mente no corresponden a ningún mundo corpóreo extramental. ¿Quién produce esas percepciones y cómo es posible que distintas personas coincidan en sus percepciones?  Las percepciones de mi mente (y de las otras mentes, por ejemplo, la percepción de la pizarra de clase que todos vemos) las produce Dios (para Berkeley, su concepción antirrealista de la percepción era una demostración de la existencia de Dios, algo muy importante para este fervoroso y piadoso obispo anglicano).

2º PROBLEMA

¿Percibimos las cosas directamente o indirectamente a través de representaciones?

A)    REALISMO DIRECTO: afirma que percibimos inmediatamente las cosas mismas. Este es el realismo propio de los antiguos (sobre todo de Aristóteles).

B)     REALISMO INDIRECTO: ha sido la doctrina dominante en la era moderna desde Descartes y Locke. Defiende que lo único que conocemos directamente son nuestras representaciones (nuestras percepciones; algo así como si lo que viésemos son las imágenes de las cosas en una pantalla de televisión, no las cosas mismas). Pero defiende también que a través de dichas representaciones conocemos indirectamente las cosas del mundo que tales percepciones representan.

Pero aparece un nuevo problema (que dará lugar al antirrealismo de Berkeley).

¿Cómo puedo estar seguro de que existen las cosas representadas si sólo conozco mis representaciones?

Para John Locke, el gran filósofo empirista inglés del siglo XVII, mis representaciones de las cosas no son producidas por mi (no son un producto de mi fantasía).

¿Cómo lo sé?

Porque las percepciones se me imponen (abro los ojos y veo lo que veo) y no puedo alterarlas según mi deseo. Esto demuestra que las representaciones perceptivas son causadas por objetos externos a mi mente (objetos que, tras entrar en contacto con las superficies de mis órganos sensoriales, dejan en ellos una huella, una impresión… sensible).

3º PROBLEMA

¿Percibimos las cosas tal y como son? O lo que es lo mismo, ¿cómo puedo estar seguro de que mis representaciones reflejan fielmente las cosas que representan (y así, que la pizarra que yo veo de color verde es realmente verde)?

Percibo una pizarra verde. Pero, ¿es la pizarra real, la pizarra extramental, realmente de color verde? ¿Son los colores cualidades reales y objetivas de las cosas? ¿O son cualidades subjetivas, cualidades que tienen las cosas, pero sólo en cuanto me las represento, cualidades que sólo existen en mi mente, en mi representación?

Hay dos puntos de vista respecto a esta cuestión: el realismo ingenuo y el realismo crítico.

A)    REALISMO INGENUO: las cosas son tal como las percibimos. Éste fue el punto de vista defendido por los antiguos y coincide con la actitud natural

B)     REALISMO CRÍTICO: en el siglo XVII, bajo el nombre de “Teoría Corpuscular”, renació la filosofía atomista de Demócrito.

¿Qué afirma la Teoría Corpuscular?

Los cuerpos se componen de partículas que no poseen más propiedades que aquellas llamadas cualidades primarias, manteniendo que sólo ellas eran objetivas, reales (que realmente dichas cualidades estaban en las cosas mismas; por ejemplo, su tamaño, su forma, su posición, su movimiento…). Al resto de propiedades se las denominó cualidades secundarias y se consideró que eran cualidades subjetivas, cualidades que las cosas tienen para nosotros cuando las experimentamos pero que no tienen en sí mismas (por ejemplo, el color, o su estar calientes o frías…).

Pues bien, el Realismo Crítico mantiene este punto de vista, el punto de vista de la Teoría Corpuscular, negando por lo tanto la realidad objetiva de las cualidades secundarias.

EN CONCLUSIÓN: para el Realismo Crítico, las cosas no son exactamente como las percibimos porque la mayoría de las sensaciones son cualidades secundarias y por lo tanto no corresponden a ninguna propiedad objetiva de las cosas (a ninguna cualidad primaria).

¿Es chocante que según el Realismo Crítico no conozcamos el mundo tal y cómo es?

No, porque tal cosa tiene una explicación desde la perspectiva de la evolución de las especies: nuestras facultades mentales son el resultado de la selección natural y su función no es comprender la realidad sino posibilitar la supervivencia y la reproducción de la especie.


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